Junta de Planificación advierte urgencia de fortalecer agricultura local
Ante el riesgo que representa que la Isla es importadora neta de alimentos.
El cambio climático y la ocurrencia de más fenómenos atmosféricos obligan a Puerto Rico a crear nuevos y mejores programas para fomentar la elaboración de alimentos producidos localmente, advierte la Junta de Planificación en su más reciente "Informe Económico al Gobernador y a la Asamblea Legislativa 2023".
En un capítulo que titulan "Importancia del Sector de la Agricultura en Puerto Rico", el informe de la Junta subraya la conclusión de que “al ser Puerto Rico un país importador neto de alimentos y tener inseguridad alimentaria; (y ante) conflictos bélicos a nivel mundial, cambio climático y mayor frecuencia de fenómenos atmosféricos, es el sector de la agricultura el cual debe cobrar mayor importancia en la economía local”.
El documento gubernamental cita a la Organización Mundial de Agricultura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su definición de seguridad alimentaria: “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana”.
Reconoce que en Puerto Rico hay inseguridad alimentaria y señala entre las razones de mayor importancia para esta condición: la insuficiencia en la reserva de alimentos; acceso económico a los alimentos por el alza en los precios; producción local en muchos productos es baja; condiciones climáticas adversas (huracanes, sequías, inundaciones), inestabilidad política como guerras a nivel mundial y donde Estados Unidos está envuelto; factores económicos tales como desempleo, aumento de los precios de los alimentos y la escasez de mano de obra agraria.
Sostiene la Junta en su informe que “al igual que en otros sectores, para la producción agrícola (alimentos) se necesita de todos los recursos económicos, especialmente de los recursos tierra y capital para así poder producir la cantidad de alimentos necesarios. El recurso tierra tiene mayor importancia dado a que éste permitirá estimar la capacidad de producción de una nación”.
Recuerda, sin embargo, que en Puerto Rico quien único publica datos sobre la cantidad de terrenos agrícolas es el Censo de Agricultura de Puerto Rico que elabora el Departamento de Agricultura federal cada cinco años (USDA-NASS 2018), y este informó en ese entonces que en el 2018, en Puerto Rico se reportaron 8,230 fincas y 487,775 cuerdas en fincas y que esto representó una reducción de 37.4% en el número de fincas y una reducción de 16.6% en los terrenos dedicados a la agricultura comparado con el 2012.
Advierte que al momento de esta publicación, la información del CENSO del 2022 no había sido publicada.
La Junta, en su escrito, favorece la aprobación de una Ley Agrícola en Puerto Rico, que atienda las necesidades y oportunidades de este sector. “Como parte de la Ley Agrícola propuesta, ésta debe incluir un presupuesto fijo para otorgar subsidios, incentivos y crear programas para fomentar la producción, consumo y distribución de alimentos en Puerto Rico. Además, debe incluir los programas que han tenido éxito como los mercados familiares cuyo propósito es fomentar la venta directa de los productos agrícolas producidos localmente”, señalan.
Historia relacionada: Gobernador anuncia subsidio millonario para fortalecer el sector agrícola
Afirma el informe que una forma de reducir la brecha entre las importaciones y la producción local; mejorar la seguridad alimentaria; y reducir los altos precios de los alimentos de los residentes es aumentando subsidios e incentivos a los productores(as) agrícolas (incluyendo pescadores) para que adquieran capital y aumenten la producción y elaboración de alimentos.
“La agricultura es altamente subsidiada en todos los países del mundo. En Puerto Rico existen muchos subsidios e incentivos en el Departamento de Agricultura de Puerto Rico, los cuales se deben revisar y estimar su impacto al sector y medir la aceptación de los agricultores(as) en Puerto Rico”, recomienda.
Propone, además, que para poder lograr un sector tecnológicamente más avanzado se debe revisar el por ciento de aportación del participante del programa de infraestructura donde los agricultores(as) deben aportar el 50% por la compra de equipos y construcción de infraestructura, “ese por ciento debe ser revisado, especialmente durante emergencias locales”.
