Administración Vázquez Garced dejó por la libre a las megatiendas durante pandemia
Una demanda federal produjo evidencia de cómo las megatiendas se aprovecharon de que sus competidores pequeños estaban cerrados para violar las órdenes de control de venta tan pronto notaron que otras lo hacían y no les pasaba nada.
Mientras en conferencia de prensa tras conferencia de prensa durante la pandemia la exgobernadora Wanda Vázquez Garced y sus funcionarios amenazaban con sanciones a los negocios que violaran las órdenes ejecutivas de encierro vendiendo artículos que no fueran esenciales, sabían que las principales megatiendas de la isla los estaban vendiendo y no hicieron nada.
Así está consignado en evidencia que se recopiló como parte de una demanda que presentó un grupo de negocios locales que reclamaban compensación a las megatiendas por incurrir en prácticas anticompetitivas durante ese periodo. La reclamación, que encabeza la desaparecida tienda Kress, fue desestimada en noviembre pasado por el juez fedeal William G. Young, pero será objeto de apelación.
La desestimación no fue por problemas con la evidencia sino porque el juez entendió que, aún admitiendo la solidez de la evidencia, no encontraba una obligación legal que las tiendas Walmart y Costco tuvieran que obedecer para dejar de ofrecerle a sus clientes durante la pandemia productos que no estaban en la lista de esenciales, según las órdenes ejecutivas de encierro.
Correos electrónicos internos, deposiciones y las planillas que las megatiendas sometieron al Departamento de Hacienda para el cobro del Impuesto sobre la Venta y Uso (IVU) son parte de la prueba que los demandantes recopilaron durante el trámite de la demanda, que comenzó en el tribunal local pero las demandadas pidieron su traslado al foro federal.
Los demandantes reclamaban $500 millones en compensación y que la demanda se convirtiera en una de clase para que todos los negocios que cerraron por unas 11 semanas debido a las órdenes ejecutivas pudieran participar de la compensación. Durante las primeras semanas de la pandemia, desde el 12 de marzo de 2020, el comercio regular estuvo cerrado y solo podían operar limitadamente aquellos que vendieran una serie de artículos esenciales. La alegación principal es que, por ejemplo, la joyas no eran un artículo esencial por lo que las joyerías no estaban operando. Pero Walmart, que podía abrir porque vendía artículos esenciales, mantuvo sus departamentos de joyería abiertos y vendiendo, así que el consumidor que llegaba allí por los artículos esenciales también compraba artículos no esenciales.
“El cierre temporero de las tiendas de los demandantes, por órdenes del gobierno, no le imponía una obligación a los demandados a que también cerraran”, resumió el abogado de Walmart, Paul Berks, en la vista del 14 de noviembre en la que el juez Young concedió la desestimación del pleito. Parte de los hechos es que la exgobernadora Vázquez Garced diseñó el detalle de los cierres comerciales con insumo de su entonces recién nombrado “task force” económico, el cual estaba integrado por representantes de las megatiendas, como el enlace de Walmart con los asuntos gubernamentales, Iván Báez.
Una serie de correos electrónicos internos de Costco ilustran lo que pasó trasbastidores en el sector comercial mientras la mayoría de los comercios estaban cerrados y a la vez que el gobierno federal enviaba estímulos económicos a los ciudadanos para mantener niveles de consumo.
A fines de abril de 2020, poco más de un mes después de iniciado el encierro, el gerente de operaciones regional de Costco, Guy Del Monte, ofrecía una actualización a sus superiores sobre las limitaciones de operación que la orden ejecutiva imponía a los negocios y sugería reabrir los centros de gomas porque ese tipo de actividad se podía llevar a cabo.
Unos días después, y con el Día de las Madres acercándose rápidamente, Del Monte informa que “chequeamos todos los Sams y Walmarts en Puerto Rico en los últimos dos días”. “Cada uno de ellos está vendiendo ropa. De hecho, están vendiendo de todo, excepto joyería. Y en el Sams de la Kennedy están vendiendo joyería así que están al 100% en todos sus departamentos… me gustaría abrir ropa y joyería también de cara al fin de semana de las madres. No parece que nuestra competencia haya recibido avisos sobre sus prácticas ni nosotros hemos tenido oposición alguna en nuestra decisión de ofrecer para la venta artículos no esenciales”, añadió.
El grupo de ejecutivos decide averiguar si otros negocios están vendiendo artículos no esenciales. “Walgreens está vendiendo de todo, incluyendo joyería barata, perfume, artículos de playa, ropa, lo que tú digas”, observó uno de los ejecutivos. “Okay, así que Walgreens es un jugador grande en Puerto Rico y está vendiendo de todo. Gracias por la actualización”, contestó John Hickey, encargado de los artículos no comestibles de Costco en la región que supervisa a sus tiendas en la isla.
Basado en esto, el 4 de mayo Costco reanuda la venta de ropa y el 7 de mayo, uno de sus gerentes de almacén, Patrick Bergeron, escribió: “Las ventas de ropa están haciendo erupción como un volcán acá abajo en Puerto Rico”. Añade que el día anterior, las ventas de ropa y de mujer en los almacenes de Puerto Rico se habían colocado en el primer lugar de toda la cadena y que llevaban toda la semana número uno.
“Tenemos una oportunidad bien única en Puerto Rico por las próximas dos semanas y media ya que básicamente somos los únicos jugadores en el mercado, aparte de Sam’s y Walmart… gran oportunidad para arrasar con el inventario viejo y evitar tener que poner descuentos en el futuro”, enfatizó.
En una deposición en enero de 2022, Bergeron dijo que no se enteró de que el gobierno hubiera tomado acción contra Costco por las actividades de esas primeras semanas de la pandemia. También en deposición, el ejecutivo de operaciones de Walmart, Orlando Jiménez Cuevas, afirmó que sus tiendas en la isla recibieron visitas o inspecciones del Departamento de Salud, Bomberos, la Policía, el Departamento de Asuntos del Consumidor, y del Departamento del Trabajo y que nunca conoció de querellas o acciones de las agencias contra la empresa. En una tercera deposición incluida en el récord del caso, ejecutivos de Costco le dijeron a abogados de los demandantes que pedían clarificación al gobierno sobre qué artículos se podían vender, pero no la recibían. Había un sentido de que “eso lo manejábamos nosotros”, dijo, a la vez que confirmó que hubo múltiples visitas de distintas agencias a las tiendas, incluyendo del ya extinto “COVID Tak Force”, pero no hubo querellas o sanciones.
En la vista ante el juez Young, uno de los abogados de los demandantes, Luis Saldaña, resumió su argumento exponiendo que las megatiendas “no debieron haber competido de manera desleal con nuestros clientes”. “Se debieron haber autolimitado, como hicieron inicialmente, de vender artículos no esenciales. Y lo que pasó es que vendieron, todas las megatiendas estaban vendiendo y querían ser los únicos jugadores en el mercado y siguieron para adelante”, acotó.
“Los demandantes se convirtieron en facilitadores de miles de transacciones ilegales", apuntó también en su moción de reconsideración en la que piden a Young que, como es un asunto novel bajo el derecho puertorriqueño, le certifique la controversia al Tribunal Supremo local para que decidan si las órdenes ejecutivas imponían a las megatiendas la obligación de no vender artículos artículos que sus clientes no podían comprar en ningún otro sitio por las prohibiciones gubernamentales.
La demanda cubría a Walgreens y CVS, pero hubo transacciones sobre estos y al momento de la desestimación de Young solo estaban Walmart y Costco.
Vea:
Comercios que se quedaron sin vender por toque de queda demandan a megatiendas