La Inter busca enderezarse tras borrasca en su liderato
Nuevo presidente de la Universidad Interamericana admite la institución está “recuperándose” de la pandemia, la destitución de Manuel Fernós y la turbulencia en la Junta de Síndicos.
La Junta de Síndicos de la Universidad Interamericana designó a un nuevo presidente que debe ocupar el cargo por un año y en el lado administrativo de la institución también fue investido como presidente Rafael Ramírez Rivera, quien admite que uno de los principales sistemas universitarios privados de la isla está en “proceso de recuperación”.
Los cambios llegan al cabo de poco más de año y medio de tormenta en el liderato, específicamente en la Junta de Síndicos, protagonizadas por José R. Muñoz Ávila, quien renunció la semana pasada tanto a la presidencia de ese cuerpo rector como a su posición como síndico.
El 2 de octubre, la Junta designó como nuevo presidente al que era su vicepresidente, el contador público autorizado, Domingo Más Rivera, quien debe extinguir el año que le faltaba a la presidencia de Muñoz Ávila para entonces volver a abrir la posición a elección. El ascenso de Más Rivera tuvo efecto dominó en otras posiciones porque el secretario Eliezer Álvarez se convirtió en vicepresidente y la expresidente de la Pontificia Universidad Católica de Ponce, Marcelina Vélez, se convirtió en tesorera. Quedan dos vacantes en ese cuerpo.
Muñoz Ávila desató tempestades cuando lideró la destitución, primero, del director ejecutivo de la presidencia, Dominique Gilormini de Gracia, y, luego, del propio presidente Manuel Fernós López-Cepero. Como resultado, la institución enfrentó una querella en la comisión acreditadora Middle States (MSCHE en inglés) y múltiples reclamaciones legales, tanto relacionadas a esas dos destituciones como de parte de un suplidor, MAP Strategies, a quien se le imputó ser parte de un supuesto esquema de contratación impropia del expresidente.
Uno de los puntos en la querella ante la comisión acreditadora fue que bajo Muñoz Ávila la Junta se entrometió en asuntos que le tocaban solo a la gerencia de la institución y que éste pudo incurrir en conflictos de intereses con suplidores cuando tomó decisiones sobre contratos a la vez que pedía auspicios a los suplidores. La MSCHE validó la queja y le requirió a la Junta “el establecimiento e implementación de políticas escritas de conflictos de interés”.
Cuando la Junta comenzó a mirar de cerca las contrataciones de Muñoz Ávila, particularmente de servicios legales, se presentó una moción para destituirlo y este renunció.
El 15 de septiembre, la Junta devolvió a la Oficina dl Presidente el control de estas reclamaciones legales que surgieron después de la destitución de Fernós López-Cepero en mayo de 2022, por lo que Ramírez Rivera y su equipo legal podrán tomar decisión sobre la disposición final de estos casos hasta un límite de responsabilidad para la universidad de $600,000. “Como habíamos hecho en todos los demás casos”, recalcó el presidente.
“Estuve casi 15 años de rector en Arecibo, quien me trajo a la universidad fue el licenciado Fernós y siempre hemos mantenido buena relación con él… en términos de lo que es Fernós, fue mi jefe, cuando hablo con él me dirijo a él como presidente, el respeto es uno bien grande que le tengo”, comentó Ramírez Rivera, quien, a pesar de fue designado presidente interino desde mayo de 2022 y presidente desde mayo de 2023, se había mantenido sin hacer expresiones públicas hasta ahora.
Asegura que ahora, después de su investidura el 1 de septiembre, es que se siente con capacidad para hablar de planes futuros. Antes, había decidido que no quería hablar de planes o de los casos legales porque le tocaba a la Junta. Como presidente, Fernós López-Cepero era un miembro de la Junta con voz, aunque no voto. Pero esa disposición se extinguió con él y Ramírez Rivera no se sienta en la Junta como síndico.
“Me tocaba echar esto para adelante y mantener la vida universitaria viva y que nuestras energías se enfocaran también en continuar cumpliendo con nuestra misión”, dijo sobre su tiempo antes de la investidura.
Aunque el problema de liderato ocupó la atención pública, el nuevo presidente entiende que no fue determinante en la matrícula y finanzas de la institución y plantea que lo que sí afecta todavía es el cambio demográfico en la isla, el cual toca a todas las instituciones educativas de todo nivel, sean públicas o privadas. “Si hay menos estudiantes, hay menos ingresos… si la demografía no aumenta, no auguro que podamos aumentar mucho más, pero la internacionalización va a ser una opción”, acotó.
Ramírez Rivera divulgó que, según la medición de la Junta de Instituciones Postsecundarias (una dependencia del Departamento de Estado), para el año 2022-2023 la Interamericana reflejó 26,161 estudiantes, el número mayor del total de 78,114 estudiantes matriculados en instituciones privadas sin fines de lucro. El Sistema Universitario Ana G. Méndez refleja 21,811 en ese mismo instrumento. Para este año, sin embargo, la matrícula que ha acumulado la Interamericana es 25,001.
El presidente se reservó los datos financieros porque los va a presentar a la Junta este mes en una reunión en Panamá pero aseguró que “terminamos en positivo” y que lo han hecho aún cuando ya las ayudas federales por pandemia son una parte mínima de los ingresos. Una fuente de NotiCel, sin embargo, indicó que hay al menos cuatro recintos en déficit. Al comienzo de la pandemia, recibieron $65.6 millones en fondos federales de los cuales casi la mitad fueron directo a los estudiantes. En el año 2021-2022 recibieron $103 millones (de los que $29 millones fueron a estudiantes) y en el 2022-2023 recibieron $35.7 millones (para este año no hubo asignación nueva para pasar a los estudiantes).
La Interamericana tiene nueve recintos y dos escuelas profesionales, pero también tiene presencia en Orlando, Philadelphia y Panamá así como ocho escuelas en la isla que ofrecen grados de Pre-kinder a 12. Ramírez Rivera subrayó que la reunión de la Junta va a ser en Panamá para resaltar el éxito del programa de diseño de videojuegos que tienen allí y que es parte de la internacionalización que quiere impulsar para atajar la reducción de estudiantes por demografía en la isla. La expansión de la Interamericana a Panamá fue un proyecto de Gilormini de Gracia.
“Creo que estamos en proceso de recuperación y mi equipo, y este servidor, vamos a seguir trabajando por los estudiantes”, expresó.
“Ahora te habla Rafael Ramírez, el académico, la universidad privada de mayor prestigio y calidad académica de Puerto Rico es la Universidad Interamericana de Puerto Rico, con más estudiantes o con menos estudiantes, y en eso me voy hasta el cuello, en todos los niveles”, apuntó.
Vea:
Renuncia presidente de la Junta de Síndicos de la Interamericana