Estudio alerta que seguir invirtiendo en tecnología para combustibles fósiles puede generar una flota de elefantes blancos.

En medio de dudas por la participación de un suplidor de gas natural en el consorcio privado que administrará las plantas de generación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia dijo ayer que su administración está “alineada” con un estudio del Departamento de Energía federal (DOE) que favorece la inversión en fuentes de energía renovable y alerta en contra de seguir invirtiendo en generación con combustibles fósiles, como es el gas natural.

La intervención de New Fortress Energy (NFE) en el consorcio privatizador de la generación, que todavía no ha sido anunciado formalmente, fue una interrogante repetida por el público que participó ayer en el seminario virtual en el que el DOE publicó la actualización de su estudio PR100. La iniciativa, que tendrá su informe final en diciembre de 2023, busca evaluar científicamente las maneras en que la isla podría cumplir con la política pública de usar fuentes renovables para el 100% de su consumo energético.

Al adelantarlo la semana pasada a algunos medios, un oficial ‘senior’ del DOE dijo a preguntas de NotiCel que “no hay espacio para más proyectos de gas natural” y una lectura del estudio deja claro que ya el análisis de está decantando porque los miles de millones de dólares en fondos federales para la reconstrucción de la red eléctrica se usen principalmente en la integración de fuentes renovables.

El estudio alerta sobre hacer inversiones en infraestructura de renovables y de fósiles que puedan quedar como elefantes blancos (“activos abandonados”) cuando llegue, tarde o temprano, el futuro de generación distribuida de energía al que se dirigen los análisis. “Desplegar aceleradamente proyectos de energía solar y eólica reducirá la inversión y los costos operacionales en el corto plazo porque son su construcción resulta menos costosa que lo que cuesta operar las plantas actuales con combustibles fósiles, tomando en consideración costos de combustible actuales y proyectados”, dijo el DOE.

El estudio también atiende el argumento de los proponentes de la inversión en gas natural, como el propio director ejecutivo de la AEE, Josué Colón, de que la red están tan crítica que no aguanta la integración de renovables y requiere el despliegue rápido de proyectos transicionales de combustibles fósiles.

“En el plazo cercano (los próximos 5 a 15 años), el sistema de transmisión puede acomodar el crecimiento proyectado en renovables, pero en el largo plazo, se necesitan mejoras en la transmisión para acomodar proyectos de generación a gran escala, especialmente los eólicos localizados sobre el mar”, consigna el documento. Además, el DOE llama a acelerar el proceso de aprobación de proyectos de energía renovable (en manos de la AEE, el Negociado de Energía y la Junta de Supervisión Fiscal), porque el programa de aprobación actual no va a llevar al cumplimiento de las metas intermedias antes de la meta de 100% renovables en 2050. Pide también prioridad para las plantas de generación virtuales, o lo mismo que usar las baterías de los hogares como una reserva de energía para las plantas de generación de la AEE.

El estudio ya va definiendo que, debido a consideraciones sobre uso de tierras agrícolas y otro tipo de terreno que puede chocar con la construcción de proyectos de energía renovable, las alternativas no se inclinan a proyectos de generación grande, sino más pequeños, como microredes, que están más distribuidos geográficamente por todo el archipiélago.

En su segundo año, el estudio afinará el aspecto económico de las alternativas, pero adelantó que, al estimar los costos y retorno de inversión de la generación con energía renovable, “encontramos que la implementación de proyectos nuevos solares, eólicos y de almacenaje es más efectiva que mantener las plantas generadoras actuales, solo basado en costos operacionales, serían más costo efectivas para tan pronto como el 2025”.

Un panel realizado con Pierluisi Urrutia, la secretaria del DOE, Jennifer Granholm, y la administradora de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, transparentó las diferencias en los enfoques y las facciones que hay en la discusión de cómo atender la integración de renovables a la red eléctrica.

Por un lado, Granholm levantó como ejemplo los logros de Casa Pueblo en Adjuntas para masificar el uso de energía celular y los logros de resiliencia que tuvieron tras el huracán Fiona. Ni el Gobernador ni la Administradora de FEMA aludieron a Casa Pueblo o secundaron el endoso de Granholm. Pierluisi Urrutia dijo que su gobierno está alineado con los hallazgos de PR100 e hizo una enumeración de logros de su administración. Pero, realmente, son cosas que ha hecho LUMA Energy y, aún más, son un reflejo de la estampida de abonados de la AEE que ha instalado placas solares y baterías en sus hogares mediante suplidores privados para tratar de independizarse de la red y aislarse de los aumentos en los costos de energía. Mediante orden ejecutiva, el Gobernador dictó que se consideraran alternativas de generación usando hidrógeno, lo que el DOE dijo que va a considerar para su informe final.

Por su parte, Criswell se limitó a subrayar que trabajan junto con el Gobierno de Puerto Rico, con el que tienen una “visión compartida” sobre la restauración de la red. Enfatizó en que hay que proveerle estabilidad a la red y que toda generación de energía que su agencia pueda proveer es “estructuralmente temporera” porque son solo un parcho en lo que se hacen reparaciones permanentes.

“El DOE está listo, dispuesto y capaz para trabajar con las comunidades”, dijo Granholm al reconfirmar su compromiso con desarrollar soluciones con enfoque ciudadano, para lo cual se propone visitar “las cuatro esquinas” de la isla explicando PR100 y recogiendo opiniones.

Para ver el informe, pulse aquí.

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Baterías instaladas en hogares pueden ayudar a evitar apagones, pero LUMA dice todavía no

Gobierno federal: “No hay espacio para más proyectos de gas natural”