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Educación

Tensión entre maestros y estudiantes: 'La culpa es del país'

Dos voces resonaron en la sede de la Asociación de Maestros de Puerto Rico antes de que el espacio se llene de cámaras y micrófonos. 'Si mi papá no me hubiese dado correazos, yo no se dónde yo estaría ahora', dijo el. 'A mí, mi mamá me dio galletas hasta que era una adolescente', reaccionó ella.

Las camisas comenzarona multiplicarse en los pechos de los miembros. Sobre el fondo negro, se dibujaban las letras blancas: 'Todos somos Agustín, merecemos respeto'.

Se referían a Agustín Pujols, maestro de electrónica de la Escuela Vocacional Antonio Fernós Isern de San Lorenzo, cuyo rostro, o más bien, su sonora voz estalló en todos los medios de comunicación la pasada semana.

Todo quedó evidenciado en una grabación. Con palabras soeces y una voz profundamente alterada, el maestro exigía a sus estudiantes de duodécimo grado más respeto a la vez que dejaba entrever sus frustraciones con la rutina de quejas y la situación laboral.

'Quiero ser paciente, puñeta, quiero ser paciente pero me sacan por el techo. Usted viene aquí a aprender, sí o no? No me diga a mí lo yo tengo que hacer, yo te digo a ti lo que tú tienes que hacer. Si no podemos usar el jodido taller, no lo usamos. Coge un jodido libro y estudia porque eso es lo que tienes que hacer en tu vida para que hagas algo', explota el maestro en su clase. 'Todos los días la misma mier...', se apaga el vídeo.

El caso ha enfrascado al país en una reflexión sobre lo que ocurrió en ese salón de clases. A través de las redes sociales, la ciudadanía ha divagado sobre cómo ese instante de furia y hastío es símbolo o del muy deteriorado sistema educativo, o de la ausencia familiar en la crianza de ese estudiante, o de una irrespetuosa generación joven que se forma, o de la frustración docente ante su entorno laboral. Lo cierto es que el suceso casi ha abierto una caja de Pandorasobre lo que ocurre en el interior del salón de clase y cómo es un reflejo de toda la Isla.

Eso último lo observóAnitaYudkin, coordinadora de la Cátedra Unesco de Educación para la Paz, para quien este incidentetrasciende lo sucedido en las fronteras de San Lorenzo. En entrevista con NotiCel, la educadora exhortó a, luego de arañar la superficie del problema, adentrarse en aguas profundas yevaluar la culpa no solodel maestro, del estudiante, de la familia o del sistema educativo, sino del país como principal responsable.

'Hay un ambiente en general en el país de incertidumbre. Es más difícil que nunca para un estudiante pensar para qué yo estoy aprendiendo esto, si tú no sabes si va a haber empleo, si no lo va a haber. Hay cosas más allá de los distintos componentes de una clase, que generan un clima de desasosiego. La crisis, la incertidumbre, la pulverización de las facilidades y de los materiales y de las posibilidades de una escuela que puede haberse quedado estancada en el tiempo sobre lo que los jóvenes quieren aprender. Esos problemas trascienden esa escena particular de ese maestro y de ese estudiante', evaluó la catedrática de educación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

La violencia callada en la que se sume el país a diario, el desgano, la desesperanza, todoincide en que el estudiante se cuestione 'para qué la escuela' y que el maestro cada vez se ahogue más en la frustración y el cansancio. Según Yudkin, todo eso se suma a la cotidianidad de un sistema educativo que cada vez propicia menos espacio para el diálogo, hundiendo al maestro en papeleo y evaluaciones, y exigiendo al estudiante someterse a dinámicas que no necesariamente aprovechan las herramientas contemporáneas de aprendizaje.

'Todas esas tensiones se van montando unas sobre otras y explota el estudiante o el maestro. No hemos creado en la mayoría de las escuelas un espacio donde todos los participantes de la comunidad escolar se sientan a gusto: el estudiante está obligado, el maestro está frustrado. Los maestros están frustrados en términos de lo que se espera que ellos hagan, cómo se les evalúa, qué se les provee, - sus condiciones de trabajo son terribles -, y los estudiantes no le encuentran sentido a la escuela, se sienten rechazados en términos de que haya posibilidades de diálogo sobre lo que aquí queremos aprender', aportó la experimentada pedagoga.

Mano dura contra el estudiante?

'Todos nosotros sabemos de padres, que le hablan de esa forma a sus hijos y les dicen, mira, puñeta no jodas más, o les dicen, quécarajo te crees, y así por el estilo. Creo que es la manera que entienden', comentó una cibernauta cuando salió la noticia. 'Dejen de tirarle a este maestro, es un héroe nacional y el chamaquito no se callaba, en mis tiempo aparecía el padre y la galleta era épica', comentó otro. 'Ya no hay respeto hacia la autoridad en este país, ya no se respeta los maestros ni la policía', otro.

