Detrás de la escasez de guineos hay apuesta de Agricultura por competir con sector privado
Desaciertos han marcado la decisión del Secretario de Agricultura de importar guineos y plátanos solo a través de la propia agencia, descartando así a importadores privados con experiencia.
Desde el azote del huracán Fiona en septiembre pasado se conocía que la cosecha de guineos y plátanos estaba impactada y no podría suplir los niveles de demanda normal para el periodo navideño, pero tres meses no fueron suficientes para evitar que, en efecto, esas frutas escasearan durante la época en que más se buscan.
El mercado local de guineos y plátanos está protegido por el Gobierno de Puerto Rico por lo que, de ordinario, no se permiten importaciones. Sin embargo, no es la primera vez que se levanta la veda de importación para atender una escasez provocada por un huracán. Ocurrió con María. La diferencia entre ese evento hace cinco años y ahora es que el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, quiso apostar a que el propio departamento podía servir como importador único, en vez de, como en María, abrir las gestiones a las varias empresas privadas de importación de productos perecederos que operan en la isla.
El resultado fue un embudo en el movimiento de carga, causado por logísticas de transporte y por requerimientos de sanidad, que el mismo Secretario admite que le obligará a buscar formas adicionales de distribuir los guineos y plátanos para que no se echen a perder cuando, en unos días, el mercado se llene de producto, pero la demanda esté bajando.
Hasta ahora, Agricultura vende los embarques a la Asociación de Productores de Banano para que los agricultores miembros sean los que distribuyan a los puntos de venta y participen en la cadena comercial. González Beiró admitió a NotiCel que con los atrasos está considerando pasar embarques también a los comedores escolares y usarlos en los mercados familiares que el departamento organiza desde enero, así como a otros distribuidores, para evitar que el producto se pierda.
El funcionario asegura que su intención era proteger a los agricultores y a los consumidores porque el trámite en la agencia añade solo $1 de costo por cada caja de 40 libras de guineo, pero el trámite con importador privado añade entre $5 a $8 de costo por cada caja (hay 1,098 cajas por cada contenedor para una diferencia de hasta $7,686 por contenedor). “Esas empresas se están viendo afectadas porque en huracanes anteriores habían llenado sus bolsillos y no le habían dado participación a los agricultores… el malestar de Manuel Reyes es porque ellos quieren tener esa ganancia para ellos”, defendió González Beiró en referencia al vicepresidente de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), quien recientemente planteó que “si el gobierno nos hubiera permitido como empresa haber traído los guineos y plátanos como hacemos a diario con el resto de los productos comestibles, esto del atraso no hubiera ocurrido”.
El ahorro no ha implicado que el consumidor encuentre el producto barato porque los frutos se están comprando a sobreprecio en Costa Rica ya que, como indicó el secretario, fue una compra excepcional y los productores tuvieron que dejar de cumplir con otras órdenes para llenar la de Puerto Rico. Este sobreprecio en el origen, añadió González Beiró, hubiera ocurrido también con los importadores privados porque Puerto Rico no está en el mercado internacional comprando guineos usualmente.
A pesar de las intenciones, la realidad es que Agricultura no tiene experiencia haciendo importaciones a esta escala. González Beiró defendió que tienen experiencia importando café, hasta 200,000 quintales al año, pero el portavoz del Servicio de Aduanas federal, Jeffrey Quiñones, confirmó mediante expresiones cautelosas que hubo “falta de previsión” y de “cuidado razonable” de parte de Agricultura al aventurarse a realizar este nivel de importación de frutos. “La mayor parte de los importadores (privados) de productos perecederos ya saben, ya conocen específicamente cómo hacerlo”, dijo Quiñones a preguntas de NotiCel sobre los problemas que ha enfrentado Agricultura en contraste con los trámites de importación que ocurren diariamente en la isla y que todos enfrentan el rigor de las inspecciones de Aduanas.
Quiñones aludió también a que los contratiempos pueden derivarse por condiciones en el proveedor de origen, en este caso, el Grupo Aproveco de Costa Rica. Gonzále Beiró explicó que una delegación del departamento, incluyendo un recurso académico de la Universidad de Puerto Rico, visitaron las instalaciones de Aproveco para inspeccionarlas y asegurar que los frutos no estuvieran afectados por un hongo (Fusarium RT4) y una bacteria (Ralstonia solanacearum Raza 2 o “moko del plátano”). La presencia de uno de estos impediría la entrada, pero eso no es lo único que provoca que Aduana detenga el cargamento. La presencia de cualquier tipo de insecto puede requerir que el mismo sea examinado científicamente para determinar si el cargamento no puede entrar o si es algo que se resuelve con fumigación (como suele ocurrir con los árboles de Navidad importados de Canadá) y, en este caso, esa ha sido la razón más común para retener los cargamentos.
Los importadores privados atienden esto con celeridad porque cuentan con facilidades suficientemente grandes y con la pericia para hacer fumigaciones eficientes, pero, en este caso, Agricultura contrató a una empresa creada en 2019, Caribbean Fresh Distributors LLC, que, según el secretario, fue una recomendación que le dieron el corredor de Aduana que están usando, R. E. Delgado, Inc., y el transportista, García Trucking Service, Inc. Sin embargo, el propio departamento luego dijo que la entidad que les está “ayudando con la fumigación” porque tienen “facilidades aprobadas”, tienen también “más de 50 años en el mercado”. La agencia no precisó cuánto le están pagando a Caribbean Fresh ni qué importador con más experiencia que Caribbean Fresh les está “ayudando con la fumigación”.
La importación de guineo y plátano a cargo de Agricultura ocurre desde noviembre hasta el 31 de marzo, cuando la agencia hará una evaluación de la cosecha local para determinar si deben seguir importando. El secretario explicó que, en total, deben llegar 245 contenedores en esos meses. De un primer embarque de 33, diez tuvieron que ser retenidos para fumigación y se atrasó la entrega al mercado. Hasta el jueves, de un segundo embarque de 62, 24 habían sido retenidos. Eventualmente, todos los retenidos salieron y el departamento enfatizó que la fumigación es segura para los humanos, por lo que el producto es consumible.
La primera semana de enero, deben llegar otros 30 contenedores y el secretario aseguró que hicieron arreglos con el naviero para cambiar el itinerario y que no se acumulen como ocurrió con dos embarques de 30 contenedores, que el transportista marítimo los unió y por eso ocurre una entrega de sobre 60 contenedores de sopetón. Aunque fuentes de la industria aseguran que este itinerario de entregas y el manejo de Agricultura conllevará que se pierda producto porque se dañe, González Beiró afirmó que los guineos pueden estar en las neveras de transporte entre seis a siete semanas sin echarse a perder.
El funcionario dijo tener “los dedos cruzados” para que se normalice el ritmo de importación.
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