Discuten estrategias para enfrentar el hurto de comidas en los comercios
Los artículos más susceptibles a robo en los comercios de alimentos son los licores, seguidos por el cafe, desodorantes, mariscos y quesos, según reveló el estudio 'Retrato de la Industria de Alimentos', comisionado por MIDA a la firma Aquino, De Córdova, Alfaro & Co.
La más reciente versión de este estudio se presentará el próximo mes de junio, durante la convención anual de MIDA, una de las principales iniciativas de la organización, que representa a la industria de alimentos, para contrarrestar la pérdida de ingresos que enfrenta este sector.
'Los márgenes de ganancia de los detallistas son mínimos. Por lo tanto, cualquier pérdida puede impactar drásticamente las finanzas de una empresa', aseguró el licenciado Manuel Reyes Alfonso, vicepresidente ejecutivo de MIDA.
Los datos revelados por el estudio estiman que la venta promedio por cliente equivale a $25.66. De estos, solo 23 centavos por cliente representan la ganancia neta para el comercio. Según el CPA, Eduardo González Green, 'las pérdidas producidas por la merma, que incluyen ineficiencia y negligencia en el manejo de inventario, robo o fraude por empleados y hurto por clientes, representan un 2.13% de las ventas. Esto equivale a una pérdida estimada de $116 millones para el sector de alimentos al detal. El robo por parte de empleados y de clientes equivale a un 30% de la merma total que experimenta la industria.'
'El hurto de mercancía en las tiendas representan pérdida económica para el empresario. Pero también conlleva pérdidas para el erario y la economía en general. Pierde Hacienda por el IVU/IVA que se deja de generar, más el costo de manejar un inventario que nunca llegó al consumidor y pierde el consumidor porque esa pérdida está en el precio de los artículos. En fin, perdemos todos', afirmó Reyes Alfonso.
Ante esta realidad, MIDA reunió a diferentes recursos con el fin de analizar la situación y buscar soluciones que permitan su implantación a nivel de los puntos de venta. Un análisis de la data recopilada por CC1, concluyó que la tendencia de los supermercados a guardar los productos bajo llave o en áreas inaccesibles representa mayor pérdida que el robo en sí. Por ello, Luis Jiménez Jiménez, gerente de manejo de categoría de CC1, quienes representan marcas de café como Yaucono, Crema, Rico y Alto Grande, recomendó un balance en la implementación de medidas preventivas entre los intereses de los detallistas y los manufactureros, y la experiencia de compra del consumidor.
'Cuando la balanza se inclina demasiado hacia proteger el inventario y las ganancias, el consumidor puede decidir no esperar a que un empleado traiga la llave y se lleva su dinero a otro establecimiento. Esto reduce la venta en cerca de un 20% que equivale a una pérdida de cerca de un (1) millón de dólares', señaló Jiménez. Según data relevante de IRI, la categoría de café, representa $70 millones en ventas, siendo la cuarta categoría para el canal de supermercados.
Para Reyes Alfonso, el que el gobierno tome acción creando leyes que concedan mayores garras a las autoridades para actuar con los que violan la ley y más protección a los comerciantes, es fundamental. Sin embargo, en lo que esto ocurre, los comerciantes pueden tomar una serie de medidas internas para reducir los incidentes y con ello, las pérdidas.
Desde adquirir nueva tecnología que permita la detección temprana de actividades sospechosas y la contratación de seguridad privada hasta mover los productos más vulnerables al área de servicio al cliente o frente a las cajas registradoras, como en el caso de los desodorantes y el café. En el caso de los desodorantes y otros artículos, se presentaron alternativas de 'displays' que proveen seguridad sin llegar a poner los artículos bajo llave, comentó Elvin Tosado, Director Ejecutivo de Supermercados FamCoop.
'Es importante prevenir el robo, pero debemos evitar penalizar al consumidor y desalentar la venta, pues la pérdida económica puede ser mayor. La solución no debe ser afectar la experiencia de compra del cliente porque ello afectará las ventas', recalcó Jiménez.
Por su parte, González Green indicó que la meta de los empresarios debe ser controlar la merma producida por la falta de controles en los inventarios, ya sea por hurto a nivel interno, ratería u otros factores. Según éste, si el comerciante logra reducir la merma, generará un aumento en ingreso neto.
Mayreg Rodriguez, Directora Ejecutiva de Supermercados Selectos indicó que, como alternativas, algunos comerciantes han puesto letreros en las entradas de sus establecimientos y han creado videos educativos, con recomendaciones para el uso de las bolsas reusables de manera que los consumidores esperen hasta llegar a la caja registradora para empacar.
Finalmente, los comerciantes indicaron que la mayoría de los supermercados están listos para la entrada en vigor definitiva de la ley que prohíbe las bolsas plásticas desechables a partir del mes de junio. Esta preparación incluye medidas para minimizar el potencial de hurto cuando el consumidor entra al establecimiento con sus propias bolsas.
El Lcdo. Reyes Alfonso aclaró que el Tribunal Supremo ha validado la práctica de pedir los recibos de compra en la salida de los establecimientos como mecanismo para salvaguardar su mercancía de apropiaciones ilegales pero que al igual que otras medidas discutidas, los detallistas deben evitar afectar la experiencia de compra o infringir en otros derechos del consumidor. Mencionó que en este momento la Cámara de Representantes está considerando el PC 725 que, entre otras cosas, busca posponer nuevamente la entrada en vigor de esta ley, lo cual MIDA no favorece. 'La industria ya ha invertido demasiado en prepararse para este momento. Sólo necesitamos algunas enmiendas a las leyes para atender asuntos como el hurto.'