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Economía

LUMA amenaza con suspender mantenimiento y otros trabajos críticos si no aumenta la tarifa

El aviso, bajo análisis del Negociado de Energía, ocurre justo cuando se cumplen los tres años que el consorcio dijo que podía operar sin aumentos en la tarifa y provocó que la AEE calificara su forma de trabajar como “insostenible”.

El presidente de LUMA Energy, Juan Saca.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

El consorcio LUMA Energy, operador privado de la red eléctrica, dijo que va a reducir o suspender una serie de tareas porque el dinero presupuestado no les da, incluyendo mantenimiento preventivo en la red, cambio de equipo en subestaciones y otras que conllevan riesgo de mayores fallas y apagones.

La decisión está contenida en la propuesta de presupuesto para el año fiscal 2025 que el consorcio sometió el 25 de mayo al Negociado de Energía de Puerto Rico(NEPR). Este regulador le pidió que aclarara el costo y prioridad de cada tarea “diferida”, como las calificó LUMA, y se espera que el tema sea uno de los que se discuta este viernes en una conferencia sobre los presupuestos del operador de la red, de Genera PR (operador privado de las plantas de generación) y de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

“Para mantenernos dentro de las limitaciones financieras existentes, una serie de actividades tuvieron que ser excluidas o pospuestas (del presupuesto de 2025). Por ejemplo, las iniciativas de mantenimiento preventivo y de mantenimiento correctivo tuvieron que ser reducidas proporcionalmente al financiamiento disponible. Estas iniciativas tienen la intención de identificar y atender proactivamente las deficiencias, enfocándose en asuntos de alta prioridad para aumentar la resiliencia y confiabilidad del sistema”, indicó LUMA en su presupuesto.

En respuesta al presupuesto, la AEE dijo al NEPR que la forma de operar de LUMA es “insostenible”. El presupuesto aprobado para las tres entidades que inciden sobre la red es $1,315 millones y la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (APP) propuso que se dividiera 65.2% para LUMA, 31.8% para Genera y 3% para la AEE.

Desde que entraron formalmente a operar la red hace tres años (después de un año durante el que cobraron $160 millones para familiarizarse con el sistema), LUMA ha dicho que el dinero que hay para operar no es suficiente, pero no se ha identificado otro presupuesto en el que hayan detallado una decisión unilateral de dejar de realizar una lista de tareas críticas por la supuesta falta de fondos. Por un lado, LUMA insiste al NEPR que no está pidiendo un aumento a la tarifa, pero, por el otro, informa su decisión de “diferir” tareas por falta de dinero.

“La estructura tarifaria básica de hace casi una década es inadecuada para apoyar el crecimiento, mantenimiento, reparación y modernización requerida para transformar efectivamente el sistema de energía para el beneficio completo de nuestros clientes”, dijo LUMA sobre la tarifa de 2017, al detallar cómo la APP ha suplementado cada año los ingresos de la tarifa con otras fuentes.

De la tarifa se saca no solamente para cubrir materiales, sino también lo que se le paga a LUMA por operar ($135 millones en su presupuesto 2025), los honorarios de todos los abogados y consultores involucrados en el caso de quiebra de la AEE y el pareo necesario para los proyectos de reconstrucción financiados por el gobierno federal. Tanto el pago a LUMA como el de los involucrados en la quiebra está sujeto a aumentos automáticos cada año.

El NEPR tenía pautado iniciar este año la revisión de la tarifa, pero decidieron posponerlo indefinidamente porque el caso de quiebra parecía estar por terminar y las determinaciones ahí pueden ser cruciales para ese análisis. Pero una decisión la semana pasada por el Primer Circuito de Apelaciones reconociendo a los bonistas derechos de cobro que no se le habían reconocido augura que el final del caso tarde más.

La expresión de LUMA en su presupuesto es cónsona con la postura pública que repitió en varias ocasiones el primer presidente que tuvo el consorcio, Wayne Stensby, de que la tarifa por el servicio de energía eléctrica no aumentaría en por lo menos tres años. Este decía también que en ese plazo los apagones se reducirían por 30% y la duración de los mismos por 40%. Pero los datos más recientes dicen que los apagones duran 1,792% más de lo que duraban bajo la AEE. La última medición de esa métrica bajo la AEE fueron 74 minutos de duración promedio en un mes y la métrica más reciente bajo LUMA son 1,400 minutos (23 horas). El promedio en Estados Unidos para 2020 fue de unas dos horas.

Vea el aviso de LUMA sobre trabajos diferidos aquí.

