El ente regulador aprobó también un plan de LUMA para acelerar la integración de baterías a la red eléctrica.

El Negociado de Energía (NE) presentó la necesidad de abaratar costos de generación de energía y de promover “combustibles más limpios” como sus razones para aprobar condicionalmente la solicitud de Genera PR para convertir a gas natural tres unidades de Palo Seco, a pesar de que le señalaron al operador privado múltiples intentos de pasarse de listos en su petición.

“A lo largo del proceso, ciertas representaciones, información, declaraciones y explicaciones de Genera fueron vagas, no responsivas, confusas, contradictorias o incompletas, requiriendo múltiples seguimientos para obtener información”, dijo el ente regulador de energía en su resolución del viernes pasado.

La aprobación condicionada solo aplica a la solicitud para la conversión de unidades en Palo Seco. Todavía está pendiente una solicitud similar para convertir unidades en Mayagüez. A la vez, estos dos procesos de conversión son un intento de Genera por adelantar la aprobación de conversiones, aún cuando todavía está pendiente, en otro proceso separado, su plan de ahorros en costos por combustible. Esto implica que, cuando todavía no está aprobado el plan maestro de ahorros, al operador privado se le permite comenzar a hacer conversiones para uso de gas natural y, en el primer caso, ya se le señala que usa justificaciones menos que óptimas.

Es el segundo proceso que ha trascendido públicamente en el que el negociado critica las representaciones de Genera. Ya el NE ha determinado que el operador hizo “representaciones falsas” sobre el costo y tiempo que conllevaría la adquisición de unidades de generación de emergencia. Dichas representaciones provocaron que el regulador descartara un proceso avanzado que tenía la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) para comprar esas unidades, para darle espacio a que Genera desarrollara su propio proceso de compra. En una resolución, también del viernes, el NE se reafirmó en la orden que le dio a Genera para que complete la compra para 2026 o enfrente $25,000 de multa por cada día que se atrase.

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La matriz de Genera es New Fortress Energy (NFE), una empresa multinacional de venta de gas natural que enfrenta una demanda de clase por engañar a sus accionistas sobre el rendimiento que tendrían este año y que en una presentación reciente al mercado dijeron que el gobierno de Puerto Rico estaba actuando conforme al plan de ellos de aumentar la gasificación en la isla para tener una fuente estable de ingresos en contratos de venta de gas natural.

En el caso de la conversión de Palo Seco, las deficiencias de la solicitud de Genera incluyen que: a) primero dijeron que el ahorro por usar gas en vez de petróleo sería $18 millones anuales, pero luego lo bajaron a $12.79 y el NE encontró que realmente sería menos porque el cálculo de ahorro parte de que las unidades se van a operar a una capacidad del doble de lo que típicamente han operado, lo que no se puede permitir porque provocaría costos de reparaciones que pueden ser más que los ahorros; b) primero dijeron que la conversión no tenía costo para los abonados, pero después precisaron que tenían que instalar unas válvulas que costaban $2.55 millones, que su matriz lo pagaría y también se necesitaría extender la tubería de gas que ya presta servicio a la planta de Palo Seco (con esto se exponía también la intención del operador de convertirse en dueños de las unidades convertidas); y c) el operador se basó en la premisa de que la política pública de transición a energía renovable obliga a convertir a gas natural en lo que las plantas termoeléctricas se pueden decomisar con la integración de suficiente generación renovable, cuando en realidad la ley no obliga a eso, aunque tampoco lo prohíbe.

El negociado decidió atender estas variables mediante establecer que se mantendrán monitoreando el desarrollo de la conversión para asegurar que tiene beneficios para los abonados y mediante las siguientes condiciones: 1) las unidades convertidas se mantendrán para uso de emergencia y no para generación base diaria; 2) la AEE será la dueña única de cualquier mejora que se le haga a las unidades en el proceso de conversión; 3) cualquier instalación de gasificación que se añada tiene que estar disponible para uso de otros suplidores de gas sin costo; 4) Genera tiene que someter al negociado los borradores de los documentos que se usarán para garantizar que las mejoras no atentan contra el acceso a fondos federales, particularmente en caso de que las mejoras hechas con fondos privados se dañen y se tenga que pedir la ayuda del gobierno federal para reparación o reemplazo.

