Acusan que LUMA estrangula a organizaciones sin fines de lucro
El director ejecutivo de La Fondita de Jesús, Josué Maysonet Colón, dijo que en el caso de la entidad pagan 51% más que hace un año, aún con el 10% de reducción en el consumo.
El director ejecutivo de La Fondita de Jesús, Josué Maysonet Colón, consideró que el mal servicio de LUMA Energy está estrangulando a las organizaciones sin fines de lucro debido a la ausencia constante de electricidad, así como por el daño que ocasionan las fluctuaciones de voltaje en los equipos electrodomésticos.
“Todos estamos de acuerdo que proveer energía eléctrica es un servicio esencial con impacto económico; es un recurso para el desarrollo económico del país, primordial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pero se ha visto cómo ha fallado consistentemente impactando la vida de personas”, dijo, y puso como ejemplo la interrupción en el Centro Médico de Río Piedras.
Igualmente, Maysonet Colón afirmó que los aumentos consecutivos que LUMA Energy ha impuesto a los puertorriqueños han sido “atropellantes y abusadores, a pesar de su pésimo servicio”, con lo cual quebranta los niveles, “el bolsillo de la ciudadanía, lo cual es un factor determinante para crear inseguridad en quienes dependemos de este servicio”.
Consideró que esta es una de las razones principales por la cual muchas familias están actualmente en riesgo de perder su hogar, aparte de que “la ineficiencia del sistema ha creado que encima de los aumentos tengamos que estar invirtiendo en equipos tales como protectores de voltaje y baterías suplementarias para que los enseres y otros artículos no se dañen a causa de los apagones diarios que obstaculizan las operaciones institucionales o afectan la vida cotidiana familiar”.
El director ejecutivo de La Fondita de Jesús recordó que las organizaciones sin fines de lucro brindan servicios esenciales a diversas poblaciones vulnerables, impactando miles de personas anualmente, cubriendo así necesidades desprovistas por las estructuras gubernamentales.
Aseguró que la inestabilidad del sistema eléctrico y los altos costos las han sacudido, “llevándonos a decidir si proveemos un servicio directo que puede salvar vidas o si se paga la factura de LUMA”.
Consignó que en la Corporación La Fondita de Jesús pagan un 51% más que hace un año, aun con 10% de reducción en el consumo, lo que equivale a miles de dólares, que se invertían en servicios esenciales a poblaciones vulnerables de adultos mayores pobres o de personas sin hogar.
“Esto crea que las organizaciones eliminen servicios humanitarios para cubrir aumentos injustificados en las utilidades. Muchas organizaciones estamos tomando medidas, incluyendo invertir en energía solar, pero otras están a punto de cerrar operaciones, por no poder pagar sus facturas de luz”, dijo.
El director ejecutivo de La Fondita de Jesús apuntó que “no existe un recurso irrebatible para apoyar a las organizaciones sin fines de lucro que fundamentalmente también necesitan cubrir los costos de las utilidades para continuar la gesta diaria impactando seres humanos con diversas situaciones de vulnerabilidad —niños, adultos mayores, sobrevivientes de violencia de género y comunidad Lgbttqia+”.
“Una desafortunada consecuencia de que el Estado no tome acción al respecto, en cuanto a los aumentos desmedidos de LUMA, la inestabilidad de su servicio y la falta de acción continuará lacerando a las organizaciones sin fines de lucro al punto de que muchas dejarán de existir, por lo cual, también sufrirán muchos ciudadanos”, sostuvo Maysonet Colón.