La nueva CEE: Del presidente solitario a la presidencia en equipo
A pesar de las limitaciones de tiempo, los jueces Francisco Rosado y Jessika Padilla confían en que las elecciones se celebrarán el 3 de noviembre.
Lejos de la figura del presidente solitario y omnipotente que acompañó a su predecesor, el nuevo presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Francisco Rosado Colomer, se presentó ayer como un hombre sencillo y accesible, inclinado al trabajo en equipo y a reconocer sus limitaciones sin remilgos.
A escasas 24 horas de su designación, Rosado Colomer entró al salón de conferencias del ente electoral en Hato Rey para enfrentarse a la prensa por primera vez. Llegó acompañado de la nueva presidenta alterna, Jessika Padilla Rivera.
El lunes, en un proceso de selección expedito, los cinco comisionados electorales escogieron a ambos jueces -por unanimidad- para regentar los destinos de la CEE luego de la abrupta salida del expresidente Juan Ernesto Dávila Rivera.
“Mi nombre es Francisco Rosado. En la mañana de hoy juramenté como presidente de la Comisión Estatal de Elecciones. Tuve el honor de que la Jueza Presidenta del Tribunal Supremo llevara a cabo el acto protocolar. Desde que comenzó ha sido un proceso de aprendizaje”, soltó como carta de presentación.
“Es mucha información la que tenemos que internalizar. Han sido muchas reuniones”, agregó.
Tras una breve introducción, cedió el micrófono a Padilla Rivera, quien dedicó sus primeras palabras a reiterar la voluntad del dúo de trabajar para devolverle al país “la confianza en los procesos electorales”. Roto el hielo, el ambos respondieron preguntas con ese tono pausado y reflexivo que caracteriza a muchos jueces. También se miraron a la cara cuando respondían algunas preguntas como quien busca apoyo en un aliado, pese a que se trata de la primera vez que trabajan juntos.
De entrada, el ingeniero convertido en presidente de la CEE señaló que junto a Padilla Rivera realizaba un mapa de composición de escena del proceso electoral del país para garantizar que las elecciones generales se celebren el próximo 3 de noviembre.
Seis horas después de asumir el cargo en propiedad, reconoció que no existió un proceso de transición con su antecesor y que no ha evaluado con detenimiento el nuevo Código Electoral.
“La contestación es no. No hemos tenido un proceso de transición. No he tenido comunicación con el ahora juez Dávila. No es que no esté en agenda, es que volvemos, empezamos hoy y no hay un calendario de actividades. Lo estamos creando en la marcha a base de lo que es nuestra experiencia”, apuntó Rosado Colomer a preguntas de NotiCel.
Explicó que un funcionario de la CEE le presentó el calendario con poca información y con fechas de algunos “eventos generales”. Con estos datos y la información que recopila, elaborará un “esquema de barra” que le permitirá visualizar los procesos pendientes y garantizar su cumplimiento.
“Ese plan de trabajo se supone que esta persona que dejó el juez Dávila, (sic) estaba casi finalizado, de ahí es que salen las fechas con unas actividades que tienen que ocurrir. Le pedí que me trasladara eso a programa de barra. Una vez uno lo tiene, se tiene que familiarizar con la secuencia de eventos. Una vez tengamos eso entonces es que podemos pasar a los pasos críticos de la operación”, apuntó Rosado Colomer sobre su plan de trabajo.
“No lo puedo decir ahora cuál es el paso crítico. Se habla mucho de la papeleta. La papeleta es importante, pero también hay que hablar de los reglamentos, del simulacro que tenemos hacer para verificar si tenemos señal. Lo que les quiero decir es que puedo entender la ansiedad. Una de las misiones de los comisionados como de nosotros es eliminar esa incertidumbre”, agregó.
Al plantear que los comisionados electores le habían dado un voto de confianza al nombrarlos, el nuevo Presidente insistió en la importancia de la transparencia, el trabajo en equipo y el consenso.
“Tiene que fluir la información. La presidenta alterna y yo estamos trabajando en equipo por si pasa algún evento donde uno de los dos no esté disponible. Hay que evitar que (esto) pare. Por eso, es que los dos andamos en dupleta. Si pasara cualquiera cosa conmigo, ella tiene que seguir adelante. Si para cualquier cosa con ella, yo tengo que seguir adelante”, apuntaló.
Pese a la complejidad de la encomienda, Rosado Colomer y Padilla Rivera se mostraron confiados en que podrán cumplir con los trámites internos necesarios para la celebración de las elecciones.
“No hay garantía, pero no vemos nada que nos impida hacerlo”, respondió Padilla Rivera sobre el compromiso para mantener la fecha de las elecciones generales.
Con esta fecha como eje de su agenda de trabajo, el dúo trabajará a todo vapor para firmar los reglamentos de voto adelanto, voto ausente y escrutinio, entre otros, que Dávila Rivera dejó pendientes al renunciar súbitamente el pasado jueves para regresar a su puesto en Rama Judicial.
También identificarán pagos que deben realizarse de forma expedita y evaluarán los recursos que necesita la CEE para que las elecciones transcurran sin escollos y así evitar el fiasco de las primarias del Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático (PPD), que desembocó en la dimisión de Dávila Rivera en medio de un proceso administrativo que buscaba destituirlo.
Queda pendiente, además, certificar los números de la primaria del PPD, que completó su escrutinio el mismo día en que Dávila Rivera presentó su carta de renuncia.
En este momento, Rosado Colomer rechazó alguna enmienda al nuevo Código Electoral, criticado por las minorías por centrar el poder en la figura del presidente y contener lenguaje, que crea condiciones fértiles para la supuesta manipulación de los votos como la flexibilidad del voto adelantado o por correo.
“Estoy enfocado en este evento del 3 de noviembre. No he tenido la oportunidad de hacer un contraste entre una reforma electoral y la otra. Conozco algo de ambas, pero llegar a una conclusión en este momento no y tengo que decir que no es la prioridad. Tenemos una ley y tenemos que ejecutar un evento electoral”, respondió.
En el radar del dúo también están las finanzas de la CEE, que no contaba con los fondos necesarios para sufragar las elecciones y la asignación de fondos para el plebiscito Estadidad: Sí o No. Ayer, según el nuevo Presidente de la CEE, la Junta de Control Fiscal destinó una partida adicional para los comiciones electorales.
“Al final del camino, alguien tenía que hacerlo”, respondió Rosado Colomer sobre la razón para dejar su cargo de juez superior para timonear la CEE en tiempos complicados. “Por qué no hacerlo”, agregó Padilla Rivera.
El nombramiento de ambos jueces se extiende por el término de un año. Ayer, ambos solicitaron el relevo de sus funciones judiciales para instalarse en sus oficinas en el piso 10 de la CEE. Además del mallete y a toga, dejan atrás -por ahora- el salario de un juez o jueza superior, que asciende a $89,600 anuales.
Ahora, el nuevo presidente de la CEE devengará un sueldo anual de $120,000, similar al salario de un juez asociado del Tribunal Supremo. Mientras que Padilla Rivera recibirá un salario de $105,000 al año, igual que un juez o jueza de Apelaciones.