Tras primarias, aprieta el calendario electoral y queda en duda fecha de elecciones
La CEE necesita tener la versión final de la papeleta de noviembre para el 19 de septiembre.
El presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Juan Ernesto Dávila Rivera, mantiene abierta la posibilidad de solicitar un cambio a la fecha de las elecciones generales en noviembre, ya que persiste el temor de que las papeletas para ese evento electoral no lleguen a tiempo.
Explicó que no puede enviar las papeletas a impresión hasta que culmine el escrutinio general, cuyos números son utilizados por la agencia para certificar los ganadores oficiales de la contienda.
“Eso es un asunto que los comisionados electorales y este servidor tenemos que reunirnos y atenderlo. Pueden haber recuentos, diferentes situaciones, de manera que una vez esto se realice es que podemos nosotros terminar con el arte de la papeleta y comenzar con la impresión de la papeleta”, expresó Dávila Rivera, quien esperaba reunirse hoy, lunes, con los Comisionados Electorales a la hora de conversar con NotiCel.
El Presidente de la CEE, sin embargo, no pudo especificar cuánto tiempo tardaría el escrutinio general. En las primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD), se disputaron escaños en varias posiciones a nivel municipal, legislativo y ejecutivo.
El posible atraso fue elevado por el mismo Dávila Rivera la semana pasada, debido a la posposición de las primarias, que iniciaron el 9 de agosto en algunos centros de votación, pero continuaron ayer, domingo. La razón, entre otras cosas, se debió a la falta de papeletas y, según los partidos, que la CEE no estaba preparada.
El Artículo VI de la cuarta sección de la Constitución de Puerto Rico no descarta un aplazamiento de la fecha, pero establece con claridad que la elección general “se celebrará cada cuatro años en el día del mes de noviembre que determine la Asamblea Legislativa”.
Las elecciones generales en Puerto Rico y el plebiscito “Estadidad sí o no” están pautados para el 3 de noviembre por legislación estatal. En el caso específico de la elección del Comisionado Residente en Washington, que también ocurriría ese día, el evento es fijado por legislación federal.
“La elección general va a depender de muchos factores, pero estamos hablando de una cantidad millonaria de papeletas, fácilmente 10 millones y acuérdense que está el plebiscito, que es una papeleta adicional que hay que imprimir. Se imprime de más porque un elector puede dañar una papeleta, hay que darle una, hay que tomar esa previsión, las que son de lógica y precisión, que son las que se utilizan para calibrar las máquinas. Son muchos elementos que hay que tomar en consideración para la fórmula de las papeletas”, declaró Dávila Rivera.
Añadió que podría requerir la contratación de imprentas certificadas en los Estados Unidos o en otras jurisdicciones para poder cumplir con la fecha dispuesta.
Pero el pasado viernes, en Aguas Buenas, la gobernadora Wanda Vázquez Garced reiteró que no encontraba necesidad alguna para posponer las elecciones y favorecía que permanecieran el 3 de noviembre. A su juicio, la CEE contaba con tiempo suficiente de preparación.
Mientras, el entonces precandidato a la Gobernación por el penepé, Pedro Pierluisi Urrutia, aseguró el sábado que trabajará para que las elecciones no cambien de fecha. Igual expresó anoche el candidato a la Gobernación por la Pava, Carlos "Charlie" Delgado Altieri.
Aunque no depende de él, Dávila Rivera argumentó que sería ilógico celebrar dos procesos eleccionarios en fechas diferentes, pues las elecciones para el Comisionado Residente en Washington están pautadas para el 3 de noviembre por disposición federal. “Yo no puedo categóricamente decir que no hay razón para mover la fecha de la elección. No lo puedo decir. Tengo que estar abierto y tengo que discutirlo con los comisionados electorales” afirmó.
Para el cambio de fecha, la Gobernadora tendría que convocar a la Legislatura a otra sesión extraordinaria.
Las papeletas
La CEE tiene que tener lista la configuración final de la papeleta de las elecciones generales para este sábado, 19 de septiembre, dentro de menos de un mes, de manera que se pueda cumplir con la ley federal que dicta que esa sería la fecha para enviar la papeleta a todos aquellos electores de Puerto Rico que van a ejercer voto adelantado desde lugares fuera de la jurisdicción de los Estados Unidos.
Así lo admitió anoche a preguntas de NotiCel, el presidente de la CEE, Juan Ernesto Dávila Rivera, un funcionario asediado por al menos cinco querellas debido a su desempeño en el cargo.
Independiente de otras fechas que tiene el calendario electoral, la fecha del 19 de septiembre resulta inamovible debido a que viene de ley federal y no de estatutos o reglamentos locales. Para el 19 de septiembre la papeleta tiene que ser la final, pero no tiene que estar impresa, porque a los electores (principalmente militares y miembros de marina mercante) se les pasa un enlace electrónico que usan para descargar la papeleta, ejercer su voto y enviarla por correo. Sin embargo, la CEE necesita la papeleta no solamente final sino impresa, para el 4 de octubre porque en esa fecha se le somete a los electores que van a ejercer el voto adelantado desde cualquier jurisdicción de los Estados Unidos y ese envío es en papel, no mediante un enlace electrónico, según indicaron Dávila Rivera y sus ayudantes.
