Métricas exponen que sigue en deterioro el desempeño de LUMA y Genera PR
La capacidad de los sistemas solares en techo y de las baterías sigue creciendo, pero no se les está usando para compensar las deficiencias del sistema.
Las métricas de desempeño de la red eléctrica correspondientes al trimestre de julio a septiembre de este año demuestran deterioro o estancamiento en las áreas de apagones y capacidad de generación, según los documentos sometidos al Negociado de Energía (NE) por el operador privado de la red, LUMA Energy.
El operador emitió un comunicado ayer en el que su presidente, Juan Saca, destaca que habían ocurrido “mejoras significativas” en el desempeño, pero para obtener las mismas comparaba el trimestre de julio a septiembre de este año con el mismo trimestre del 2023. Pero la comparación de enero a septiembre de 2024 contra el mismo periodo de 2023 no refleja positivamente para el operador.
Una de las métricas es el Índice de Duración de Interrupción Promedio del Sistema (SAIDI en inglés), el cual se mide en cantidad de minutos mensuales. Desde enero hasta septiembre de 2024, el promedio fueron 122.11 minutos. Eso es más que el promedio de 113.65 minutos que hubo entre enero y septiembre de 2023. Cuando se compara julio a septiembre de 2024 con abril, mayo y junio de 2024 (un trimestre marcado por apagones generales) hubo una leve mejoría de 145.76 contra 134.52.
En junio del año pasado, los datos indicaban que los apagones bajo LUMA duraban 1,792% más de lo que duraban bajo la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
El jueves, durante las vistas de transición, el presidente del NE, Edison Avilés Deliz, dijo que “llevamos ya tres años recopilando esta información (métricas de desempeño) y yo creo que ya tenemos la madurez suficiente para utilizar el mecanismo de multas que establece la ley para (forzar a LUMA) a una mejoría consistente”.
El informe de métricas de desempeño incluye también datos de generación que están bajo la responsabilidad del operador privado de las plantas termoeléctricas de la AEE, Genera PR, que empezó a trabajar en enero de 2023.
Una métrica es la efectividad de las plantas, que tiene que ver con la cantidad de tiempo que pueden operar. En una comparación directa, de febrero a septiembre de 2024 ese indicador fue de 50% contra 48% del mismo periodo en 2023. El desempeño de la AEE en este dato solo está recogido para los siete meses antes de que entrara genera, esencialmente la segunda mitad de 2022. En ese momento, la disponibilidad de plantas era 46%.
Otra métrica de generación son los paros forzados en las plantas por razones de emergencia o por falla en los equipos. El promedio de febrero a septiembre en 2024 fue 25% contra 31% en el mismo periodo de 2023. Pero este año hubo un deterioro en esa medición cuando entre abril y junio hubo 22%, pero entre julio y septiembre fue 28%. En los últimos meses de la AEE, este indicador era 28%.
En las métricas de LUMA, para agosto de 2024 tuvieron su peor mes de renuncias de personal con un índice de 3.99 (el número de renuncias dividido por la cantidad de empleados activos). Es su peor mes de renuncias desde que en octubre de 2022 registraron 4.30.
El informe ante el NE recoge también indicadores sobre energía renovable. Ya hay 135,725 instalaciones de sistemas de generación distribuida (placas solares) que significan una capacidad de 944.57 megavatios. Eso es más de lo que pueden generar algunas plantas de combustible fósil que están operando ahora. Junto con esos sistemas, hay 111,983 instalaciones de baterías que se traducen a una capacidad de almacenaje de unos 1,975 megavatios.
Cómo esto aumenta las metas de generación de energía renovable en la isla es algo que todavía no se mide. El camino para que LUMA use la energía almacenada en las baterías para suplementar las fallas en el sistema apenas comienza. Solo 5% de los abonados con baterías se han inscrito en el programa mediante el que se pretende comenzar a ensayar el concepto de la planta de generación virtual.
Esta semana en la cumbre anual de la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento (SESA en inglés), dos analistas abordaron este tema.
Jackie Litynski, de la empresa Sunova, concluyó que la energía que se genera y almacena en los sistemas distribuidos evitaría 56.3 horas de apagones al año. Optimizar el uso de esta energía podría reducir dos terceras partes de los apagones que se sufren ahora.
De otra parte, Jennifer McKeon, de Ohm Analytics, enfatizó que la penetración de la generación distribuida en la isla todavía es incipiente y que puede tener un crecimiento anual de 12% durante los próximos cinco años. Pero esto asume que se mantienen las políticas públicas que alientan esta adopción acelerada, como la medición neta y el impulso del gobierno federal a la energía solar. Ambas están en duda porque las administraciones entrantes, tanto en el gobierno federal como en el local, favorecen el uso de gas natural.
Vea:
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