Genera PR revela su plan para desviar renovables y venderle gas a la isla por años
Ejecutivos aseguraron al mercado financiero que el gobierno de la isla hace lo que ellos dicen y explican cómo han reforzado su negocio aprovechando la desesperación de Puerto Rico por alcanzar estabilidad en el suplido eléctrico.
Con una claridad que todavía no han expresado en español, los dueños de Genera PR se jactaron en inglés de que el gobierno de Puerto Rico está haciendo lo que ellos quieren y que la transición energética en Puerto Rico no será a 100% energía renovable, como dice la ley, sino a gas natural y un “complemento” de renovables, como dicta su plan para maximizar sus ganancias.
Las declaraciones del dueño máximo de Genera PR, Wes Edens, y del encargado de las operaciones en Puerto Rico, Brannen McElmurray, se registraron el miércoles pasado en una presentación al mercado de inversiones con motivo de la publicación de sus más recientes resultados financieros.
“Fuimos a Puerto Rico en el otoño de 2017, tres días después del huracán María, vimos la devastación en la isla, vimos la necesidad de energía, energía más barata, y nos pusimos a trabajar”, comenzó su relató Edens, quien es fundador de New Fortress Energy (NFE), la matriz de Genera PR.
El primer hito en su plan con la isla fue un contrato de suplido de gas que consiguieron cuando José Ortiz dirigía la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), en medio de cuestionamientos sobre si recibieron información interna que les dio una ventaja indebida en la competencia por ese negocio. Luego, en 2023, la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) les adjudicó la construcción de dos plantas de 425 megavatios para generación de emergencia que estabilizara la red eléctrica.
“Pero la pregunta que más nos han hecho es cómo esto va a transicionar y cuál será el futuro a largo plazo en cuanto a esta y otras oportunidades de gas en la isla. Hoy, les tenemos esa respuesta. El gobierno ha hecho exactamente como dijimos, como pensamos que lo harían”, aseguró al explicar que cuando FEMA terminó de manera temprana ese contrato para generación de emergencia, el gobierno maniobró para que FEMA les aprobara uso de dinero federal para comprarle las plantas a NFE y, además, les dio un contrato que puede extenderse por cuatro años para suplir el gas que usan.
“Lo que dijimos es exactamente lo que esperamos que pasara, vender más combustible a menor precio, así que hacemos menos dinero en el margen de ganancia, pero lo compensamos con el volumen”, explicó Edens al mercado financiero sobre el contrato que el gobierno les concedió. “Y esto despeja el camino para el próximo tramo de esto, que es exactamente lo que esperamos que ellos hagan ahora, que es ir a construir nuevas plantas de generación eficientes para reemplazar las plantas viejas… Lo que queda para nosotros en Puerto Rico, en nuestro negocio, es simplemente contratos de suplido de gas de larga duración, altamente sustentables y altamente predecibles, lo cual es asombroso. Ese es el resultado que estamos buscando. Y con esto hoy, vemos el camino que nos llevará allí exactamente como lo previmos”, apuntó el ejecutivo que fundo NFE solo tres años antes de empezar su incursión en la isla.
Edens hizo estas declaraciones justo después de una racha de días en los que los abonados tuvieron apagones diarios por fallas en las plantas que administra Genera PR. Los ejecutivos de esta han admitido a la Cámara de Representantes que Ortiz les hizo consultoría para convertirse en los administradores de esa flota.
La política pública de Puerto Rico, establecida mediante ley, es que el 100% de la energía consumida venga de fuentes renovables para 2050. Fuentes renovables no incluyen gas natural. El Departamento de Energía federal (DOE en inglés) estableció científicamente que esa meta es posible usando una mezcla principalmente de sol y viento y que grandes sistemas de baterías pueden servir como el mecanismo de apoyo para suplir energía los días que sol y viento no sean suficientes.
Como parte de ese plan, el contrato de Genera PR les obliga a ir apagando poco a poco las plantas actuales que usan combustibles fósiles a medida que las plantas de energía renovable se construyan y activen.
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Pero McElmurray, encargado de Genera PR para NFE, le dibujó a los analistas financieros un plan de transición distinto.
“El estado final que esperamos de esto es que se retirará toda la energía basada en petróleo y la isla se energizará con gas natural complementado con solar y baterías, y ese va a ser el futuro de Puerto Rico. Nuestro negocio está posicionado perfectamente para capturar este crecimiento y nuestro trabajo es empujar esa transición tan rápido como sea posible. Lo que es único sobre Puerto Rico es que hay alineación perfecta entre nuestra estrategia, la política pública y la pura economía de lo que va a pasar. Así que esto es simplemente una cuestión de tiempo y nuestro trabajo es acelerar ese tiempo tan rápido como sea posible y convertir esos flujos de efectivo en ganancias duraderas a largo plazo para aumentar más el valor de nuestra franquicia”, expuso el ejecutivo.