Basta un repaso por los comentarios que han inundado las noticias del caso, para que se identifique una tendencia. Tal como esas dos voces que detallamos al principio de esta nota, una gran parte de la ciudadanía parece hallar en la disciplina de antaño - los reglazos, los correazos, los chancletazos, las palabras fuertes, los gritos - una forma óptima de disciplinar y enderezar el futuro de un alumno que aparente estar descarriado.

'No avalamos el uso de palabras soeces ni de palabras fuertes pero sí avalamos el que el maestro pueda disciplinar de alguna manera. Lo que pasa es que a veces tratamos de disciplinar y llega un momento en que la falta de respeto es tan grande que mira, provoca la explosión del maestro', indicó AidaDíaz, la presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico.

Uno de los principales rostros del gremio docente en la Isladefendió en un encuentro con la prensa el martes, el respeto mutuo entre maestros y estudiantes, a la vez que exigió al Departamento de Educación que revisara sus protocolos de intervención. Dijo estar cansada de llevar a maestros a los tribunales por simplemente agarrar a un estudiante por el brazo o por levantar la voz.

'Esto tiene que terminar porque una cosa es disciplinar y otra cosa es maltratar y yo creo que aquí hemos confundido los dos términos y hay que tener bien claro que si le entregan el niño al maestro por cinco días a la semana, seis horas diarias, cómo el maestro va a enseñar si no puede disciplinar?', cuestionó la Presidenta.

Yudkin coordina la Cátedra desde 1999. El comité de profesores, estudiantes y personal no docente de la Facultad de Educación de la UPR-RPpromueve la creación de una cultura de paz a través de la educación. Para la entrevistada, con todo lo que se ha avanzado a nivel pedagógico en términos de la psicología del aprendizaje y de las posibilidades de la educación como un proceso transformador que lleva al mejoramiento de las personas, ya la noción de la violencia como forma de educar ha quedado desbancada.

'Alguna gente cuando ocurren cosas que le sacuden el palo o que les presentan algún tipo de amenaza pues acuden a este asunto de la mano dura, de la ley y el orden.Es una manera de bregar con la incertidumbre en el momento actual, a la gente le brinda un sentido de seguridad decir que lo podemos controlar, pero es contraproducente porque precisamente ese modelo transmisor, bancario, que cosifica a los estudiantes es el que genera apatía e indiferencia de parte del estudiante porque lo que está aprendiendo en la escuela carece de significado', manifestó.

La educadora - así como el resto del país - desconoce qué realmente ocurrió antes y despuésde la situación de San Lorenzoque quedó inmortalizada en una grabación. Ya sin referirse a este caso específico, y hablando más en un tono general sobre hacia dónde debe acudir la educación, la pedagoga recordó que el acceso que tienen los jóvenes hoy día al conocimiento en sus computadoras y sus teléfonos ha cambiado la dinámica.

'Los niños y jóvenes viven en un mundo donde tienen acceso a montones de cosas y pueden aprender de montones de maneras. El maestro no lo sabe todo ni es el único que sabe, el maestro tiene que servir y trabajar en otra dirección que no sea el fomentar una dependencia que cada vez se hace más imposible. Es común que en momento de incertidumbre la gente acuda al discurso del control porque le da un sentido de que es algo que podemos manejar, pero se aparta de todo lo que sabemos en términos de qué fomenta un proceso de aprendizaje', reiteró.

Sobrecarga y hastío en el entorno laboral del maestro

'Para mí deberían botar al maestro ese por no tener la capacidad de controlar sus impulsos y no tener la capacidad con los estudiantes', comentó un cibernauta ante la noticia de la restitución de Pujols. 'Increíble cómo han convertido a este maestro en un héroe por escenificar un bochornoso acto de violencia ante sus estudiantes', expresó otro. Algunas personas han expresado su malestar con que el maestro haya perdido la paciencia, pero realmente son los menos.

Una gran parte de la población cibernauta ha descargado las culpas sobre un sistema educativo que a todas luces oprime al maestro, con papeleo administrativo, con sobrecarga laboral, con horarios inflexibles, con precariedad salarial, con muchas formas de hacerlo sentir abandonado y pisoteado.

'Por supuesto que te voy a decir que no es adecuado que un maestro le hable así a sus estudiantes, pero lo puedo entender. Perdió la paciencia, no pudo más, que no es lo que uno quisiera, pero puedo entenderlo como ser humano que le haya ocurrido, y más todavía luego cuando uno ve las condiciones en lo que está trabajando. Cómo tú vas a aprender de electrónica sin unos cables en la mano para practicar?', sostuvo Yudkin.

