Bottles sigue cobrando cargo ilegal y ahora es la base de guerra con sus meseros
Lo que empezó como una querella ordinaria por salarios en el tribunal estatal va por un pleito federal que podría convertirse en uno de clase para abarcar a todos los meseros del restaurante ubicado en Guaynabo.
Seis años después de vistas legislativas sobre el tema, que desembocaron en una multa del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), el restaurante Bottles en Guaynabo sigue imponiendo un cargo fijo de “servicio” de cerca del 18%.
Ese cargo, cuya ilegalidad está sostenida por el Tribunal de Apelaciones, es la base de una disputa salarial del restaurante con sus meseros que abarca una demanda de libelo contra uno de los meseros y la posibilidad de que se desarrolle un pleito de clase en contra del restaurante a nivel federal.
La confrontación también incluye que el restaurante demandó por difamación a una persona que hizo expresiones en Twitter sobre las condiciones laborales y opinó que eran “un legado directo de la esclavitud”.
El pleito legal comenzó en marzo de 2023 en el Tribunal de Primera Instancia de Bayamón como una querella por salarios bajo el procedimiento expedito que provee el derecho de Puerto Rico. El querellante es O.E.M.A., un exmesero quien estuvo siete meses trabajando en Bottles y quien alega que en ese periodo se le pagaron cerca de $30,000 por concepto del cobro que el restaurante hizo en el cargo fijo en las mesas que atendió.
Sostuvo en su reclamación que se le debe por lo menos una cantidad igual a esa porque la práctica en el restaurante es que la gerencia se queda con la mitad de ese cargo, el cual ya DACO determinó que es violatorio de la ley porque es una propina disfrazada que, como no se etiqueta ni tramita como tal, no resulta en el mismo beneficio para los trabajadores que tendría si, como una propina normal, se le entregara al mesero como parte de su compensación.
Bottles, un nombre comercial de la corporación Kindred Spirits Inc. propiedad de Richard Gabriel Gonsalves Hodous, pidió el traslado de esa querella al foro federal debido a que hacían reclamaciones bajo la ley federal. O.E.M.A. intentó que se devolviera al foro local, pero no lo logró.
“En cuestión está el sistema de compensación en Bottles, por virtud del cual a casi ningún empleado se le pagan salarios, sino que reciben compensación basada en una ‘comisión’ que se deriva de parte del cargo automático impuesto a los consumidores, calculado como un porciento del costo total del consumo de bebida y comida en el restaurante, que se distribuye entre Bottles mismo y/o una porción de empleados que no son los meseros, en violación a la ley”, indica la demanda. El no contar ese cargo como una propina, y el no distribuirlo a los meseros, afectó también el cálculo de vacaciones y días de enfermedad de los meseros, añade.
En su contestación a la reclamación, ahora federal, Bottles argumentó que la relación laboral que tenían con el mesero era de empleado regular y no de contratista independiente. Como tal, no le pagó un salario mínimo reducido, como se le paga regularmente al personal que recibe propinas, sino que se le pagó una comisión basada en el total neto de las ventas que hacía en su turno o el salario mínimo regular, lo que fuera mayor. Tal y como hicieron en la Legislatura cuando una comisión senatorial hizo vistas al respecto, y como alegaron infructuosamente en DACO, insistieron que el cargo por servicio no es una propina, por lo que niegan que se hubieran quedado ilegalmente con dinero que debía recibir el mesero.
La semana pasada, O.E.M.A. ripostó con una petición al tribunal federal para que le permitan enmendar la demanda, añadir a cinco meseros con reclamaciones similares y a convertir el pleito en uno de clase para que se puedan añadir otros meseros del restaurante con reclamaciones similares. Bottles se opuso al pedido y se quejó que el exempleado quería “inflar” una simple querella por salarios que se debe radicar de forma expedita para convertirla en un pleito de clase, aunque fueron ellos los que convirtieron la reclamación en federal al pedir el traslado.
Apuntan también a que las reclamaciones de los cinco demandantes nuevos, todos exmeseros, estarían prescritas.
Como parte de la discusión pública que generaron las condiciones laborales en el restaurante, la corporación que opera desde 1998 demandó por difamación a Randiel José Negrón Torres, quien se identificó como portavoz del grupo Justicia Salarial e hizo comentarios en Twitter y en noticiarios sobre el trato a los meseros. La empresa reclamó haber sufrido $1.3 millones en daños y el Tribunal de Primera Instancia rechazó una moción de Negrón Torres para desestimar el pleito.
Pero en una decisión de febrero pasado, el Tribunal de Apelaciones revocó y decretó la desestimación de la demanda al encontrar que Negrón Torres estaba repitiendo el contenido de la querella laboral de O.E.M.A. y, por tanto, su expresión estaba protegida y no podía ser encontrado responsable de difamación. Sobre su opinión de que las condiciones laborales en Bottles son un “legado directo de la esclavitud”, el tribunal dijo que tampoco lo hacen responsable de difamación porque nadie creería que los meseros están encadenados y son agredidos por capataces. La frase es hipérbole retórica, una de las excepciones a la aplicación de la difamación.