Un análisis de la empresa consultora Estudios Técnicos lo atribuye en gran medida a la conclusión del flujo de fondos federales que acompañó la gestión para combatir la pandemia de Covid-19.

La economía de Puerto Rico estaría entrando ya en un periodo de “enfriamiento” tras concluir el flujo de fondos federales que acompañó la gestión para combatir la pandemia de Covid-19, sostiene un análisis de la empresa consultora Estudios Técnicos (ETI).

El escrito fue publicado en el más reciente número de la revista Perspectivas, que produce dicha empresa y está firmado por director de la División de Análisis y Política Económica de ETI, el economista Leslie Adames

“El desempeño reciente de los indicadores económicos apunta a una ralentización de la actividad económica, algo que ya habíamos anticipado ocurriría como resultado del vencimiento de los fondos de estímulo federal por COVID en septiembre de 2021”, sostiene Adames.

El desembolso de estos fondos, agrega, ($15,100 millones en fondos obligados o desembolsados para fomentar el consumo y preservar el empleo) “fueron esenciales para reactivar la actividad económica a partir del segundo semestre del 2020. Sin embargo, las tendencias recientes apuntan al enfriamiento de la economía, lo que sugiere cautela en el corto plazo”.

Fundamenta su afirmación en los resultados de varios indicadores económicos que, aunque siguen en terreno positivo, su crecimiento es menor que en meses pasados.

Un ejemplo de ello, dice, es el Índice de Actividad Económica publicado por el Banco de Desarrollo Económico de Puerto Rico. “El crecimiento en la actividad económica disminuyó de un 10.3% anual en junio de 2021 a 3.3% anual en mayo de 2022”, resalta.

Adames explica que la contracción en la venta de cemento continúa afectando el desempeño del índice, aunque el desembolso de los fondos de recuperación y reconstrucción deberá ayudar a compensar por esta caída en el corto plazo, aunque no al ritmo esperado por muchos.

“Esto responde en gran medida a que las presiones inflacionarias que aún persisten, por ejemplo, en los materiales de construcción y en el combustible, reducirá el efecto multiplicador de los fondos de reconstrucción en la economía debido a la erosión que esto tiene ya que los fondos asignados a la Isla tienen cantidades fijas”, señala.

Abundando en este tema indicó que la presión que está ejerciendo la inflación en el poder adquisitivo de los consumidores (inflación de 6.4% en mayo luego de estar en 0.1% en enero de 2021) ya se está dejando sentir en la actividad comercial. Las ventas al detal aumentaron 2.5% anual en febrero 2022 comparado a un 13.9% en febrero del 2021 y 87.7% en abril de ese mismo año”

En contraste señala que la tasa de desempleo se situó en su nivel histórico más bajo, 6.2% en mayo de 2022, mientras que la tasa de participación laboral alcanzó el 43.6% comparado a un 42.7% en mayo de 2021. Esto lo atribuye a la entrada de 32,000 personas a la fuerza laboral de aquellos que permanecían fuera del grupo trabajador por diversas razones, por ejemplo, estaban desalentados, retirados, incapacitados o se consideraban muy viejos o jóvenes para trabajar.

Identifica al respecto al menos tres razones que explican este fenómeno, que son la implementación del crédito al trabajo, que incentivó el que personas formalizaran su condición laboral para lograr beneficiarse de esta medida; la percepción de que hay oportunidades reales de empleos en la economía; y la erosión en el poder adquisitivo producida por la inflación.

Menciona Adames como otro elemento preocupante la situación en el mercado inmobiliario, en el que incrementos en la tasa de interés hipotecaria fija a 30 años y en el precio promedio de la vivienda, junto a la erosión en el poder adquisitivo de las personas está afectando la asequibilidad de vivienda y con ello las ventas.

“Cifras recientes de las ventas totales de unidades de vivienda nuevas y usadas publicadas por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras refleja una disminución de 16% anual para un total de 2,776 unidades en el primer trimestre del 2022 comparado con el mismo periodo el año pasado. Sin embargo, la limitación en el inventario de viviendas junto a una demanda más moderada, asociado al encarecimiento en el costo del crédito y el deterioro en la asequibilidad, deberán contribuir a la estabilización en el precio promedio de las viviendas en el corto plazo”, sostiene.

Concluye que “indicadores claves de la actividad económica apuntan a una ralentización” y expone que “aunque esto puede responder a un proceso de normalización a niveles pre-pandemia luego del vencimiento de los fondos de estímulo federal bajo CARES Act, no es menos cierto que el efecto de la inflación sobre el potencial de inversión en el corto plazo estará condicionado a lo que ocurra con la dinámica de precios, que responde primordialmente a problemas por el lado de la oferta”

El director de la División de Análisis y Política Económica de ETI, cierra su escrito con la proyección de que, ante este escenario, aún incierto, las perspectivas a corto plazo suponen una contracción de -0.5% para el año fiscal 2022, seguido de un crecimiento de 1.1% en el año fiscal 2023 y ritmos más lentos en los años fiscales 2024-2025.

Estos crecimientos, advierte, se modificarán si ocurren cambios, tanto en la economía de los Estados Unidos como a nivel global. Dicha advertencia coincide con los informes publicados este jueves de que la economía de Estados Unidos se contrajo por segundo trimestre consecutivo.