De hoy al 19 de septiembre hay poco más de 30 días pero a ese periodo se le resta el tiempo que tome el escrutinio, recuentos y posibles impugnaciones de resultados porque para la papeleta final hace falta una certificación de la CEE en cada carrera electoral, pero una certificación no es posible mientras estén pendientes todos esos procesos de revisión de la elección. “Estamos con un calendario ajustado y con una realidad del COVID (19)”, dijo Dávila Rivera anoche.
El manejo de las papeletas impresas, que fue el elemento principal que provocó la suspensión de las primarias el domingo 9 de agosto y su forzada continuación ayer, está gobernada por ciertas dinámicas: 1) en Puerto Rico solo hay una imprenta certificada para ese trabajo por el manufacturero de las máquinas de escrutinio (Dominion Voting Systems) 2) la imprenta requiere una orden, con 50% de depósito, 60 días antes para poder gestionar el papel que viene de Canadá 3) la imprenta requiere por lo menos 30 días solo de trabajo de impresión (a razón de 300,000 papeletas por día en capacidad máxima) y 4) los partidos tienen que minimizar los cambios de diseño en la papeleta para evitar atrasos.
De entrada, los 90 días de trámite que establece la empresa Printech coloca la entrega de papeletas más allá de la fecha del 3 de noviembre y Dávila Rivera confesó que apenas esta semana que comienza es que se va a sentar con los comisionados para las discusiones y cálculos sobre las papeletas de noviembre.
Dávila Rivera aceptó que esas discusiones se pudieron haber hecho antes, pero aludió a lo ocupados que estaban los comisionados con las primarias. Además, a Printech todavía no se le han pagado las papeletas de las primarias demócratas ni las de las primarias de ayer. El Presidente de la CEE trasladó la responsabilidad de esto al Departamento de Hacienda, pero aceptó que todavía no ha pasado ninguna de las facturas a Hacienda.
Agregó que no puede enviar las papeletas a impresión hasta que culmine el escrutinio general, cuyos números son utilizados por la agencia para certificar los ganadores oficiales de la contienda. “Esos un asunto que los comisionados electorales y este servidor tenemos que reunirnos y atenderlo. Pueden haber recuentos, diferentes situaciones, de manera que una vez esto se realice es que podemos nosotros terminar con el arte de la papeleta y comenzar con la impresión de la papeleta”, expresó. El funcionario espera tener esa reunión hoy, lunes.
Si se toma como base el número de 10 millones de papeletas, eso implica 33 días de trabajo 24/7 en Printech. Dávila Rivera aludió a la posibilidad de usar imprentas también en Estados Unidos pero concedió que la alternativa es más de los comisionados que suya porque eso podría implicar aumento de costos y puede acarrear la complicación de que habría que enviar representantes de todos los comisionados electorales para que estén presentes durante el proceso de impresión, como ocurre hoy que visitan las facilidades de Printech en Cayey.
Los candidatos de los partidos mayoritarios han tenido distintas posiciones sobre el cambio de fecha. Por un lado, Pierluisi Urrutia se mostró abierto a un cambio de fecha, mientras que Delgado Altieri dijo ayer en su primer discurso como presidente del partido que no aceptaba un cambio de fecha.
Al asunto operacional crucial de la preparación de las papeletas, se añaden al menos dos elementos que atentan contra el calendario electoral: la inminencia de la salida de Dávila Rivera del cargo, sea voluntariamente o por alguna de las cinco querellas que enfrenta, y el problema presupuestario. La CEE sostiene que todavía no tiene aprobados todos los fondos que necesita para el evento.
El ente electoral ha pedido $22.5 millones de los cuales tiene seguros $9 millones, pero esperan por una decisión de la Junta de Control Fiscal para los restantes $13 millones.
Esa cantidad no incluye los $3.5 millones que la CEE estimó que le cuesta llevar a cabo el plebiscito "Estadidad sí o no" y que se quedaron sin unos $2 millones que pudo haberle dado el gobierno federal porque el Departamento de Justicia federal objetó la tardanza con la que la CEE manejó la solicitud de fondos así como el propio contenido de la ley que habilitó el plebiscito por encontrarla parcializada a favor de la estadidad en vez de contemplar otras opciones de estatus.
A preguntas de NotiCel, Dávila Rivera no pudo concluir si la CEE tiene capacidad para simplemente dejar de realizar el plebiscito si no se consigue dinero para celebrar la consulta, en la medida en que se trata de una ley y un financiamiento separado de las elecciones generales y puede darse el caso de que se consigan fondos para las elecciones generales pero no para el plebiscito.