Impostergable revisar Plan Fiscal tras devastación de María
La depresión económica que venía sufriendo Puerto Rico hace una decada se suma a la devastación dejada por el paso de los huracanes Irma y María en el mes de septiembre, lo cual replantea el Plan Fiscal a 10 años certificado por la Junta de Control Fiscal (JCF), organismo impuesto por la ley federal PROMESA para supervisar las finanzas del país que permite llevar algunas instrumentalidades del gobierno a reestructurar su deuda.
Se estima que los daños causados por María rondan entre los $17,000 a $90,000 millones. En un informe económico que comprende el trimestre de julio a septiembre de este año, elaborado por el director del Centro de Información Censal de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, Dr. Jose Caraballo Cueto, apunta a que si se mantienen las mismas tasas impositivas del Plan Fiscal certificado por la JCF habrá menos recaudos.
A esto se suma la migración masiva post huracán y que el empleo asalariado continúa a la baja, ubicándose en 791,600 empleos para agosto de 2017. Esto representa un -1,5% menos que en agosto de 2016.
De igual modo, cuando se compara el periodo de mayo a julio de 2016 con el mismo periodo en 2017, hubo una inflación de 0,4%.
El Índice de Actividad Económica (IAE) para junio -indicador más actualizado sobre el movimiento de la producción de bienes y servicios finales en Puerto Rico en terminos mensuales- se contrajo -2.1% con respecto al mes de junio de 2016.
En las discusiones presupuestarias se preve una reducción de 4.2% en el Producto Nacional Bruto (indicador macroeconómico más común en Puerto Rico). Sin embargo, hay estimados de la propia Junta Fiscal que estiman una reducción del 16% como el peor escenario que puedan conducir las medidas de austeridad recomendadas.
Si no se allegan suficientes fondos para estabilizar y reconstruir a Puerto Rico, la economía estará en un nivel más delicado aún haciendo el estimado de 16% uno más probable.
Por el momento, el gobierno estadounidense anunció un prestamo de emergencia para Puerto Rico para atender la situación a corto plazo. Dada a que casi toda la infraestructura de Puerto Rico está deteriorada, una supuesta vía de recuperación es un plan de reconstrucción al estilo Marshall, el cual puede ser financiado por bonos Brady.