Difícil panorama para la industria del entretenimiento en la Isla
Aún no se vislumbra una reapertura para este sector severamente afectado por el impacto del COVID-19.
Nota de la editora: Esta es la primera parte de una serie que documenta el efecto de la pandemia del COVID-19 en el mundo del arte, la cultura y el espectáculo en Puerto Rico.
En un país catalogado como “el más feliz del mundo” y con una gran cantidad de artistas de renombre internacional, nunca se había experimentado tanta desolación en la industria del entretenimiento, como la que se ha dado desde la pandemia del COVID-19.
A prácticamente dos meses del cierre económico en el país, las pérdidas de este sector son millonarias y, sumado a los productores de eventos, otros cientos de suplidores y trabajadores que corren detrás de las cámaras y los escenarios, han quedado sin trabajo y sin la opción de operar de manera remota, algo que no aplica a este sector.
“Es una situación bastante crítica para los productores del país, porque más allá de las opciones digitales, sin público, estamos hablando de que esta es una de las industrias de mayor consumo en el país. ¿Cuál es la luz al final del camino? Todavía no la vemos”, dijo la productora y vice presidenta del Colegio de Productores en Puerto Rico, Soraya Sánchez.
Esa luz se apagó incluso antes del 16 de marzo, cuando comenzó la cuarentena en Puerto Rico. Para el veterano productor César Sáinz, el cierre de la industria se dio desde que se anunció que un espectador extranjero del Día Nacional de la Salsa, había arrojado positivo al virus. Casi una semana más tarde, la gobernadora Wanda Vázquez, decidió por orden ejecutiva, implementar la cuarentena que, en un principio, era de dos semanas.
"Nosotros hemos sido la industria más afectada. No hay empresa ni sector que se haya afectado más que nosotros. Fuimos los primeros que dijeron que teníamos que cerrar, porque desde que se revolcó el avispero y se desató la crisis en Puerto Rico con el evento del Día Nacional de la Salsa, el que era secretario de Salud, Rafael Rodríguez, dijo en una entrevista, que se iban a tener que cancelar todos los conciertos, teatros, coliseos…y aún no se había decretado la cuarentena. Así que, fuimos la primera industria que se mandó a cerrar y vamos a ser los últimos que nos van a dejar abrir, porque nuestro negocio es meter la mayor cantidad de gente posible en un sitio”, dijo el presidente de Rompeolas.
Sáinz destacó que urge una acción de parte del gobierno para darle un alivio a la industria, aunque destacó que siempre han sido olvidados a pesar de la gran aportación que hacen a la economía del país.
“Esto no es nuevo. Nosotros siempre hemos sido el ‘patito feo’ de la industria y los negocios en Puerto Rico. Nada más se nos considera y se acuerdan de nosotros para el cobro del IVU. Piensa, ¿qué medidas se han planteado para nosotros? ¿Qué se ha planteado para ayudarnos a nosotros?”, añadió.
Sin embargo, destacó que la Junta del Colegio de Productores de Puerto Rico ha hecho unos acercamientos a a gobernadora para sostener una reunión y presentarles alternativas para la industria, información que también fue confirmada por Sánchez, vicepresidenta del Colegio.
“Tenemos un documento dirigido a la Gobernadora, los Presidentes de los cuerpos legislativos y al Secretario de Desarrollo Económico con las medidas de protocolos de sanitización y seguridad, para cuando el momento permita la reapertura y medidas de apoyo económico y de administración y operación que faciliten la actividad en la industria para múltiples sectores”, dijo.
Este panorama se torna aún más desolador cuando se contabiliza la cantidad de personas que forman parte de todo el andamiaje que da vida a un evento masivo. En el caso de los Premios Tu Música Urbano, último proyecto de Sánchez, que se dio apenas una semana antes de que se decretara en la Isla el toque de queda o ‘lockdown’, se generaron poco más de 400 empleos directos e indirectos, sumado a la economía que se movió con el traslado de artistas, pasajes de avión, hospedería, transporte y más.
