La combinación de arbitrios, regalías y contribuciones sobre ingresos que pagan sobrepasan los $3,000 millones anuales.

La industria biofarmacéutica aporta cerca de un 18% del Producto Interno Bruto de Puerto Rico y la combinación de arbitrios, regalías y contribuciones sobre ingresos que pagan, que sobrepasan los $3,000 millones anuales, representa cerca de un 35% de los recaudos del Fondo General.

Estos datos los recopiló la empresa Estudios Técnicos Inc., y actualizan y confirman un estudio realizado por esos mismos consultores en el 2012, indicó el economista Leslie Adames, director de la División de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, que presentó los resultados.

Informó que este sector emplea de forma directa cerca de 18,000 trabajadores diestros y su actividad genera un impacto multiplicador que lleva el empleo total generado a los 87,400 empleos.

Aquellos que laboran en la industria y en diferentes compañías farmacéuticas que operan localmente, aportan más de $150 millones en contribuciones anuales, agregó.

Este reporte fue publicado dentro del contexto de la Reunión Anual de la Asociación de la Industria Farmacéutica de Puerto Rico (PIA), celebrada ayer viernes. Destacó el impacto económico de la en la Isla con una aportación de más de $3,000 millones en contribuciones al fisco, lo que representa cerca del 37% de los ingresos que recauda el Gobierno de Puerto Rico.

El estudio estima que el salario promedio de los empleados de la industria es de $80,000 anuales y que se paga una nómina de sobre $1,400 millones anuales. Por el lado de las compras, la industria adquiere productos y servicios locales que se valoran en más de $750 millones anuales.

Se recordó que Puerto Rico produce 4 de los 20 medicamentos principales que se consumen globalmente y en total, 11 de las 20 compañías principales biofarmacéuticas del mundo, tienen operaciones de manufactura en Puerto Rico, específicamente en 11 municipios donde generan empleos, actividad económica, pagan patentes e invierten en programas comunitarios y educativos.

Destaca el estudio que esta industria biofarmacéutica ha hecho una cuantiosa inversión en infraestructura en la Isla con cerca de $10,000 millones en capital acumulado y una inversión anual de $500 millones en mantenimiento de esta infraestructura.

“Puerto Rico cumple con los más altos estándares de calidad de clase mundial, con tecnología de avanzada, distribuye medicamentos a más de 100 países alrededor del mundo y es líder en la calidad de los medicamentos que produce”, señaló.

Alto el nivel de talento

Otro ángulo evaluado en el estudio fue el nivel de la mano de obra local y concluyeron que un 75% de los empleados que labora en esta industria cuenta con un grado universitario y muchos han recibido su educación y entrenamiento en Puerto Rico.

Se informó que para impulsar el desarrollo del talento local, la industria brinda oportunidades de desarrollo profesional a través de programas de liderazgo y mentoría, becas, auspicio a universidades y organizaciones estudiantiles, experiencias de internado, campamentos de verano y otros.

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Se presentó como ejemplo el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico que ofrece una concentración dentro de Ingeniería Química que se conoce como programa del Centro de Ingeniería Farmacéutica (CPEDaL) con conocimiento práctico en operaciones farmacéuticas. La Universidad Politécnica de Puerto Rico también ofrece programas noveles en Ingeniería Química.

Se informó además que estudiantes de secundaria pueden participar en un campamento de Ingeniería Farmacéutica, conocido como PESCa, donde se exponen a procesos de laboratorio, formulación de componentes activos y a las etapas de granulado, tamizado, compresión y recubrimiento de medicamentos, liderados por diferentes mentores y estudiantes universitarios de CPEDaL del RUM.

Impacto en Comunidades

También se resaltó la aportación de este sector a las comunidades donde ubican, que se estimó en más de $3 millones anuales.

“Los empleados ofrecen miles de horas de trabajo voluntario y apoyan a organizaciones sin fines de lucro como Fondos Unidos de Puerto Rico, que recibe más de un $1 millón anual equivalente al 30% de sus ingresos anuales, como parte de esta colaboración de la industria y de sus empleados, listos a prestar la ayuda a organizaciones comunitarias y en situaciones de emergencia ante eventos atmosféricos”, se indicó.

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Tras destacar la importancia de este sector industrial en Puerto Rico, el trabajo invita al gobierno a crear las condiciones que garanticen la competitividad de la Isla en esta área.

“El gobierno de Puerto Rico debe promover, respaldar y defender esta industria”, recalcan.