Primer foro con candidatos revela quién tiene entusiasmo, quién enfoque, y quiénes no
Con un desplante de la Comisionada Residente, todos los candidatos y precandidatos a la gobernación tuvieron su primer lado a lado, aunque no un cara a cara, en foro de Cámara de Comercio.
Cinco de los seis candidatos, o precandidatos, a la gobernación tuvieron su primer lado a lado ayer ante la Cámara de Comercio para reaccionar al estudio que hizo ese grupo sobre las razones para la emigración y los incentivos que podrían provocar el retorno de esos puertorriqueños migrantes.
No se trató del grupo completo de interesados en la gobernación porque la precandidata del Partido Nuevo Progresista (PNP), y comisionada residente, Jenniffer Aydin González Colón, se excusó a pesar de haber confirmado su participación.
El estudio que la Cámara encomendó a la empresa Ipsos arrojó que los emigrantes tienen motivaciones similares tanto para irse como para considerar regresar. Los factores son mejorar calidad de vida, oportunidades económicas a través del empleo (o costo de vida cotidiano) y servicios con enfoque en salud y educación.
En sucesión, cada candidato hizo una exposición de 10 minutos y contestó preguntas por otros cinco minutos. El escenario era una especie de pasarela estrecha en forma de cruz con público por los cuatro lados y donde hablar y caminar sin estar pendiente del piso podía llevar rápidamente a una caída fea para el video.
El primero en subir fue Juan Manuel Dalmau Ramírez, abogado de 50 años y candidato de la alianza electoral entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). No usó presentación, fue el más cómodo que se proyectó en el escenario y el que hizo los planteamientos más retantes y concretos, aunque no todos arrancaron aplausos.
“[D]e los últimos 55 años, 31 años ha gobernado el PNP (Partido Nuevo Progresista), 24 años el PPD (Partido Popular Democrático) y eso nos ha dejado en las condiciones que estamos hoy. Como comerciantes, empresarios, como punta de lanza de la economía, ¿quieren más?”, dijo para abrir. “Yo creo en el libre mercado, yo creo en la esperanza de desarrollo económico de Puerto Rico de la mano del empresarismo puertorriqueño, pero eso requiere tomar medidas audaces”, añadió al despachar de frente la crítica de opositores sobre que su gobierno sería anticapitalista o de medidas económicas socialistas.
Hace unos días, Dalmau Ramírez fue el primero de todos los aspirantes en explicar el plan económico que implantaría desde la gobernación y en el foro se enfocó en resaltar que pondría un impuesto corporativo de 15% (que es una reducción significativa en lo que pagan corporaciones nativas, pero un aumento significativo en lo que pagan las foráneas) bajo el argumento de que ese es el número que se impulsa mundialmente como un mínimo global. El recaudo de ese impuesto financiaría un fondo para inversiones a cargo del gobierno y el sector privado. Para revertir la migración, haría lo que se hace para atraer talento a los cuerpos diplomáticos, preparar un perfil de a quién se quiere atraer a ir a buscarlo con soluciones de vivienda, educación y empleo diseñadas para sus necesidades particulares.
“Si yo gano las elecciones, al día siguiente, no viene la independencia, aunque yo quiera, ustedes lo saben”, dijo para finalizar planteando que lo que se decide en las elecciones es “cómo vamos a limpiar la casa, cómo vamos a sacar los mercaderes del templo, como vamos a poner las cosas en orden para nuestro desarrollo social, político y económico”.
El abogado y comunicador Jesús Manuel Ortiz González, de 46 años y precandidato del PPD, le siguió. Fue más limitado en sus movimientos y se agarró de una presentación preparada llamada Nuevo Modelo de Desarrollo Económico y Social.
Ortiz González dejó sin explicar varios de los puntos en la presentación, pero se aferró a la frase, repetida de varias formas, de “[u]stedes necesitan un gobernador comprometido con erradicar la burocracia”. Ese gobernador también “comparte poder” con los municipios y el sector privado, para que la gobernanza no sea un ejercicio vertical sino “colaborativa”. Puntualmente, mencionó que limitaría la emigración con un Fondo de Retención Puertorriqueña para Profesiones Críticas, cambiando el enfoque del gobierno para que la evaluación de propuestas económicas empiece con un sí, en vez de un no, y devolvería el exceso de ingresos que tenga el gobierno, sea mediante un pago directo o mediante asignarlo a un “asunto crítico que beneficie a todos”.
El actual legislador del PPD no lo mencionó, pero el Plan de Ajuste de la Deuda en vigor para el gobierno ya dispone que el exceso de ingresos se divide una parte para bonistas y otra para el gobierno. Su modelo, sin embargo, integra directamente a la Junta de Supervisión Fiscal, junto a los gobiernos estatales y municipal, así como el sector privado y las organizaciones sin fines de lucro en el gobierno colaborativo que propone. Lanzó una advertencia sobre “planteamientos anticapitalistas disfrazados de lo más simpático”, sin abundar.