PDF: 20240525-MI20210004-Motion-FY2025-TD-GenCo-and-System-56-57.pdf

Además de los mantenimientos, LUMA indicó que diferirá trabajos en luminarias públicas (lo que afirman es un “riesgo de seguridad para las comunidades”); el mejoramiento de su sistema de facturación; que bajará la velocidad de respuesta a las solicitudes de nuevas conexiones comerciales; reparación de circuitos soterrados y de subestaciones (lo que implica “riesgo aumentado de apagones significativos”); que se van a concentrar en arreglar solo los vehículos que están “inoperables”; que suspendieron el programa de mitigación de fuego cuyo propósito es proteger las líneas de incendios vegetativos espontáneos que se pueden producir por las temperaturas altas; y que segmentarán los trabajos de tecnología que, precisamente, eran para que se pudiera mejorar la capacidad de reportar métricas a lo largo de toda su organización.

“Todo incide en todo. Correr un ‘grid’ (red) significa que 100 trenes corran bien al mismo tiempo”, contestó el licenciado Ramón Luis Nieves, director ejecutivo de Justicia Energética, cuando se le preguntó cuál de los trabajos diferidos resultaría más crucial. El profesor, y exmiembro de la Junta de Gobierno de la AEE como representante del ciudadano, Agustín Irizarry, resaltó no reparar circuitos soterrados, no dar mantenimiento a subestaciones y la falta de camiones como algunas de las tareas diferidas que afectan la confiabilidad del servicio.

“Esto está fuera de control”, dijo por su parte uno de los sucesores de Irizarry en la Junta de la AEE, Tomás Torres Placa. Anticipó que, de ocurrir lo que LUMA indica en su presupuesto, “esto se va a poner peor” y apuntó que esto es resultado de la falta de supervisión del contrato por parte del gobierno, así como de que LUMA ha estado consumiendo cada vez más del dinero de la tarifa por los aumentos automáticos que tienen y porque se le permite tener un sistema de recursos humanos en el que gastan más por traslado y hospedaje de trabajadores, en vez de usar trabajadores residentes.

En una moción sobre su presupuesto que sometió al NEPR, la AEE afirmó que “no se necesita aumento tarifario para financiar ni (nuestra) propuesta presupuestaria ni las propuestas de los operadores privados”. “Todos los gastos necesarios se pueden cubrir mediante una redistribución eficiente y justa de los recursos económicos disponibles”, añadieron.

“El gasto excesivo injustificado de LUMA y su incapacidad para, a la vez, generar ingresos suficientes con sus esfuerzos de cobro en la venta de energía o sus gestiones para obtener reembolsos de los proyectos financiados con fondos federales que supervisa es, sencillamente, insostenible. A pesar de las advertencias repetidas de la AEE sobre la inviabilidad del modus operandi de LUMA, y de invitaciones para discutir soluciones, LUMA no ha tomado acción para atender este problema funesto”, añadió la corporación pública en la moción del lunes pasado.

La objeción principal de la AEE en esta evaluación presupuestaria es que a LUMA se le está asignando dinero por fuentes de ingreso que son de la autoridad y que LUMA le ha creado un déficit de al menos $550 millones por su atraso en recobrar reembolsos de parte de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA).

La pugna presupuestaria ocurre en el contexto de aumento en la cantidad y frecuencia de los apagones, incluyendo dos episodios seguidos el 12 de junio que llegaron a afectar a cerca de 350,000 abonados y que son objeto de investigación por parte del NE.

Adereza también el tercer aniversario de la toma de control formal de la red eléctrica por parte de LUMA, que se cumple este mes. La fecha está marcada por dos renuncias de alto perfil en el equipo ejecutivo de LUMA, la de Shay Bahramirad, vicepresidenta de Ingeniería, y la del coronel José Reyes, principal oficial de Servicios Corporativos.

El presidente actual de LUMA, Juan Saca, dijo a NotiCel la semana pasada que la red estaba mejor hoy, bajo su control, que hace tres años, bajo la AEE.

“Número uno, tenemos, en realidad, varias cosas y en el progreso que se ha hecho en Puerto Rico en los últimos tres años y que es información bien concreta. Hemos instalado 12,000 postes, de los cuales van a ser resistentes a 165 millas por hora y nos faltan 100,000 más por hacer y ese progreso es palpable y se está dando. En el tema de las subestaciones, una de las razones por las fluctuaciones de voltaje, por ejemplo, es la vegetación, pero también está el tema de las subestaciones en donde estamos en este momento preparando 22 subestaciones en las cuales va a mejorar ese tema de la métrica. El sistema estaba en mucho peor condición de lo que nosotros entendíamos que estaba y no lo sabíamos hasta que entramos a verlo. En el corto plazo, en el mediano plazo y en el largo plazo se va a seguir viendo un mejor performance en todas las métricas nuestras”, aseguró.

Vea:

LUMA dice que estamos mejor que con la AEE porque han instalado 12,000 postes

Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.