Presidente de la CEE no se quiere ir
Actúa determinado a presidir el proceso de la elección general.
El presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Juan Ernesto Rivera Dávila, no tiene intenciones de renunciar a su cargo, pese a las múltiples querellas que pesan en su contra tras su desempeño durante la primaria de ley que comenzó el pasado 9 de agosto y que se extendió hasta el domingo 16.
“No ha dado indicios de renunciar. Los días inmediatos al caos de la primaria, él lo habló pero luego de eso se enfocó en echar el proceso adelante y actúa para quedarse”, dijo una fuente de Noticel.
Tampoco ha informado a la Rama Judicial su intención de regresar a su puesto de juez de Primera Instancia, ni se ha comunicado con la Administración de los Tribunales para indagar sobre el trámite de reingreso.
Después de la primaria y del caos histórico que se formó, el Presidente ha continuado reuniéndose y discutiendo el calendario electoral con los comisionados electorales que le pidieron la renuncia, con excepción de María Dolores “Lolin” Santiago, del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Ayer, a su salida de la reunión ordinaria con los comisionados electorales, reiteró que cuando culmine el proceso de escrutinio, estará tomando decisiones futuras.
Pero ese proceso de escrutinio va lento y se ha visto afectado por la pandemia. Hasta la tarde de ayer, el PNP había logrado avanzar en un 61% el proceso de escrutinio, distinto al Partido Popular Democrático que hasta ayer sólo llegaba al 13%. “Según el comisionado del PPD, Nicolás Gautier, no tienen gente”, sostuvo el funcionario.
Es precisamente a ese tipo de tecnicismo al que Rivera Dávila parece apostar para no salir de la silla.
Dada la proximidad de la elección general algunas voces, principalmente en el PNP, han comenzado a flexibilizar sus reclamos de renuncia, aduciendo que es más complicada la sustitución a esta altura del juego, que asegurarse de que todo marche bien de camino al 3 de noviembre.
Ya son seis las querellas contra Dávlla Rivera, mientras la jueza del Tribunal de Apelaciones, Gina Méndez Miró, se inhibió ayer del proceso de evaluación de las querellas debido a la relación de amistad que tiene con uno de los abogados querellantes.