Proyectan un 2023 de grandes retos y dificultades para los comercios
La distribución y venta de alimentos verá un incremento en sus costos de operación y menos dinero circulando en la economía.
El próximo año 2023 se proyecta como uno de grandes retos y dificultades para el sector comercial de Puerto Rico, particularmente el de distribución y venta de alimentos, que verá un incremento en sus costos de operación y menos dinero circulando en la economía.
Esa es la proyección de la empresa de consultoría Inteligencia Económica Inc. y que presentó su presidente, el economista Gustavo Vélez, en un seminario de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA).
Los componentes de la operación de estos negocios en los que verán las mayores alzas en el próximo año son el costo de la electricidad y en el salario mínimo de los trabajadores, unido esto a una persistente inflación, que aunque decreciente, seguirá presente.
Afirmó Vélez que a partir de la segunda mitad del 2023, el costo kilovatio hora comercial se ubicará entre .34 y .37 centavos ante la esperada aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Por otro lado, indicó, en julio del 2023 –casi simultáneamente- entrará en vigor el segundo aumento del salario mínimo a $9.50 la hora, que aseguró seguirá acompañado por los problemas de escasez de mano de obra.
Otro elemento adverso que proyectó es que “los canales de suministros no volverán a la normalidad plenamente y por ende seguirán los faltantes en la góndola”.
Todo lo anterior le llevó a concluir que en el próximo año “la industria operará con altos costos operacionales y sin el efecto de los fondos (federales) de Covid19”.
Contrastó esa previsión con la liquidez que experimentó el sistema económico de Puerto Rico durante el periodo entre el 2020 y el 2022. A lo largo del mismo, señaló, hubo un promedio de $1,100 millones mensuales de ayudas por Covid-19; otros $1,800 millones mensuales de transferencias federales; $2,300 millones mensuales de salarios; y otros $2,000 millones mensuales que afirmó genera la economía informal.
Durante ese periodo, agregó, se produjo un nivel histórico en los fondos del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), que aportó a la economía cerca de $2,400 millones en el 2019; $3,800 millones en el 2021 y “bajó” a $2,900 millones en el 2022.
Durante ese periodo las ventas de los supermercados aumentaron de los $3,300 millones en el 2019 a $4,900 millones en el 2022.
Según el análisis de Inteligencia Económica lo que podría aliviar la situación proyectada para este sector es una reducción en la inflación; la mejoría en las cadenas de suministros; un nuevo incremento en el PAN; y el crecimiento económico y del empleo.
Por el lado positivo la empresa proyecta un aumento de 1.2% en el Producto Nacional Bruto (PNB) real durante el 2023.
Entre sus recomendaciones a estos empresarios incluyó el hacer tres escenarios de proyecciones para el 2023, tomando en cuenta los amplios niveles de incertidumbre que persisten a nivel global y local; cuidar la cuenta de ganancias y pérdidas por el lado de los costos; prepararse para aumentos en costos de energía, mano de obra y capital; y maximizar la tecnología para aumentar los niveles de eficiencia operacional.
Les recomendó además desarrollar una cultura de métricas que permita tomar decisiones rápidas y certeras en un ambiente de cambios, así como ”mantener el oído en tierra para entender al consumidor y entender la competencia”.
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