OCIF cierra primer banco digital de PR, también imputado de crimen organizado
First Finance International Bank, Inc. reflejaba insolvencia desde el año pasado, pero seguía mercadeando servicios de pagos digitales, a la vez que demandas pendientes le imputan violaciones a la Ley RICO.
La Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) ordenó el cierre y liquidación de emergencia de una entidad financiera internacional (EFI) que operaba desde la isla, se mercadeaba como el "primer banco digital" de Puerto Rico, pero enfrentaba imputaciones en demandas civiles por incurrir en actos de crimen organizado con elementos internacionales y por retener indebidamente dinero de sus clientes.
La orden de la comisionada Natalia Zequeira Díaz tiene carácter sumario y de emergencia, así como que conlleva una multa de $775,000 contra First Finance International Bank, Inc. (FFIBI), cuyo principal, Michel Poignant, es un ciudadano francés que reside en Florida.
Las bases para la movida del regulador, que incluyen el nombramiento de un síndico liquidador, son incumplimiento craso con el nivel mínimo de capital requerido, no cumplir con los requisitos establecidos en el proceso de renovación de licencia y ocultar información relevante sobre sus estados financieros auditados. El contador público autorizado, y licenciado, Wigberto Lugo Mender, será el síndico. FFIBI también tiene que entregar $300,000 correspondientes a un certificado de depósito previamente pignorado a favor de la OCIF.
Las operaciones de FFIBI en la isla surgieron cuando en 2016 el PayToo International Bank, Inc. solicitó permiso para operar una EFI aquí. En el 2017 la licencia fue concedida y en 2018 cambia su nombre a FFIBI. Poignant era el principal oficial ejecutivo e Ismael Torres Pizarro figuraba como presidente. Ya el año pasado, FFIBI había pagado una multa de $135,000 a la OCIF por varias deficiencias, incluyendo entregar tarde sus estados financieros.
Cuando los estados correspondientes a 2021 fueron producidos finalmente en agosto de 2022, los auditores tuvieron que consignar que no podían localizar cuentas por casi $1.5 millones que representaban la mitad de los activos totales del banco, así como que el banco había tenido pérdidas operacionales recurrentes y acumulado un déficit que provocaban dudas serias sobre su viabilidad.
Mientras esto sucedía, el banco mercadeaba, tan recientemente como en verano pasado, el estreno de una plataforma internacional de pagos electrónicos que permitía hacer pagos en distintas jurisdicciones a una fracción de los cargos de procesamiento de la banca regular. Antes, en 2019, habían mercadeado un producto similar, pero enfocado en los empleados de la industria marítima que viajan frecuentemente, reciben pagos en distintos destinos o monedas diversas y tienen que remitir el dinero a sus familiares en sus países de origen.
"FFIBI, uno de los principales neo-bancos de Puerto Rico, siempre ha retado el ecosistema bancario tradicional. Con su enfoque inventivo, uso de tecnología de última generación, y visión singular... FFIBI está años luz adelante de los bancos tradicionales", indica un comunicado de la empresa de junio pasado.
Además de la acción del regulador ayer, FFIBI enfrenta demandas desde 2020 por retener dinero de sus clientes. Por un lado, el 24 de octubre pasado, el Tribunal de Apelaciones paralizó la demanda que le presentó la compañía mexicana PMI Americas S.A de C.V.. Por otro lado, MCDP Phoenix Services PTE LTD., una empresa de Singapur, tiene pendiente una demanda federal desde 2021 en la que imputa crimen organizado a FFIBI en el manejo de $625,192.66 (en pesos mejicanos) que le tienen retenido. Los demandantes son una entidad que hace transacciones financieras internacionales y le dijeron al tribunal que FFIBI y Poignant han usado intermediarios con identidad falsa, han fabricado pruebas y están involucrados con elementos criminales de Rusia y de la mafia estadounidense.
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