Las ganancias que puede asegurarse NFE por controlar Genera PR que, a su vez, está contratada con dinero público para administrar las plantas de generación de la AEE está ilustrada también en una gráfica a la que McElmurray se refirió. Entre plantas que se pueden convertir a gas natural, y plantas que se van a construir, hay 3,700 megavatios (suficiente para cumplir con toda la demanda actual). NFE proyecta suplir por lo menos el 80% del gas natural bajo ese plan.
“[M]i perspectiva es que no veo ese 80 como el techo. Lo veo como el principio y entonces queremos ver qué hacemos a partir de ahí. Está bien claro aquí que la megatendencia allí (en Puerto Rico) es que todas las cosas de petróleo se van a retirar. En la plataforma de Genera, nosotros estamos a cargo de retirarlas. Eso ciertamente está impulsando el programa. Así que estamos altamente motivados para hacer que eso pase, no solo porque es lo correcto, sino porque la isla quiere desesperadamente llegar a un escenario donde se energizan con gas, además de solar y batería”, proyectó el ejecutivo a cargo de Genera PR.
El plan que expuso incluye conversiones y construcciones que el Negociado de Energía (NE) todavía no ha aprobado. De hecho, los ejecutivos no mencionaron al regulador del sector energético de la isla ni una vez en su presentación.
“Y si ustedes miran nuestro historial en Puerto Rico, obviamente hemos sido bien exitosos en hacer que esas cosas pasen. Nunca ‘no’ lo hemos hecho”, se jactó McElmurray.
La movida con los generadores de emergencia hizo que el 2023 fuera “un año increíblemente exitoso” para NFE, exclamó McElmurray al resumir que levantaron 425 megavatios en 120 días con contratos de dos años y que cuando “[n]uestro contrato terminó el 15 de marzo, nos cambiamos a un contrato de más largo plazo con el gobierno de Puerto Rico para suplir gas el 16 de marzo”. “Y el mismo día, vendimos la planta al gobierno de Puerto Rico. Así que estos 425 megavatios que empezaron como energía temporera efectivamente se convertirán a permanente”, añadió al recordar que ahora le venden al gobierno el gas para esos generadores. Y hay oportunidad de más ganancias en la transacción porque la cancelación temprana de los contratos de dos años activan cláusulas de compensación que todavía negocian.
“Solo para perspectiva, la cantidad bruta que nos deben por el tiempo que le quedaba a los contratos es $1,000 millones, y esperamos que esas discusiones progresen y terminen constructivamente también”, subrayó al proponer que esa transacción puede ser un modelo que la compañía aplique en otros mercados.
En contraste con cómo consideran que en Puerto Rico la energía renovable será solo un “complemento” del gas natural, los ejecutivos de la compañía discutieron su negocio en Brasil, país que suple el 75% de su necesidad energética de fuentes renovables y donde NFE es uno de un puñado de suplidores de combustible fósil que se activan solo cuando las renovables fallan. “Lo que ellos (en Brasil) necesitan es energía que puedan despachar rápido para balancear el sistema cuando el sol no brille o la lluvia no caiga”, resumió Edens.
El mismo miércoles pasado en que sus jefes hicieron esas declaraciones a analistas financieros, el ejecutivo cabildero de Genera PR, Iván Báez, anunció la creación de un grupo llamado Alianza Pro Desarrollo Energético de Puerto Rico (ADEPR).
Genera PR encabeza la entidad que también integran las cogeneradoras EcoEléctrica y AES Puerto Rico, así como Ciro Energy, que desarrolla tres fincas solares en Salinas y Guayama. El propósito es atender lo que entienden es una “polarización” en la discusión pública entre fuentes de energía fósiles y fuentes renovables, y “recalibrar” la transición hacia energía renovable.
“Fue un objetivo ambicioso, positivo, se busca la mejor intención. Al ver que no se están alcanzando, se hace un llamado a recalibrar, y creo que esa es la parte importante: cómo lo hacemos, aprendiendo que hubo un objetivo agresivo, unas metas, pero que hay que revisitarlas de una manera lógica, sensata y sin buscar echarle culpas a nadie”, le dijo Báez a El Nuevo Día.
El ejecutivo ya implantó una estrategia similar cuando, en su anterior posición como cabildero de Walmart, fundó la Asociación de Comercio al Detal, entidad que presiona en el gobierno y la opinión pública en defensa de los intereses de megatiendas que operan en la isla.
“Este va a ser el verano más productivo de nuestras vidas”, prometió Edens.
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