Elecciones ponen a prueba las maquinarias institucionales
El tropezado proceso de escrutinio ha sido parte de la reiteración de poder del PNP, según integrantes de la minoría.
En las afueras, el proceso eleccionario podría catalogarse como atípico, en el marco de la pandemia del COVID-19, e histórico, ya que los resultados preliminares apuntan a la incursión de nuevas caras y partidos en la discusión política. Sin embargo, en su interior, el sistema es el mismo de los pasados años, uno que reitera desde distintos frentes que la balanza se inclina por el partido político incumbente como el de mayor poder decisional.
El tropezado proceso de escrutinio ha sido parte de esta reiteración de poder, según integrantes de la minoría.
En este caso, la colectividad dominante es el Partido Nuevo Progresista (PNP), que ocupa la Rama Ejecutiva y posee mayoría en la Legislativa, además de que es responsable por el nombramiento de seis de los nueve jueces que componen el Tribunal Supremo.
También elaboró y aprobó el Código Electoral hace escasamente seis meses y eligió al presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), primero Juan Ernesto Dávila Rivera, luego Francisco Rosado Colomer.
Pese a la falta de consenso, denunciada por los grupos de minoría, y la cercanía de las primarias y elecciones, el PNP ejerció su mayoría para aprobar la Ley 58 de 2020 que instauró un nuevo Código Electoral, uno “cargado, hecho a la medida, a favor del penepé”, según Roberto Iván Aponte Berríos, comisionado electoral del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).
Como él se han manifestado comisionados electorales de otros partidos, senadores, representantes, alcaldes y analistas opositores del Código y quienes han denunciado que la CEE está politizada.
Para Aponte Berríos, el Código Electoral es responsable del caos de las primarias, que tuvieron que ser celebradas en dos días distintos por falta de materiales y organización, así como las más de 100,000 solicitudes de voto adelantado, cuya aplicabilidad fue ampliada por la nueva ley a expensas de escasa la fiscalización.
“No me cabe la menor duda que luego, en enero, cuando comience la legislatura, tiene que plantearse seriamente el tema electoral. Tiene que haber una nueva ley en consenso con todas las partes. Ahora es otro mundo este Puerto Rico. En la legislatura hay representatividad de múltiples sectores y hay que sentarse, poner las armas y comenzar a llegar a acuerdos en consenso por el bien del pueblo puertorriqueño”, exclamó Aponte Berríos.
¿CEE = PNP?
A través de sus decisiones en el transcurso del mes, la CEE ha demostrado “que es un sello de goma del PNP”, de acuerdo a Olvin Valentín Rivera, comisionado electoral del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), en la medida en que ambos actúan en sintonía.
No ha sido extraño que en las apariciones públicas sea el PNP quien anuncie nuevos pasos a tomar durante el escrutinio y luego sea reiterado por el Presidente de la CEE.
Según Valentín Rivera, el PNP como partido “ha tratado de controlar todo el proceso poniendo obstáculos a nuestros reclamos de transparencia y de acceso a la información”.
El MVC acudió al Tribunal de Primera Instancia para exigir las listas de personas que se acogieron al voto adelantado, con el fin de contrastarlas con los electores que ejercieron su voto el 3 de noviembre, petición que fue concedida. Sin embargo, el PNP acudió al Tribunal Supremo un día que estaba cerrado para obligar una expresión sobre los parámetros de divulgación de esas listas y la continuación del escrutinio.
“El hecho de cuando nosotros tenemos nuestros reclamos y tenemos el acceso al tribunal, entonces recurran al Tribunal Supremo y el Tribunal, aunque esté cerrado, abran Secretaría para recibir la certificación, pues definitivamente el partido que está en el poder tiene acceso a unos niveles de poder, valga la redundancia, y es evidente que la está utilizando para tratar de manipular, tanto a la opinión pública, como los procesos aquí”, argumentó Valentín Rivera.
En términos del escrutinio, al controlar las ramas de gobierno, es el PNP el que tiene autoridad sobre los empleados públicos, muchos en destaque en el Coliseo Roberto Clemente, donde se llevan a cabo los trabajos.
“Nosotros tenemos aquí empleados en destaque representando al penepé. Aquí no hay ninguna ilegalidad”, aseguró Héctor Joaquín Sánchez Alvarado, comisionado electoral del PNP, antes de añadir que tampoco era ilegal ni impropio que empleados de candidatos en la contienda estuvieran a cargo del conteo de votos de sus jefes y contrincantes.
En el escrutinio se cuenta cada voto, en ocasiones a mano, y durante la pasada semana se comenzaron a segregar papeletas legislativas porque los funcionarios del PNP objetaban los votos “pivazos”, que otros partidos y las propias máquinas de escrutinio catalogan como votos mixtos.
Aunque el Código Electoral redefine el voto mixto para prohibir los pivazos, las máquinas lectoras de papeletas de la empresa Dominion se mantuvieron programadas con el código electoral derogado y utilizado en el 2016. Sumado a eso, los comisionados electorales habían aprobado por unanimidad continuar la lectura de votos de esa forma.
Más adelante, aunque el Presidente de la CEE ordenó el cese de segregación de papeletas, el PNP dejó en manos de cada uno de sus candidatos la determinación de acudir al tribunal para retar esos votos.
La CEE y el balance
Para propósitos de la ley y los reglamentos, las mesas de trabajo del escrutinio pueden empezar con funcionarios de solo dos partidos políticos, aunque existan cinco partidos. A eso, le llaman “balance”.
Valentín Rivera señaló que ese llamado “balance” siempre carecerá de representatividad.
“Esto es una institución que está demasiado politizada. Es evidente el nivel de control que el partido que está en el poder tiene en todas las oficinas, incluso con la nueva reforma el balance que crea es únicamente de dos partidos, así que de todos modos no va a haber representación igualitaria de todos los partidos. Hace falta una reforma abarcadora, no solo del Código y las leyes, sino también de la estructura que es la Comisión Estatal de Elecciones”, aseguró el Comisionado Electoral del MVC.
En los trabajos del pasado sábado, alrededor de 15 mesas estaban vacías desde horas de la mañana debido a la falta de funcionarios. Una fuente en el coliseo aseguró que se debía a la ausencia de funcionarios del PNP, pese a la existencia de balance de dos partidos: MVC y Partido Popular Democrático.
Las labores continuaron hasta horas de la tarde con los Precintos 3 y 4 de San Juan, un leve atraso del ritmo de trabajo proyectado en un inicio.
Desde el comienzo del escrutinio los representantes de la Palma han sido más que enfáticos en subrayar que siempre han contado con más de los funcionarios necesarios y han lanzado las culpas al MVC. Candidatos de ese nuevo partido han compartido convocatorias diarias a través de las redes sociales para reclutar y adiestrar funcionarios.