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Economía

Constructores piden al gobierno acelere inicio de proyectos de reconstrucción del país

Mientras delinean estrategias para el reclutamiento de trabajadores.

El presidente de la Asociación de Contratistas Generales, Umberto J. Donato, comparte impresiones con el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia.
Foto: Suministrada

El sector de la construcción reclamó al Gobierno que acelere la ejecución de la prometida obra multimillonaria para la reconstrucción del país, a la vez que barajan estrategias para enfrentar la presente escasez de trabajadores en esa industria, que se hará mucho más aguda cuando comiencen estos proyectos.

El presidente de la Asociación de Contratistas Generales, Umberto J. Donato, abordó ambos temas durante el mensaje de apertura ante la concurrida 47ma Convención de la organización, donde elaboró una propuesta para reclutar el personal que será necesario.

“Ahora mismo el reto más grande que tiene la industria es la incertidumbre sobre el comienzo de los proyectos. Actualmente, la inversión anual en construcción en Puerto Rico ronda $2,000 millones, entre proyectos privados y públicos. La industria local ha demostrado que tiene la capacidad para manejar un volumen de $7,000 millones. Debemos tener certeza de que hay trabajo constante y estable para entonces atender otros asuntos como desarrollo de mano de obra y suministro de materiales”, sostuvo Donato.

Nota Relacionada: Para el 2022 los miles de millones de dólares para la construcción en Puerto Rico

Durante el evento, tanto el gobernador Pedro Pierluisi, como el director ejecutivo de la Oficina Central De Recuperación, Reconstrucción Y Resiliencia (COR3), Manuel Laboy, aseguraron al grupo que la ejecución de numerosos proyectos comenzará durante el próximo año 2022. De materializarse esa proyección se hará realidad el reto de reclutar la mano de obra.

Cuatro enfoques para tener los trabajadores

“Al momento la necesidad es muy baja, pero si se materializan los planes esperamos que la necesidad sea muy alta. Entendemos que de 60,000 a 100,000 trabajadores formales van a ser necesarios en nuestra industria”, declaró Donato al presentar la propuesta de la Asociación.

La misma incluye retener los trabajadores actuales del sector; readiestrar otros trabajadores para integrarlos a la industria; obtener visas de trabajo para ciudadanos “indocumentados” que hoy laboran en la construcción informal; y finalmente traer trabajadores del extranjero.

“Tenemos que ir desarrollando programas que permitan allegar esos trabajadores que hacen falta. Es una combinación de cosas. Estamos trabajando en programas de entrenamiento para personas nuevas”, expresó Donato.

Informó que además están trabajando con Casa Blanca en el trámite de permisos de trabajo, a lo que describió como “un sector enorme de trabajadores que están en la industria de la construcción, que están indocumentados, pero que día a día trabajan, que son personas que residen y forman parte de nuestras comunidades”.

Aseguró que es una oportunidad, tanto para ellos como para la industria, darle permisos a través de la emergencia para que esas personas puedan incorporarse formalmente a esta industria y aportar así a la economía.

“También estamos trabajando para expandir el programas de visas. Nuevamente, tenemos 20,000 trabajadores en la industria de la construcción. Podemos conseguir quizás 20,000 trabajadores más readiestrando, y quizás podamos conseguir 20,000 trabajadores más atrayendo al sector indocumentado informal de Puerto Rico, pero eso no es suficiente”, agregó y advirtió que “aunque no es lo que todos quieren escuchar, sí vamos a necesitar traer manos extranjeras”.

Indicó Donato que esta sería la cuarta parte de la ecuación y explicó que existen programas ya en uso a nivel de Estados Unidos, las visas H2B, pero que esos permisos tienen un límite a nivel de EE.UU. de 60,000 trabajadores.

“Para que Puerto Rico pueda beneficiarse estamos pidiendo que ese límite se ajuste. También estamos pidiendo que se extiendan los periodos”, puntualizó.

Concluyó que, “con esas cuatro áreas, trabajadores locales, trabajadores readiestrados, trabajadores con visas de trabajo, y trabajadores seasonal o de periodos, podríamos allegar a los 60,000 a 100,000 trabajadores que necesitamos”.

La retención de los trabajadores y la atracción de nuevo personal también fue abordada por Donato, que afirmó que hay que trabajar con incentivos de trabajo para que los trabajadores de la construcción formal no pierdan sus beneficios.

“Hay que premiar al trabajador. No podemos seguir pensando que el puertorriqueño es vago, todo lo contrario, El puertorriqueño es una persona muy trabajadora, sin embargo, nosotros tenemos que premiar a las personas que dan su máximo, No podemos seguir premiando al sector informal”, declaró.

La atracción de nuevo personal al sector requerirá, añadió, buscar la manera de traer una nueva generación de trabajadores y profesionales en la construcción. “La industria de la construcción ha perdido atractivo durante los años frente a la competencia de otras industrias como son la tecnología e informática y sectores que están siendo más atractivos al joven. Tenemos que hacer una oferta atractiva a esa nueva generación. No solo en terminos de salarios y beneficios, sino también en terminos de brindarles una carrera, con una ambición de futuro que los enorgullezca”, dijo.

La formula, apuntó, es una combinación de trabajo, beneficios, oportunidades y continuidad de empleo con lo que se podrá atender areas puntuales y poder allegar “aquellos trabajadores que esperamos necesitar en Puerto Rico”.

Otros retos para la construcción

Aunque lucen como los principales, los mencionados no son los únicos retos que según el portavoz de los contratistas generales enfrenta la construcción.

Recordó que el covid-19 ha causado interrupción en la cadena de suministros y una “inflación increíble” en los materiales de construcción a nivel local y a nivel global.

Esta inflación, dijo, “está relacionada a temas globales, pero también está relacionada con muchos temas que tenemos control local como lo son los arbitrios sobre los inventarios, los arbitrios municipales, problemas con las tarifas de acarreo, aumentos de salarios en el sector de la construcción y múltiples otros problemas que son tan sencillos como la simple ejecución de los trabajos que tenemos de frente”.

Respecto al tema de los costos de construcción y la inflación acelerada, propuso trabajar con clausulas contractuales de ajustes equitativos que permitan a los contratistas generales manejar los riesgos, “en muchos casos inevitable, pero sí mitigables”.

Mencionó además que la construcción informal, mayormente en el sector de vivienda, sigue siendo un problema y continúa aumentando. “Esto no solo pone en riesgo la resiliencia de las unidades que se construyen y la seguridad de quienes las ocupan, sino que también dislocan la industria formal de aquellos que construyen y afectan nuestro sector, limitando la empleomanía que tenemos disponible”, señaló..

Afirmó que de las 60,000 personas que hoy trabajan en la construcción solamente una tercera parte -cerca de 25,000- trabajan en el sector formal.

Llamó finalmente al gobierno a no crear más impuestos sobre las empresas y la población en general.

“Como Asociación rechazamos seguir aumentando impuestos. Cualquier aumento de impuestos que siga encareciendo el costo de proyectos va a tener el efecto opuesto. Tenemos que buscar que nuestra economía se mueva, que los proyectos comiencen con un balance justo en esos impuestos. Lo que tenemos que buscar es actividad económica, volumen, crecimiento”, declaró.