Sorprendió a muchos ganando escaños y logró que la colectividad quedara inscrita en su primer intento.

César Vázquez Muñiz está que ríe solo.

Aunque cansado por el trajín de la contienda electoral, el candidato a la gobernación por el Proyecto Dignidad (PD) repasa con alegría y satisfacción los logros alcanzados en su primera elección general.

No es para menos.

Las encuestas pintaban un panorama sombrío para este nuevo movimiento político de corte conservador. Solo le auguraban un 1 o un 2% de la intención del voto del electorado. Pero Proyecto Dignidad no sólo colocó a tres de sus 25 candidatos en la Legislatura y el gobierno municipal de Río Grande, quedó inscrito al acumular casi un 8% de los sufragios.

En el Senado, la candidata por Acumulación Joanne Rodríguez Veve amasó 86,109 votos y cargó con el segundo puesto luego de la senadora por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago. En la Cámara Baja, Lisie Janet Burgos Muñiz sumó 79,064 votos colocándose en la cuarta posición de la categoría de representantes por Acumulación. El candidato Héctor Andrés Santiago se convirtió en legislador municipal y la candidata a comisionada residente Ada Norah Henríquez se alzó con 93,996 votos para convertirse en la candidata que más votos recibió dentro del partido. No logró un escaño, pero se instaló en la cuarta posición por encima del PIP, la tercera fuerza política del país.

“Estamos muy complacidos que hayamos podido quedar inscritos y logrado la elección de gente nuestra al gobierno. Es un hecho histórico. Hicimos historia tanto el Movimiento Victoria Ciudadana como nosotros. Refleja un cambio de actitud en el pueblo y refleja la realidad de la erosión que han tenido los partidos principales”, afirmó en entrevista con NotiCel.

“Esto nos da una visibilidad que no teníamos antes y nos da una participación importante, como no va a haber nadie que tenga control total de las Cámaras probablemente todos los votos van a ser importantes”, agregó.

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Los resultados de las elecciones generales quebraron la mayoría legislativa de los partidos tradicionales, que ahora tendrán que realizar alianzas con los representantes de los partidos emergentes para adelantar proyectos y aprobar medidas.

Ante la nueva realidad política del país y la pluralidad de voces que ahora gobierna la Legislatura, Vázquez Muñiz -quien se enfrascó en una controversia por abandonar un debate luego de diferencias con la moderadora- reconoció la necesidad de tender puentes y de concertar voluntades para lograr metas comunes por el bienestar de Puerto Rico.

Ante las diferencias ideológicas entre algunos partidos en particular en cuanto a las políticas sexuales, abogó por un proceso de diálogo franco que permita sobreponerse a esas discrepancias para adelantar una agenda de trabajo común.

Por ejemplo, las dos senadoras que más votos lograron por Acumulación se colocan en polos opuestos del debate sobre la educación con perspectiva de género.

“Esto lo que te dice es que hay unas minorías claramente definidas en polos opuestos, pero es interesante que cuando miras sus propuestas vas a ver propuestas diametralmente opuestas, pero en el medio hay un montón de propuestas para ayudar a Puerto Rico que son similares”, argumentó.

Esas coincidencias deben ser el punto de partida para la agenda de país. Según el cardiólogo convertido en político la coyuntura histórica exige a los funcionarios electos aprender a trabajar pensando en el colectivo y no en el proyecto político particular.

Mencionó que esa agenda común contempla la liberación de los fondos federales para la reconstrucción del país, la eliminación del impuesto al inventario, la formulación de una respuesta adecuada a la pandemia del Covid-19 para garantizar el regreso al salón de clases de la niñez, medidas para garantizar un salario digno a las maestros y mejorar las condiciones de trabamos de los policías; así como políticas para proteger el ambiente y a los adultos mayores.

“Eso no significa que no seamos firmes en lo que creemos, pero en asuntos donde no tengamos tantas diferencias creo que podemos negociar y ceder”, apuntó.

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Las áreas no negociables han estado claras a lo largo de la contienda electoral y recogen los puntos medulares que llevaron a la formación del nuevo partido. El PD rechaza la educación con perspectiva de género, la eutanasia y el aborto. También defiende la familia tradicional y se opone a las uniones entre las personas del mismo sexo.

“No vamos a negociar el derecho fundamental de educar a sus hijos de acuerdo a sus valores, la defensa del niño no nacido. No hay negociación posible. Para nosotros hay que prohibir la eutanasia, defendemos el derecho a la libertad de expresión y la libertad de religión es fundamental”, subrayó el pastor.

“El norte nuestro al final del día es el beneficio del pueblo de Puerto Rico. Aquellas cosas en las que entendemos que Puerto Rico se beneficia vamos a colaborar. Aquellas cosas que entendemos que no son beneficiosas las vamos a denunciar”, agregó el médico.

El futuro del Proyecto Dignidad

Luego de las elecciones, PD iniciará un proceso de evaluación y análisis para afinar su agenda de trabajo para las próximas elecciones, que contempla tomar decisiones sobre el liderato del movimiento. También celebrará una asamblea para refrendar las decisiones tomadas y continuará con sus planes de organización municipal.

“Yo no sé si voy a ser el candidato, si voy a ser el presidente porque a fin de cuentas lo que queremos es tener un instrumento que le haga bien a Puerto Rico e influencie nuestro pueblo”, indicó.

Debido al desempeño y el carisma demostrado en la contienda electoral, la candidata a la comisaría residente, la licenciada Henríquez, podría convertirse en una posible sucesora a la presidencia o la próxima candidata a la gobernación del PD.

“Aunque fundé este movimiento y agradezco la gente que se ha sumado, aquí el protagonista no soy yo y en eso estoy claro. Hay mucha gente capaz como Ada Norah (Henríquez)… al final del día queremos posicionarnos mejor, si ella puede lograrlo yo no tendría ningún problema”, respondió.

Aunque no ha recibido una oferta, se mostró abierto a ocupar un puesto en el gobierno siempre y cuando pueda garantizar que sus pacientes quedarán en buenas manos.

“En estos momentos, lo más importante es educar al pueblo para que cuando tenga que volver a decidir tenga los criterios claros”, concluyó.