Fuerte el sector de ventas al detal, pero con grandes retos de frente
Como es el caso de las ventas en línea y el cambio en el perfil poblacional de la Isla.
El sector comercial de ventas al detal es el principal dentro de la actividad económica privada en Puerto Rico, pero enfrenta serios retos en su futuro que pueden impactarle adversamente, como es el caso de las ventas en línea y el cambio en el perfil poblacional de la Isla.
Según el economista Vicente Feliciano, presidente de Advantage Business Consulting, este sector produce cerca de 130,000 empleos, que representan cerca del 14% del empleo en Puerto Rico, lo que lo convierte en “el sector privado más grande y el que más empleos genera”.
El mismo contribuye además con el 42% del recaudo del Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU), que son sobre $1,000 millones y eso es porque tiene la tasa más alta del IVU, agregó el experto ante el concurrido Foro Anual de la Asociación de Comercio al Detal.
Advirtió, mientras tanto, que los retos que enfrenta el sector minorista son cada vez más complejos y colocó en primer plano las ventas por Internet vs las ventas locales. Recordó que las primeras están aumentando y diversificándose rápidamente, presentando una competencia directa a los comerciantes locales.
Resaltó que ante esa competencia no pueden pasarle las ineficiencias del sistema local al consumidor. Mencionó entre estas los costos de electricidad, las leyes de cabotaje y el impuesto sobre el inventario, que son todos factores que impactan adversamente al comerciante minorista en la Isla. “Este es quizás el reto mayor del sector en el futuro”, dijo Feliciano.
Como evidencia de esos retos señaló que las ventas aumentaron un 3% recientemente, lo que es, sin embargo, un aumento a un ritmo menor que el aumento en el salario. “El aumento en dólares no es igual a un aumento en unidades”, advirtió al dramatizar la situación.
Indicó, por otra parte que los salarios en el sector de ventas al detal están creciendo más rápido que en el resto de la economía y que la brecha del salario del sector minorista con los demás sectores se está achicando, y opinó que “eso es bueno para esta industria”.
El otro gran reto que enfrenta este dinámico sector es el cambiante perfil de la población en Puerto Rico, ya que el cambio demográfico impacta lo que se vende en la tienda.
Señaló que la migración neta se está normalizando, pero el problema es que las personas que nacen son menos que las personas que mueren. “Aún sin migración la población de Puerto Rico va seguir bajando”.
Comparó el perfil de la participación laboral en Puerto Rico con la de Estados Unidos y afirmó que la nuestra es muy diferente a lo que se observa en Estados Unidos, ya que la participación de los adultos mayores en la fuerza trabajadora en Puerto Rico es mucho menor.
“Según pasan los años la presión sobre el mercado laboral va a ser mayor”, afirmó al resaltar que la tasa de participación de la población de 65 años o más en Puerto Rico es de apenas 2.9%.
A pesar de los retos señalados, sin embargo, el panorama económico para el sector luce positivo en el futuro inmediato ya que hay varios indicadores que le favorecen, como lo es el aumento en el empleo en el país y que la mayoría de los proyectos de reconstrucción tras el huracán Maria no se han completado lo que ofrece estabilidad a la economía.
Resaltó en ese sentido que hay fondos asignados por $33.6 millones, de los que se han obligado $32.9 millones y solo hay $6.7 millones desembolsados. “Los fondos en su mayoría no se han gastado y se van a estar gastando”, dijo.
Retos de los patronos en Puerto Rico
Ante el mismo foro el abogado Juan Felipe Santos expuso en detalle los retos legales y y regulatorios que enfrentan los patronos en Puerto Rico y enumeró varias áreas de impacto.
Son estas la permisología y los aspectos contributivos; los requisitos de seguros que hay que obtener incluso antes de comenzar a operar; las leyes laborales que regulan el manejo del personal; las múltiples licencias que varias de esas leyes imponen a las empresas; las regulaciones de discrimen, acoso y represalias en el trabajo; aquellas otras que regulan las horas y salarios; la Ley de Cierre; los procedimientos para reclamaciones laborales y los remedios que establecen esas leyes en estos casos.
Insistió Santos a lo largo de su exposición que prácticamente ninguna de esas leyes, regulaciones y condiciones existen en las distintas jurisdicciones de Estados Unidos, lo que coloca a Puerto Rico en una posición desventajosa para hacer negocios.
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