Afirma que en situaciones de emergencia, donde los agricultores(as) pierden sus activos se debe considerar financiar el 100% de los equipos o construcción de infraestructura.
Ingreso Bruto Agrícola
El Ingreso Bruto Agrícola (IBA), se explica, es el ingreso monetario y no monetario recibido por los operadores de la finca o agricultores(as). Sus componentes principales incluyen los recaudos en efectivo por concepto de las ventas de los productos de la finca, los pagos gubernamentales, otros ingresos de la finca (tales como ingreso de trabajos a la medida), el valor de los alimentos y la energía o los combustibles producidos y consumidos en la propia finca, el valor de la renta por residir en la finca, y los cambios en valor de los inventarios de cosechas y animales al finalizar el año.
El año fiscal más reciente para el cual se ofrecen datos es el 2021. Durante este año el IBA en Puerto Rico ascendió a $890.76 millones siendo el subsector de las cosechas el que tuvo una aportación mayor con $379.62 millones y el subsector de animales aportó $376.56 millones. Llaman la atención de que es la primera vez que el subsector de cosechas es el que más aporta al IBA.
Nos recuerdan en este análisis que el sector de la agricultura en Puerto Rico fue impactado por los huracanes Irma y María, estimándose las pérdidas en $2,070 mil millones en producción e infraestructura con 29% y 45%, respectivamente, según datos de la Oficina de Estadísticas Agrícolas del Departamento de Agricultura.
Los subsidios e incentivos en los años fiscales 2019 y 2021 ascendieron a $225.96 y $119.22 millones, respectivamente, informan a la vez que expresan que estas cifras son relativamente altas comparado con otros años, dado a que las mismas reflejan cuantías de desembolsos de origen federal por las pérdidas de los huracanes Irma y María y la pandemia del covid-19.
Apuntan además como parte de sus recomendaciones que es de suma importancia crear medidas para poder desembolsar de una manera más eficiente y rápida los incentivos y subsidios, luego de una emergencia, especialmente cuando los agricultores(as) pierden todos o casi todos sus activos. “El desembolsar los pagos en un tiempo razonable permitirá a los productores(as) y al sector a reponerse más rápido”.
En el año fiscal 2021, el subsector de animales aportó $376.56 millones al IBA lo que representa un 42.27% del IBA. El grupo que mayor aportación tuvo fue la leche con $190.41 millones, seguido de la producción de aves con $96.73 millones. En tercera posición se encuentra el grupo otros pecuarios, con $32.51 millones, el cual incluye la crianza de novillas de reemplazo aportando $29.81 millones a este grupo y el cual está asociado a la producción de leche. En cuarta y quinta posición se encuentran la producción de carne de res y ternera con $28.01 millones y la producción de carne de cerdo con $14.25 millones.
La leche en particular es considerada un producto de gran importancia por su aportación al IBA, aunque desde el año fiscal 2011, se observa la tendencia decreciente de la aportación al IBA de la leche, indica.
Además, se aprecia una contracción luego del 2017 que persiste relativamente hasta el año fiscal 2020 y una leve mejoría en el 2021, con un incremento de 6.6% en el año fiscal 2020 respecto al 2021, la cual puede estar asociada a el establecimiento de la cooperativa de productores(as) de leche (COOPLE). En cuanto a la producción afirman que ha decrecido durante el período, pero se ha mantenido constante en el 2019 al 2021.
La carne de aves es el segundo producto pecuario de mayor aportación al IBA en el año fiscal 2021, consistentemente con su tendencia histórica. Durante el año fiscal 2018 se aprecia una disminución drástica en la producción, luego de los eventos climáticos del 2017, seguido de una recuperación relativamente creciente para los años posteriores. Hubo un incremento aproximado de 20% en los precios del 2021, respecto al 2010 y un precio promedio de $1.10 por libra.