Uno de losexestudiantes de Pujols, Luis A. Alvarado, publicó en Facebook: 'El maestro del vídeo es un gran ser humano, lo digo yo que fue mi maestro de salón hogar por tres años. Ahora todos lo juzgan porque lo grabaron perdiendo la 'chaveta', pero nadie habla de cómo ese señor tenía su salón de clases equipado para que nosotros pudiéramos practicar en la clase de electrónica. Nadie saca un video de él cargando televisores y radios - que traía desde el taller de su casa - para que nosotros arregláramos y así practicáramos la teoría. Nadie grabó cuando nos llevó a competencias regionales de electrónica. Nadie grabó sus eternos discursos de por qué había que estudiar y ser una persona de bien'.

En efecto, seis requisiciones había entregado ya Pujols para que el Departamento de Educación le suministrara los materiales necesarios para aplicar la teoría aprendida en su clase. Precisamente, por llenar la clase de libros sin poder ejercer la práctica, los estudiantes se quejaron. Todo parece indicar que la situación se salió de control en el trato y la forma, pero aparentemente a raíz de esa inquietud surgió todo.

Cuando todo esto salió a la luz pública, el Departamento de Educación decidió separar al maestro del salón de clases en lo que investigaba el incidente. De inmediato, la Asociación levantó bandera, reclamando que el maestro no representaba un peligro para la comunidad y que quienes en todo caso quedaban castigados eran sus estudiantes que faltarían a su materia.

Pero aparentemente, querellas como estas se reciben a menudo. Díaz, destacó desdesu mesa de conferencia quePujols, quien estaba sentadoa su lado al mediodía del martes con rostro compungido, serio, angustiado, con una sobredosis de tristeza y cansancio, estaba lejos de ser el único maestro al que se radica querella por situaciones similares.

'El maestro no es un santo, es un ser humano. Tenemos un problema. Aquí te nombran hoy en la sala de clases y nadie se te acerca nada más que parasupervisartey para exigirte y para pedirte; y este Departamento de Educación se ha dedicado a crear papeleo para el maestro, informes y más informes, y hay muchos papás buenos a quienes les agradecemos, que quieren el bien de sus hijos, pero hay papás que tan pronto el niño le lleva la queja no investigan, y a veces los niñossuelenexagerar y disfrazar las situaciones. Hay que investigar desde todos los ámbitos', indicó Díaz.

'El profesor no tiene culpa, solo está frustrado y angustiado. Ser maestro no es fácil: miles sacrificios para serlo y preparar toda un plan para que vengan estudiantes a alterar la clase donde hay personas que sí quieren estudiar', comentó otracibernauta.

Y es que no es solo el hastío por las condiciones laborales. Tampoco se puede tapar el sol con un dedo y negar que muchos estudiantes llegan con malas mañas aprendidas a través de los años, producto del entorno de violencia en que viven a diario. Por eso, este medio le preguntó a Yudkin: 'Si un maestro recibe a sus estudiantes de duodécimo grado y no tiene forma de hacerlos respetar, qué hace?'

'Es bien difícil porque tú estás recibiendo diez o doce años anteriores a ti de estilos acumulados, de rechazos acumulados, de violencias acumuladas, de formas de resistirse a la imposición de muchas cosas y es bien difícil. Yo no te puedo decir que un maestro va a llegar ese día y resolver el problema, eso requiere tiempo mucho esfuerzo y mucho apoyo de toda la escuela para cambiar esa dirección', respondió.

Mientras tanto, al maestro se le desatiende en sus necesidades salariales. Como bien estableció el psicólogo JorgeSantana, quien está atendiendo a Pujols, es a esta figura social a quien más se le exige en términos de la formación del futuro del país, y es a quien menos se le remunera en proporción al papel tan fundamental que juega en la sociedad.

'El maestro que se encuentra con eso el primer día si el problema lo han acumulado por diez años no es justo esperar que lo pueda solucionar en un día en ocasiones ya la cosa está tan deteriorada que es más difícil todavía siquiera empezar a darle la vuelta, pero en términos generales el minuto que generas algún tipo de ambiente en que el estudiante se siente respetado y en que no añades a ese espiral de violencia empiezas a bajarle el tono a la confrontación aunque es fácil para uno decirlo en teoría comparado con cómo lo puedes decir en el salón de clases', concluyó Yudkin como una última exhortación.

*Todos los comentarios ciudadanos han sido tomados de los reportajes de NotiCel sobre el caso compartidos en su página y sus redes sociales.

(Josian Bruno Gómez / NotiCel)
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