Presentaron un estudio económico que, según aseguran, evidencia la saturación del mercado.

La industria de cannabis medicinal reiteró su reclamo de que se congele la expedición de licencias en dicho sector, esta vez apoyados por un estudio económico que evidencia la saturación que experimenta ya ese mercado y el riesgo que ello conlleva para sus integrantes y para el país.

El estudio económico lo realizó la empresa Inteligencia Económica, que dirige el economista Gustavo Vélez, y fue comisionado por la Asociación de Miembros de la Industria de Cannabis Medicinal (MICaM).

Uno de los aspectos más preocupantes que se desprenden del estudio, destaca la entidad en un comunicado en donde da a conocer sus resultados, es que se valida la proliferación desmedida de dispensarios a lo largo de la isla y la caída precipitada de ventas en estos establecimientos.

“Al no contar con un estudio publicado requerido por ley por la Junta Reglamentadora, que provea parámetros y criterios para la otorgación de licencias, decidimos realizar este estudio sobre nuestra industria. A cinco años de su creación, tenemos que medir el impacto real que está teniendo a nivel económico, no solo para el gobierno en términos de los impuestos al cannabis, sino además para los dueños de dispensarios y productores de cannabis localmente”, expresó José Aleczer Rivera, presidente de MICaM.

Una de las conclusiones del estudio es que el cannabis medicinal ha sido un éxito económico para Puerto Rico, ya que desde el 2017 ha generado sobre $65 millones en recaudos de IVU; emplea a sobre 2,000 personas y ha generado más de $500 millones en inversión.

Advierte, sin embargo, que la cantidad de licencias de dispensario en la isla ha ido aumentando y que esa tendencia se agudizó particularmente en el 2021, cuando se otorgaron 90 licencias, lo que representó un aumento de 53%.

Esa dinámica, se indica, está provocando una caída en pacientes por dispensario, que según el total de pacientes activos resulta en un promedio de 432 por dispensario. Dicha proporción ya está muy por debajo de la de Estados Unidos que es de un promedio de 1,898 pacientes por dispensario.

“En Puerto Rico, un 3.7% de la población son pacientes de cannabis medicinal, una de las tasas más altas en los Estados Unidos. Sin embargo, hemos podido ver unas caídas en las ventas de cannabis medicinal que ha coincidido con la apertura de nuevos dispensarios, una reducción en la cantidad de pacientes registrados y precios más bajos de cannabis”, sostuvo el economista Vélez.

Por ejemplo, agregó, “las ventas de cannabis medicinal en enero del 2022 bajaron un 41% comparado con enero 2021. Además, la caída en precios de $2,500 por libra en el 2019 a $1,400 en el 2022 coincide con la expansión de dispensarios en la isla”.

Además, abundó en los resultados del estudio, el cual indica que las ventas mensuales por dispensario han bajado de $69,732 en enero 2021 a $39,423 en enero 2022, creando una situación precaria para la industria del cannabis en la isla.

“De no establecerse controles a la cantidad de dispensarios en la isla y facilitar la renovación de licencias de paciente, la industria enfrenta un serio riesgo sistémico que pudiera ocasionar la pérdida de muchos dispensarios y otros componentes del ecosistema”, puntualizó Vélez.

“El mercado ya tiene las características de desequilibrio por el lado de la oferta. Evidentemente, la oferta ha crecido más rápido que la demanda, lo que ha llevado la venta promedio por dispensario a niveles peligrosamente bajos, lo que impide niveles aceptables de rentabilidad y, por ende, tiene el potencial de afectar a la industria en su totalidad”, sentenció.

Ante este retante panorama, MICaM reiteró su reclamo de que se congele la otorgación de nuevas licencias a establecimientos.

Proponen además la creación de un Consejo Asesor integrado por representantes de los segmentos de cultivo, manufactura y dispensario que facilite la visibilidad de estadísticas vitales de la industria y producir el reporte anual requerido por el reglamento del cannabis medicinal.

También desarrollar criterios regionales y municipales para expedir nuevas licencias; adoptar una política económica que reconozca y promueva el potencial de esta industria para que Puerto Rico se convierta en un jugador regional y del hemisferio; y tal y como propone el estudio, que como industria emergente, el gobierno considere proveer incentivos como los que se proveen a otras industrias, tales como la manufactura, el turismo y la agricultura. Finalmente proponen la apertura del mercado para uso adulto.

“El momento de actuar y proteger la industria de cannabis medicinal es ahora. El potencial económico de la industria ha sido probado a nivel mundial y local. Necesitamos la acción del gobierno para juntos solidificar la industria y continuar aportando a la economía local”, concluyó Aleczer Rivera.

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