La aparente sorpresa en el periodo fiscal evaluado fue el subsector de cosechas, que aportó $379.62 millones al IBA lo que representó un 42.6%. El grupo que mayor aportación tuvo fue el de productos misceláneos, el cual incluye la producción de semillas. Los farináceos aportaron $106.43 millones, hortalizas $38.99 millones, frutas $34.46 millones, ornamentales $32.88 millones, y las tradicionales $7.09 millones.
Entre las frutas el mangó, piña, china, papaya y sandía son las que más aportaron al IBA en el año fiscal 2021. La producción de estas registró también una disminución drástica durante los eventos climáticos del 2017, con una recuperación relativa para los años posteriores del 2018 al 2021. En termino de precios, ha habido incrementos significativos.
Se informó que en el 2021 con relación al 2010, el precio del mangó ha subido 14.2%, el de la piña 32.9%, el de la papaya 79.2%, el de la sandía 48.8% y el de la china se ha quintuplicado, $73.84 por millar en el 2010 versus $381.03 en el 2021.
Por el lado contrario se informa que el café ha dejado de ser una de las cosechas que más aportaba al IBA y ya en el 2021 no se encuentra entre los primeros diez productos que aportan al IBA. Esta producción ha presentado fluctuaciones durante 2010 al 2021, con una tendencia al alza antes de los eventos climáticos del 2017. Durante el 2017 al 2019 hubo una disminución significativa, sin recuperación posterior, en los años fiscales 2020 y 2021, a volúmenes de producción previos a los huracanes de 2017.
“Es claro el impacto negativo que tuvieron los huracanes en la producción dada la naturaleza de la producción de café, Se esperaba que la producción comenzara a incrementar cuatro años luego del paso de los huracanes, pero la recuperación de esta industria en Puerto Rico ha sido lenta”, concluyen.
“Posiblemente lo podemos atribuir al tiempo que tomó desembolsar los subsidios e incentivos. Los precios del café han fluctuado de 2010 al 2021, con un crecimiento de 40.2% en el 2021, respecto al 2010 por la revisión de los precios de café”.
El futuro del sector
Concluye este extenso análisis sobre la situación de la agricultura con un acercamiento al futuro del sector en Puerto Rico.
Sostiene al respecto que “debemos ver el sector de la agricultura como cualquier otro sector, especialmente visualizar a los agricultores(as) como empresarios(as). Los alimentos son bienes necesarios para el ser humano y no cuentan con sustitutos por lo que la agricultura es altamente subsidiada en todos los países del mundo. El ofrecer incentivos y subsidios a los(as) agricultores(as) es una de las políticas públicas más comunes para mantener los precios bajos de los alimentos”.
Advierte en este cierre que las Naciones Unidas indican que los precios altos en los alimentos afectarán a los países que sean importadores netos, por lo que al ser Puerto Rico un país importador neto de alimentos, sus residentes están a merced de los precios mundiales para la compra de estos.
Se espera que los factores políticos de alrededor del mundo, el cambio climático y ocurrencia de fenómenos atmosféricos más fuertes y frecuentes estarán afectando la disponibilidad de alimentos en los próximos años. En adición, la proyectada reducción del número de agricultores(as) y cantidad de terrenos dedicados a la agricultura en Estados Unidos tendrá un impacto directo con la seguridad alimentaria de Puerto Rico.
Recalca este informe que “es esencial para garantizar el futuro del sector en Puerto Rico contar con un plan de desarrollo económico actualizado que promueva la producción y elaboración de alimentos para mejorar la seguridad alimentaria de la isla”.
Reitera que “en este momento histórico donde los residentes de Puerto Rico han experimentado la inseguridad alimentaria por todas las situaciones de emergencias locales, nacionales o mundiales, el Sector de la Agricultura debe tener un rol fundamental para la economía de Puerto Rico”.
Es de suma importancia, concluye, preparar un plan de desarrollo económico del sector que incluya la creación de nuevas políticas públicas que fomente: mantener las agroempresas/fincas existentes y el establecimiento de nuevas agroempresas/fincas; y que garantice el acceso a alimentos inocuos y nutritivos a precios accesibles para los puertorriqueños”.