El alcalde de San Sebastián, Javier D. Jiménez Pérez, un contador público autorizado de 62 años que abandonó el PNP para postularse por Proyecto Dignidad, fue el siguiente en tarima. También sin presentación y con soltura, pero con mucho menos especificidad en sus planteamientos, arrancó vítores de los cameristas con un discurso en contra de la intervención del gobierno en la actividad privada.
“Que el gobierno se eche a un lado”, dijo de entrada. En el resto de su exposición no se apartó mucho de esas palabras. Criticó proyectos legislativos recientes que establecen causa de reclamación por discrimen por el estilo del pelo y el acoso laboral porque dificulta hacer negocio y favorece a “la gente que no quiere trabajar”. Propuso que la forma en que los permisos deben funcionar es que el negocio comience a operar sin esperar por el permiso y “que el gobierno, cuando pueda, venga a inspeccionar”, que el negocio opera de acuerdo a reglamento. “Todos los reglamentos que impidan el desarrollo económico y hayan sobrecargado a nuestra sociedad, tenemos que, en su totalidad, desreglamentarlo, que haya unas salvaguardas para salud y seguridad y protección ambiental, pero que haya la libertad del ser humano”, planteó. Se quejó de que el gobierno haya comenzado a regular y tributar la propiedades que se ofrecen en la plataforma Airbnb porque es un ejemplo de que “cuando el gobierno ve una oportunidad, le cae encima”.
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El abogado Pedro Rafael Pierluisi Urrutia, de 65 años y actual gobernador por el PNP, siguió a su excorreligionario. También tenía una presentación, a la que pareció hacerle poco caso. Fue el que menos se movió a lo largo de la pasarela y abrió con lo que intentó fueran chistes.
Comenzó descartando una por una las preocupaciones que presentó el estudio sobre la emigración para exponer que bajo su gobierno las condiciones en la isla han mejorado y que lo que se propone en un hipotético segundo cuatrienio es darle continuidad a las medidas que le han funcionado hasta ahora.
Dijo que la emigración se ha estabilizado en los últimos dos años para que el número de los que salen sea comparable al número de los que entran. Que la baja de natalidad es “un asunto de decisión personal” y que no le preocupa el envejecimiento de la población porque la isla refleja la expectativa de vida más alta de todo Estados Unidos (81 años).
Cuando llegó al gobierno encontró que “la inversión estaba estancada por la inestabilidad” resultado de los eventos del Verano del 19, pero que “de allá para acá no ha parado”. Se puso la mano al cuello y exclamó que “los contratistas generales están hasta aquí y les va bien, y me alegro, los ingenieros están hasta aquí, y me alegro, hay un tapón de diseño (de proyectos)”. No dijo si daría paso al aumento de salario mínimo que aplicaría este año para llevarlo a $10.50 la hora, pero observó que no está obligado a ese número, que el promedio de salarios aumentó más que la inflación y que no se materializaron los escenarios desastrosos que se pronosticaron cuando el año pasado el salario mínimo subió a $9.50.
Advirtió en contra de cambiar de administración porque, mínimo, le toma un año “engranar” y “aquí no tenemos un año que perder, queremos que ese crecimiento siga”.
El último en cumplir con el foro camerista fue el contador público autorizado Juan Clemente Zaragoza Gómez, de 64 años. El actual senador y precandidato del PPD usó presentación, pero su interacción fue más espontánea y también se movió de acuerdo a las posibilidades del escenario.
Tuvo, igual que Dalmau Ramírez, pensamientos más articulados en sus propuestas. La principal fuente de desarrollo económico en los próximos años, argumentó, debe ser los $62,000 millones en fondos federales de recuperación que quedan. Opinó que los primeros $62,000 millones “no se han usado efectivamente” y que la efectividad está en canalizarlos a negocios puertorriqueños. Reconoció que los negocios locales enfrentan el reto de presentar capacidad económica cuando licitan por proyectos de reconstrucción en competencia con empresas más grandes fuera de Puerto Rico y eso lo atendería dándole más capital al Banco de Desarrollo Económico y a ayudando a que las cooperativas se inserten más en ese financiamiento.
Zaragoza Gómez tenía que despachar de alguna manera las críticas que opositores le han hecho porque, como secretario de Hacienda, ordenó el cierre de negocios por deudas contributivas. Y pareció hacerlo recordando que ha tenido negocio propio desde hace 40 años, con una tienda de ropa para niños. El más reciente de los emprendimientos es a través de su compañera, una ebanista que tiene fábrica de gabinetes en Barranquitas y que tuvo que acudir a lo que llamó “Zaragoza Bank” cuando la banca comercial le negó financiamiento. En esa gestión, han sufrido falta de agua por un año, de luz por año y medio y el rechazo del Departamento de Desarrollo Económico, relató. El empresario local no puede ser “plato de segunda mesa” en la gestión de gobierno de promoción de negocios.
“Me da gracia con gente que viene aquí y a otros foros a hablar de empresarismo, cuando nunca han tenido un negocio”, apuntaló en una referencia que puede aplicarse a varios de sus contrincantes.
Para ver el estudio de la Cámara de Comercio, pulse aquí.