“El impacto (del COVID-19) ha sido grandísimo, de millones de dólares, con miles de personas desempleadas. Esto ha sido grandísimo en la industria del entretenimiento. Hay que ver el día a día, nadie sabe lo que va a pasar, pero estoy muy solidario y quiero ayudar a gente de la industria, que se ha visto muy afectada. Aquí te hablo de suplidores, la gente de sonido, luces, tarima y los que trabajan detrás del telón. Tenemos que ver de qué manera podemos llevar estos eventos multitudinarios adelante, con el protocolo que requiera el gobierno, porque estamos hablando de cientos de empleos por evento”, compartió, por su parte, el productor Paco López, presidente de No Limit Entertainment.
López expuso que el resurgir de la industria conllevará un proceso de reinvención, tanto de parte de los productores, como de las instalaciones en donde se realicen los eventos masivos.
Trajo como ejemplo la estrategia del ’drive-in’ que ya comienza a implementarse en algunos países europeos en donde el coronavirus ya dejó estragos a su paso, y que les ofrece los espectadores un poco de privacidad y seguridad.
Pero la realidad es que, un espectáculo masivo, como los que se disfrutan en prestigiosos espacios de la Isla como el Coliseo de Puerto Rico o el Centro de Convenciones de Puerto Rico, y la experiencia que se ofrece durante más de dos horas, difícilmente puedan emularse en otros lugares que pudieran evaluarse como alternativa.
“El hacerlo al estilo ‘drive in’ es algo que se está dando en otros lugares y llama la atención, pero, honestamente, no sé cómo funcionaría aquí. Estamos acostumbrados a ir al Coliseo y al Centro de Convenciones y ya es como un jangueo… Y hay más cosas a tomarse en consideración, es más difícil dar un servicio en un carro, hay que determinar cómo se cobra, si por carro o por persona, sería diseñar una logística nueva”, expuso, por su parte, Gabriela Escalera, vicepresidenta ejecutiva de KMedia.
Mientras, Sáinz destacó que en la posible reapertura de los eventos masivos es necesario implementar rigurosas medidas de protección, como las que se toman en las megatiendas que están operando, se exija la utilización de mascarillas y de desinfectante de manos, y se comience a retomar la actividad poco a poco.
“El uso de mascarillas es algo que se tendrá que aplicar por mucho tiempo. Yo no dejaría a nadie entrar a un evento mío sin ella. Te digo, esto es algo que tiene que empezar por nosotros mismos. Tenemos que empezar a asumir responsabilidades. Y esto no es solo en este sector. Hay gente que ya necesita salir a trabajar”, expuso.
“Cada país tiene su cultura y cada sitio lo va a acoger de manera diferente. Esto, en Puerto Rico, tiene que ser protección. Y aquí estoy liberando de una carga al gobierno, porque la realidad es que cada cual tiene que asumir una responsabilidad. Cada ciudadano tiene que velar por sí mismo. Esto es como guiar. Tú guías con precaución para no chocar, pero también estás pendiente de que el que esté al lado no te choque. Así vamos a tener que vivir por un tiempo. Nos toca cuidarnos”, agregó Sáinz.
De hecho, la crisis económica que se ha agravado en la Isla a raíz de la llegada del COVID-19 será un factor determinante para el nuevo despunte de esta industria, pues la ciudadanía se verá forzada a ser más cautelosa en la manera como gasta su dinero.
“Creo que la gente va a querer volver a la normalidad y disfrutar de un buen concierto, pero lo que sí va a restringirlos es el poder adquisitivo”, opinó Escalera, algo que fue respaldado por Sáinz, quien dijo que esto será parte del “efecto dominó”.
Es así como, una vez el mundo del entretenimiento abra sus puertas, el nuevo reto será la venta de boletos para echar hacia adelante sus eventos.
“En los últimos años hubo una merma de auspicios, eso es una realidad. Es algo que se venía dando en la industria completa, por situaciones económicas que ya venían dándose en el país. Así que, la boletería, en los últimos años, era parte fundamental de esto. Te diría que ya estábamos en un 60 por ciento, 40 por ciento, siendo el 60 el de la boletería, y en algunos casos, hasta un 70 por ciento (en boletería). Conozco de productores que funcionan solo a través de ventas de boletos. Así que es muy importante lo que se genere de la boletería”, concluyó Sánchez.