Puerto Rico y la lucha por recuperar la industria farmacéutica
Expertos discutieron las fortalezas y debilidades de la Isla para convertirse en un centro de producción de "pharma" y de dispositivos médicos.
Si Puerto Rico aspira a convertirse en un eje de la nueva política de Estados Unidos de promover la producción y manufactura de bienes médicos en suelo estadounidense o en países aliados, tiene que reconocer sus debilidades y potenciar sus fortalezas para mantener un grado de competitividad con otros países que luchan por el mismo objetivo, afirmó el economista José J. Villamil.
Ayer, durante un foro virtual para discutir las oportunidades económicas en la Isla a la raíz de la postura del gobierno de Trump, que procura el retorno de la industria de la manufactura a este país para minimizar su dependencia de la producción en la China, el también presidente de la firma Estudios Técnicos advirtió que este asunto requiere de un análisis profundo para entender los entresijos geopolíticos detrás de dicha decisión y de un compromiso de todos los sectores en la Isla de “remar en la misma dirección”.
“Si hacemos eso, tenemos una posibilidad de recuperar algo de lo que se ha perdido en la industria, en particular en la industria farmacéutica y de dispositivos médicos”, afirmó.
Citando estimados de la Asociación de Industriales, Villamil señaló que si Puerto Rico volviera al nivel de producción de 2005, se crearían 3,700 empleos en dicho sector, pero si regresara al nivel del 2000, serían 7,000 empleos.
El economista, quien tuvo a su cargo el primer turno del panel, ofreció un recuento de las iniciativas congresionales discutidas en la capital federal y que incluyeron vistas a la Isla, Colombia y República Dominicana, pero que no han “despegado con fuerza”. También describió los esfuerzos del Ejecutivo federal como “retórica”.
“No hay unas medidas concretas de la Casa Blanca para ejecutar esta política que el presidente ha querido instalar”, aseveró
“En términos concretos, está en unas etapas muy iniciales”, agregó.
En una exposición de 10 minutos, resaltó que la decisión del “reshoring” tenía una dimensión geopolítica importante que matizaba el proceso y que delataba las posturas opuestas entre el Ejecutivo federal y el Congreso.
El “reshoring” se refiere a las empresas que movieron su producción a un país extranjero que ofrecía mejores condiciones para el negocio pero que ahora regresan esa producción a su país de origen porque mejoró el clima de negocios.
“Ayer salió a la publicidad un informe del China ‘Task Force’ de la minoría republicana en la Cámara de Representantes y una lectura de las recomendaciones sugiere iniciativas muy distintas al ‘reshoring’. Dicen que se cree un grupo de 10 democracias para coordinar los esfuerzos con las nuevas tecnologías. Están recomendando que se armonicen las políticas de exportación y de comercio internacional con los aliados de Estados Unidos”, comentó Villamil.
No solo se alejan de la posición dura de Trump, que propone despedir a China para contratar a Puerto Rico, el informe revela que China no es el mayor suplidor de Estados Unidos .
Villamil mencionó, por ejemplo, que México es el mayor proveedor de dispositivos médicos de Estados Unidos. Le siguen Alemania e Irlanda. China ocupa un quinto o sexto lugar. En el renglón de ‘pharma’ o farmacéutica, Irlanda es el principal suplidor, seguido por Alemania y Suiza. China queda rezagado en esta lista.
“Menciono eso porque a la luz de ese informe del China Task Force, el tema de ‘reshoring’ está muy influenciado por una realidad geopolítica que Estados Unidos no ha resuelto. Por un lado, el Presidente tiene unas ideas y por el otro vemos que hay un componente de congresistas que tiene otras ideas”, acentuó.
Esta tensión se agudiza por el papel que Estados Unidos juega en la región del Caribe y América Latina y la penetración de China en los mercados regionales.
Según Villamil, en esa lucha de poder no cree que Estados Unidos vaya a colocar en peligro su relación y la economía de países como México, Colombia y República Dominicana “para poder beneficiarnos a nosotros”.
Partiendo de este reconocimiento, propuso la eliminación del GILTI (Ingreso Global de impuestos bajos intangibles), un impuesto que no se paga en Colombia, República Dominicana y México, y una revisión de la tarifa de la luz.
“República Dominicana tiene el costo de energía a 8 centavos el kilovatio hora y nosotros estamos a 21 centavos y hay otras consideraciones como el costo de mano de obra”, apuntaló.
También planteó la necesidad de que Puerto Rico mejore la credibilidad en los mercados durante el foro que se extendió sobre dos horas y que celebró a propósito de la Semana de la Manufactura.
Aunque reconoció los retos, el secretario del Departamento de Desarrollo Económico, Manuel Laboy Rivera, destacó que “las manufactureras establecidas en la Isla continúan confiando en la mano de obra especializada que producen las universidades en Puerto Rico, el compromiso de nuestros profesionales y las herramientas de inversión que ofrecemos en el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio”.
En la isla operan 1,730 empresas de manufactura que aportan sobre el 48% del ingreso bruto ajustado de Puerto Rico y crean 74,500 empleos directos, que se traducen a 220,000 entre empleos directos, indirectos e inducidos, según los datos ofrecidos durante el encuentro virtual.
Laboy señaló que desde el año 2017 hasta el momento, el equipo de la Compañía de Fomento ha logrado un compromiso de inversión de sobre $1,400 millones y miles de empleos creados.
La presidenta del Pharmaceutical Industrial Association (PIA), Wendy Perry, también insistió en las fortalezas de la Isla como un destino de inversión.
Subrayó que Puerto Rico lidera la nación norteamericana con la mayor concentración de expertos en la industria farmacéutica.
“Aquí se manufacturan 12 de los primeros 20 productos farmacéuticas más utilizados a través del mundo. En Puerto Rico generamos 18,000 empleos directos y 60,000 empleos indirectos, una fuerza laboral altamente educada y especializada donde el 75% posee un grado universitario”, insistió.