COVID-19 presagió ausencia de bono y comercios requieren incentivos
La emergencia causada por el COVID-19 provocó un cierre total en marzo y, en los meses subsiguientes, fluctuaciones en los límites operacionales en los comercios.
La exclusión del pago del bono de Navidad a empleados en el sector privado es un golpe adicional a los ingresos de los comerciantes, quienes han enfrentado disminución en ventas y múltiples interrupciones durante la pandemia del COVID-19, no obstante, era una movida esperada, según el Centro Unido de Detallistas (CUD).
De un total de 705 solicitudes, el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) autorizó exonerar de forma total del pago del bono a 602 patronos. Por otro lado, a 62 empresas se les eximió de forma parcial para que el pago no exceda el 15% de sus ganancias netas durante los meses de octubre 2019 y septiembre 2020.
Los comerciantes apostaban a que el Gobierno de Puerto Rico otorgara el bono de Navidad, lo cual ocurrió a finales de noviembre. En ese entonces, la gobernadora Wanda Vázquez Garced anunció que 93,535 empleados públicos se beneficiarían del bono de $600.
“Esto prácticamente ya era una historia que se esperaba que iba a pasar. Sabíamos que los comercios venían súper débiles este año fiscal y esos son solo los que pidieron exoneración. Hay otros que sus empleados no cumplieron con las horas requeridas para el bono porque estuvieron cerrados. Era de esperarse, por eso estábamos apostando al bono del gobierno”, señaló Jesús Vázquez Rivera, presidente del CUD.
Entre los patronos exonerados están: los restaurantes Cidrines Ashford, LLC (Sobao by Los Cidrines) y Metropol, los hoteles Copamarina y Embassy Suites by Hilton Dorado, el gimnasio Planet Fitness y escuelas y universidades como American Military Academy, Dewey university y Academia Bautista de Puerto Nuevo.
La emergencia causada por el COVID-19 provocó un cierre total en marzo y, en los meses subsiguientes, fluctuaciones en los límites operacionales en los comercios. De acuerdo a Vázquez Rivera, los comercios han recibido poca ayuda gubernamental para mitigar el efecto de estos cambios.
“No solo afecta la Orden Ejecutiva, acuérdate también que no hay ayudas, se acabaron las ayudas federales, como el PUA [Asistencia de Desempleo por Pandemia], y a las personas se les acabaron los ahorros. Hace falta una inyección del gobierno. Ahora mismo el gobierno está promoviendo el ‘PPP Criollo’, pero qué pasa con eso, es bien lindo anunciarlo, prácticamente es un anuncio populista, pero al pedirlo, ponen tantas trabajas. Una de ellas es que no pudiste haber cogido otra ayuda federal, no puedes coger esa. Así que, si cogiste PPP federal, no puedes coger este”, explicó Vázquez Rivera.
El “PPP” es el Programa de Protección de Nómina del Sector Privado, subvencionado por la Ley federal CARES, y provee asistencia a patronos privados con 500 empleados o menos que continuaron el pago de sus nóminas durante la pandemia. El programa está disponible a nivel estatal y federal, pero los patronos no pueden solicitar a ambos.
“El comerciante no está pidiendo esto por listería, es que no hay dinero en la calle”, exclamó Vázquez Rivera, quien espera que la vacuna del COVID-19 provea mayor confianza a los consumidores a la hora de hacer sus compras.
Precisamente, mitigar los efectos de la pandemia son el primer paso rumbo a la recuperación económica, según la Cámara de Comercio de Puerto Rico y su publicación “Plan 12 puntos para promover la actividad económica”. En segundo lugar se encuentra la inyección de fondos federales para la recuperación.
Desde noviembre se discute a nivel federal la posibilidad de un segundo cheque de estímulo económico de $1,200, pero las conversaciones no han progresado. Se desconoce si se desembolsará dinero adicional para los comercios.