Los efectos María en la educación de la niñez puertorriqueña
Los ninos y adolescentes representan una de las poblaciones más vulnerables ante el paso de desastres naturales, aunque es muy poca la atencion hacia este sector. En un esfuerzo por arrojar luz sobre los efectos que el huracán María tuvo sobre la niñez en Puerto Rico, el Instituto de la Juventud (IDJ) junto a Estudios Tecnicos Inc. y voluntarios de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPRRP), encuestaron 705 hogares con niños menores de 18 años de edad sumado a análisis cualitativos entre 300 personas de cinco municipios.
Las personas encuestadas entre julio a noviembre de 2018 respondieron a preguntas relacionadas sobre los efectos del ciclón que devastó Puerto Rico en septiembre de 2017 en áreas como la educación, salud, y la economía familiar así como la preparación o planes que llevaran a cabo previo a la emergencia. El estudio tambien abordó el aumento de la negligencia o abusos hacia la población de menores de edad, la migración motivada por el huracán, y los vacíos o desafíos en la respuesta de otras personas, agencias u organizaciones a la emergencia.
Entre la principales vulnerabilidades para la niñez identificadas en la investigación cualitativa realizada entre octubre a noviembre de 2018 se encuentran:
la pobreza
falta de experiencia previa con huracanes de la magnitud de Maria
alto numero de familias dirigidas por abuelos
geografia de los barrios
alto porcentaje de ninos con impedimentos
Educación
Los ninos menores de 5 anos que asistian en ese momento a un centro preescolar o de cuido, estuvieron en promedio 92 dias sin asistir al mismo.
7.2% de los ninos que asisten a centros de cuido o preescolares manifiestan comportamientos asociados al desastre, entre los que se encuentran temor, problemas para concentrarse, y falta de interes.
9.2% de los ninos que en ese momento recibian servicios de intervencion temprana fueron interrumpidos por un promedio de 88 dias.
Ninos y jovenes entre 5 y 17 anos - la mayoria de los cuales asistia a una escuela publica (78.5%) - estuvieron en promedio 78 dias sin asistir a la escuela.
Alrededor de una cuarta parte (27.7%) de los ninos de 5 a 17 anos recibia algun servicio de educacion especial previo al paso del huracan. De estos, 85% vio interrumpidos los mismos luego del evento por un promedio de 97 dias y uno de cada 10, todavia no los estaba recibiendo al momento de la encuesta (10.3%).
23% de ninos y jovenes entre 5 a 17 anos comenzo a exhibir comportamientos distintos en la escuela como consecuencia del paso del huracan De estos, 12.1% ha mostrado problemas para concentrarse, 9.9% tiene bajo aprovechamiento academico y 8.3% muestra un bajo interes en continuar estudiando.
De aquellos ninos que tienen un impedimento o condicion de salud, el 38.6% ha mostrado comportamientos distintos mientras que en el caso de los que no tienen una condicion, el por ciento que ha mostrado un comportamiento distinto es de 19%.
En el caso de quienes sufrieron una perdida emocional el porcentaje que ha manifestado comportamientos distintos en la escuela es de 33.7%, mientras que en el caso de los que no sufrieron una perdida de ese tipo el porcentaje es de 18%.
Entre quienes sufrieron una perdida material el porcentaje que ha manifestado comportamientos distintos en la escuela es de 22.8%, mientras que en el caso de los que no sufrieron una perdida de ese tipo el porcentaje es de 17%.
A medida que es menor el nivel de ingreso, mayor el porcentaje que vio interrumpidos sus servicios de educacion especial o de rehabilitacion vocacional: 86.4% en el caso de los hogares con menos de $15,000 de ingresos anuales y 80% en aquellos con ingresos de mas de $40,000.
Cómo se prepararon los hogares
La encuesta llevada a cabo arrojo que el 47.7% de los hogares con ninos menores de 18 anos contaban con un plan para responder al desastre.
Se observo que en los hogares con ingresos menores de $15,000 y grado de escuela menor del jefe o jefa de familia, el por ciento solo alcanza 41.
7 de cada 10 hogares conocian que agencias gubernamentales llamar en caso de emergencia.
Solo 3 de cada 10 conocian de entidades o grupos en la comunidad con quien comunicarse, las cuales fueron primeras en responder.
1 de cada 4 hogares contaba con un generador de electricidad.
3 de cada 10 hogares contaban con una cisterna.
76.2% de las familias pasaron el huracán en sus hogares.
18.3% mencionaron haber pasado el huracan en la vivienda de un amigo, familiar o conocido.
A traves de la investigacion cualitativa tambien se identificaron los familiares y amigos, los vecinos, la escuela y los profesionales de salud, como los amortiguadores de los impactos del huracan en los ninos y adolescentes.
Entre los apoyos que recibieron las escuelas y las comunidades destacan:
el gobierno municipal
las iglesias
el Ejercito de los Estados Unidos
la diaspora
companias privadas
organizaciones sin fines de lucro locales
organizaciones sin fines de lucro internacionales y de Estados Unidos
Puede leer el informe completo a continuación seguido de recomendaciones del IDJ.