Presupuesto de LUMA depende de fondos federales, pero no está claro todavía cómo los manejarán
Los presupuestos iniciales del operador privado de energía eléctrica no promueven la inversión en energía renovable y tienen choques entre Negociado de Energía y JSF.
Aunque fue aprobado por el Negociado de Energía (NE), los presupuestos iniciales de LUMA Energy LLC, el operador privado de la red eléctrica de la isla, todavía tiene incertidumbres y falta de transparencia sobre los datos base, señalaron un grupo fiscalizador y miembros del propio NE.
La gestión presupuestaria también enfrenta la anomalía de que tiene una versión aprobada por el NE y otra por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).
El presupuesto para el próximo año fiscal es de $1,183,310,000. El proceso de transición no permite una comparación exacta con el presupuesto de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), ya que la corporación pública permanece con un presupuesto de generación de energía y porque el contrato con LUMA permite espacio para que la empresa cobre por “servicios compartidos”, que pueden ser áreas que hoy están bajo la AEE y que se le pueden encomendar a LUMA también. La resolución anota que las inversiones de LUMA en el sistema de generación (las plantas) no son para mejorarlas ni cambiarlas, sino solo mantenerlas a un nivel “adecuado”.
De los dineros disponibles para inversiones capitales en el sistema, para el próximo año fiscal se dice que $650.4 millones serían fondos federales, lo que aumenta a $1,050,000,000 millones en las proyecciones del presupuesto 2022-2023.
Pero la propia resolución del NE el 31 de mayo aprobando el presupuesto señala que “todavía hay incertidumbre sobre los procesos exactos de financiamiento federal que serán implementados por LUMA y sobre la eficiencia de la transición de la responsabilidad sobre esos fondos de la AEE a LUMA”. Por esto, le requirieron al operador que someta informes mensuales sobre la actividad con fondos federales.
En cuanto a qué va a hacer LUMA con el financiamiento federal, el NE encontró que LUMA tenía un plan “razonable en el corto plazo”, pero no completamente satisfactorio sobre la integración de energía renovable y un modelo de transmisión distribuido a lo largo y ancho de la geografía de la isla para que “resista mejor un evento climático”. Añade que LUMA no está tomando en cuenta adecuadamente $300 millones en fondos que están disponibles a través del Departamento de Vivienda para dotar residencias de sistemas de energía y agua resilientes y que podrían incidir en decisiones del privatizador sobre la reconstrucción del sistema.
Son $10,500 millones en fondos de parte de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) los que estarían disponibles, entre otras fuentes de financiamiento federal, y LUMA ha decidido que su manejo de esos fondos lo hará a través de su subcontratista Innovative Energy Management (IEM), una entidad que siempre ha figurado junto a ATCO y Quantas, las dos corporaciones que componen LUMA.
La promesa de LUMA al NE es que ahora están calibrando los modelos de flujo de energía en la isla que le permitirán analizar los estudios de interconexión y la evaluación de propuestas de recursos de energía renovable. “LUMA indica que, a medida que aumente la necesidad de interconexión e integración de renovables, va a reordenar la prioridad de las mejoras al sistema de transmisión y distribución, según se necesiten para acomodar la interconexión y entrega de energía de nuevos proyectos de generación solares y de viento”, consigna la resolución.
Sin embargo, la entidad fiscalizadora Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en inglés) criticó tanto el presupuesto que aprobó el NE como otra autorización presupuestaria que hizo la JSF.
El de la Junta “corre un alto riesgo de desbalance” y el del NE está “mal documentado”, según los miembros de IEEFA, Cathy Kunkel y Tom Sanzillo. De hecho, hay descuadres entre ambos presupuestos, “LUMA recibirá $115 millones en el presupuesto de la JSF y $101 millones en el presupuesto del NEPR. ¿Qué presupuesto debe seguirse?”, plantean sobre la tarifa de operación que cobrará la empresa.
“El hecho de que no se documenten las estimaciones de gastos de partes importantes del presupuesto y de basar los ahorros futuros en iniciativas no especificadas es una continuación de un proceso presupuestario que carece de equilibrio de ingresos y gastos y sigue estando fuera de control”, dijeron sobre el presupuesto que aprobó el NE.
“[E]s poco probable que el presupuesto del año fiscal 2022 y las proyecciones de año adicional proporcionadas por LUMA Energy resulten en una inversión en energía renovable que cumpla con el actual Plan Integrado de Recursos y los objetivos de energía renovable ordenados por la legislación de Puerto Rico... La energía renovable es la clave para traer ahorros significativos de combustible, balance presupuestario y resiliencia energética a la isla”, añadieron.
Para IEEFA, la determinación presupuestaria que hizo la JSF “socava” la autoridad del NE.
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