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“Permitir que Genera (o NFE) asuma la propiedad de estos activos presenta un riesgo significativo para la permanencia de un mercado competitivo de gas natural en Puerto Rico. Dicha propiedad puede socavar la capacidad de otros suplidores de gas para competir en igualdad de términos por el suplido de combustible, llevando potencialmente a distorsiones del mercado y afectando la competencia abierta que se necesita para precios justos y confiabilidad en el sector de energía”, indicó el NE en su resolución.

El proyecto de conversión en Palo Seco abarca tres turbinas con capacidad de 27 megavatios que ahora operan con diésel y que están en uso desde 2019. La capacidad de operación está limitada a un tercio por regulaciones ambientales. Parte de la tarea de Genera es obtener modificaciones a esas regulaciones que puedan aumentar la capacidad bajo el argumento de que el gas es un combustible fósil más limpio que el diésel.

En otro evento relacionado el viernes, un grupo de organizaciones ambientales recurrió al tribunal apelativo federal para retar la decisión de la Comisión Reglamentadora de Energía Federal (FERC en inglés) de permitir que otra filial de NFE en Puerto Rico, NF Energía LLC, opere un gasoducto y terminal de gasificación en la bahía de San Juan sin permisos.

La instalación opera desde 2020 y, por petición de las organizaciones, la FERC concluyó que la empresa debió haber tenido un permiso de ellos para operarlo. Mientras evalúan el permiso, la entidad federal permitió que siguiera operando sin determinar impactos ambientales o riesgos de seguridad para las comunidades cercanas. Organizaciones como el Puente de Williamsburg, Enlace Latino de Acción Climática, Sierra Club de Puerto Rico, y otros, plantean que 20,000 personas viven a una milla del gasoducto y 168,000 a tres millas, lo que implica un riesgo de efectos graves sobre esta población, de ocurrir una explosión.

Para leer la resolución sobre la conversión de unidades en Palo Seco, pulse aquí.

LUMA obtiene aprobación para su plan acelerado de instalación de baterías

En otra resolución que también emitieron el viernes, el NE aprobó el plan del operador privado de la red eléctrica, LUMA Energy, para acelerar la integración de baterías a gran escala como resguardo para las deficiencias de generación y problemas de transmisión en el sistema de energía de la isla.

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El plan no implica que el operador compra o instala equipo. Se refiere solamente a un acuerdo estándar que ofrecerán a los productores independientes de energía para que añadan las baterías a sus proyectos conociendo de antemano una fórmula fija que se aplicará para compensarles por el uso de la energía almacenada.

LUMA estimó que puede añadir al sistema al menos 360 megavatios (185 en el primer año de los acuerdos y 175 después). Las baterías tienen que tener capacidad para proveer carga por al menos cuatro horas, ya que el uso más común de ese equipo será para aliviar los picos de consumo y ayudar a reducir los relevos de carga por problemas en la red.

Aunque por un lado alaba la integración de baterías a la red como “la mejor y más inmediata solución a un problema que va a persistir, aún cuando podamos alcanzar suficiente generación base constante y confiable”, por el otro acusa que “la integración mensual de cantidades masivas de sistemas de generación distribuida en los techos por parte de LUMA está empeorando los efectos generales de la generación intermitente”.

El NE considera que el gigavatio de energía renovable que está conectado en distintos puntos de la red (y que incluye la energía que producen los sistemas solares en techos) trae “complejidades operacionales” y lo consideran un factor que dificulta el gerenciar la red eléctrica.

“Está en el mejor interés de todos los puertorriqueños conectar a la red la mayor cantidad de capacidad (de almacenaje de bateria) posible en la menor cantidad de tiempo posible”, concluyó el regulador del sector de energía.

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