Ocho veces el negociado ha investigado apagones ocurridos bajo LUMA y Genera PR sin que haya constancia de qué medidas se tomaron para mejorar el sistema después de esas pesquisas.

Los comentarios públicos para el plan de estabilización de la red eléctrica que evalúa el Negociado de Energía (NE) se dividieron entre grupos comerciales que apoyaron sin reservas el plan de Genera PR de aumentar el uso de gas natural, y expertos y grupos comunitarios que exhortaron al regulador a no cometer los mismos errores de planificación que llevaron al colapso del sistema eléctrico.

Los comentarios incluyen críticas al ente regulador por limitar la participación al realizar sus vistas en horas y días laborables, y también porque han llevado a cabo ocho investigaciones por apagones desde que la red eléctrica está en manos de operadores privados sin que se sepa en qué quedó ninguna de ellas o qué medidas impuso el regulador para atender fallas y evitar que vuelvan a ocurrir.

“Desde que LUMA y Genera asumieron la operación y mantenimiento del sistema eléctrico de Puerto Rico ha habido al menos nueve apagones totales o masivos para los cuales el Negociado ha iniciado procesos de investigación. Estos procesos no han resultado en mejoría alguna en el servicio eléctrico en Puerto Rico… ¿En qué momento necesita realmente imponer sanciones para que las amenazas funcionen?”, cuestionaron Red Continental Cristiana por la Paz, Comité Dialogo Ambiental, Inc., Comité Yabucoeño Pro-Calidad de Vida, Inc., Organización Boricua de Agricultura Eco Orgánica, Inc., Alianza Comunitaria Ambientalista del Sureste, Inc., Mujeres de Islas, Inc., Frente Unido Pro-Defensa del Valle de Lajas, Inc., Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, Inc., Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, Recinto de Rio Piedras, Taller Social Comunitario, Proyecto de Integración Comunitaria San Isidro y Sierra Club, Capitulo de Puerto Rico.

En una vista la semana pasada, el presidente del NE, Edison Avilés Deliz, pidió al público que sometieran comentarios detallados sobre las prioridades que el plan de estabilización debe establecer para los próximos dos años y también sobre el uso de fondos para que las medidas no impliquen aumento en la tarifa. El propósito del negociado es implantar un “plan preliminar agresivo de mejoras al sistema eléctrico que mitigue las fallas recurrentes y elimine los puntos débiles que afectan la calidad del servicio eléctrico”.

La propuesta de Genera PR, operador de las plantas termoeléctricas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), es adquirir plantas de generación de emergencia que puedan operar con gas natural, así como convertir plantas de petróleo a gas natural. Esto es cónsono con planes que su matriz, New Fortress Energy (NFE), anunció al mercado sobre las ganancias constantes y confiables que esperan obtener de Puerto Rico por contratos de suplido de gas si el gobierno sigue respondiendo a sus planes de gasificación.

A favor de esta propuesta, mediante cartas que usan el mismo lenguaje y que proponen que se cabildee al Congreso para el financiamiento del plan, se expresaron la Asociación de Industriales, Asociación Hecho en Puerto Rico, Inc., Cámara de Comercio, Asociación de Hoteles y Turismo, Asociación Comercio al Detal, Asociación de Restaurantes, Asociación de Navieros y Alianza Pro Desarrollo Energético.

Las recomendaciones más puntuales y detalladas las presentó el catedrático Agustín Irizarry Rivera, exrepresentante del ciudadano en la Junta de Gobierno de la AEE. Basado en las propuestas de LUMA y Genera, el profesor observó que las medidas de estabilización de LUMA (reemplazo de postes, cambio de contadores e instalación de seccionalizadoras automáticas) no atienden los problemas más urgentes que ellos mismos identifican. Por ejemplo, transformadores que están fuera de servicio y que podrían ayudar a la continuidad del servicio si estuvieran en operación; problemas en segmentos de línea que se asocian con el 75% de los minutos de interrupción de servicio; y la falta de atención para acabar de integrar al sistema los 1,100 megavatios de energía de emergencia que representan las baterías que las personas tienen instaladas en sus hogares y que se podrían activar cuando ocurran fallas en el sistema.

Sobre el plan de despeje de vegetación que LUMA propone como su prioridad principal para darle estabilidad al sistema, Irizarry Rivera cuestionó que es un plan centralizado para atacar toda la vegetación a la vez, lo que calcula resultaría en un ciclo de poda que duraría 52 años, en vez de priorizar la poda por distrito para concentrarse en la vegetación que afecta a los componentes más críticos del sistema. Pidió al negociado que le ordene a LUMA hacer poda de manera segmentada y priorizada y que le prohíba usar herbicidas que contaminan el ambiente.

Sobre Genera, subrayó que el negociado debe multarlo porque su plan de estabilización incluye reparaciones que se supone ya hubiera hecho y que las baterías que proponen añadir las planifican recargar por la noche usando gas, en vez de por el día, usando sol.

Tanto los grupos comunitarios mencionados como la organización Cambio, hicieron hincapié también en que las propuestas de estabilización siguen conceptualizadas en un sistema central que distribuye energía a través de un puñado de líneas frágiles y susceptibles a huracanes que cruzan la isla de sur a norte. En vez de que el plan se dirija a establecer las bases de un sistema distribuido, donde la generación está ubicada alrededor de toda la isla e, incluso, donde la distribución está basada mayormente en sistemas solares instalados en los techos.

“El esquema propuesto de coubicación de baterías industriales en plantas fósiles o proyectos renovables a escala industrial adolece de la continua dependencia en el sistema centralizado vulnerable a los impactos de la vegetación y a las tormentas y huracanes más intensos y frecuentes asociados al cambio climático… Está bien establecido que los apagones posteriores al huracán María fueron el resultado de la falla casi total del sistema centralizado de transmisión y distribución de la AEE que dependen en gran medida en la generación de energía en el sur para transmitir al norte, especialmente al área metropolitana de San Juan. El combustible sustituto no haría ninguna diferencia en ese resultado”, dijeron las comunidades al criticar también el plan de gasificación.

Por su parte, Cambio enfatizó en que el negociado rechace alternativas que mantienen a los residentes de la isla dependientes de combustibles fósiles, como el gas, en vez de responder a la política pública de integrar más fuentes de energía renovable.

“Genera crea la crisis de falta de generación, poniendo siempre de excusa la antigüedad de las unidades, para entonces proponer que todo se soluciona con nuevas plantas de gas o con conversiones de las plantas a gas. Si el NEPR no abre los ojos ante esta realidad terminará tomando decisiones que solo benefician a Genera/New Fortress Energy y que perjudican al pueblo de Puerto Rico”, dijo la presidenta de la entidad, Ingrid Vila Biaggi.

“Si este (negociado) seriamente interesa que en dos años Puerto Rico cuente con un sistema estable, tiene que comenzar a cuestionar y a documentar cómo la incapacidad, la negligencia y las falsas representaciones de estas empresas han sido piedra angular en el desplome total de nuestro frágil sistema eléctrico. El informe dado a conocer el 7 de octubre de 2024 por parte de componentes del gobierno y preparado por FTI Consulting sobre los apagones de junio de 2024 señala claramente esta relación. El informe también demuestra que ni el país, ni este NEPR, puede valerse y confiar exclusivamente en los análisis que realiza LUMA y Genera y que resulta necesario validar independientemente la información que presentan estas empresas”, añadió.

Para leer los comentarios, pulse aquí.

Vea:

Explosión por gas en Encantada genera preocupación por uso de gas natural para electricidad