Aunque el gobierno tiene la mira puesta en poder cobrar el Impuesto sobre las Ventas y Uso (IVU) a las compras que realizan los consumidores boricuas por internet, el camino podría ser muy empinado, según expertos consultados por NotiCel.

Obed Borrero, CEO de Virtualizate señaló que el problema no es solo de Puerto Rico ya que, debido a la complejidad del mercado digital globalizado, los comercios o plataformas virtuales se resisten a actuar de agentes retenedores de los gobiernos por lo que ve muy difícil que el gobierno pueda lograr sus expectativas de cobrar el impuesto en las compras de internet.

'Los esfuerzos de la agencia van dirigidos a aumentar la percepción de que el gobierno te puede coger en pifia, por lo que es mejor que vayas y pagues voluntariamente el IVU. Aunque suene duro, se está jugando para las gradas para decir que se está haciendo algo, cuando la realidad es muy difícil detenerlo', explicó.

Hacienda inició el proceso de orientar a los contribuyentes para que informe mediante la radicación de una planilla toda compra realizada por internet y pague voluntariamente el impuesto si no se le cobró al momento de la transacción electrónica. El problema estriba en que si bien es cierto que tecnológicamente el gobierno puede saber de dónde viene y dónde están las compras en línea, tiene la tarea difícil de lograr que los comercios exclusivamente digitales que no tienen presencia física en Puerto Rico le provean al gobierno un listado de las compras realizadas sus portales desde la Isla del Encanto.

El proyecto 849 radicado por el presidente de la comisión cameral de Hacienda, Antonio Soto, pretende darle garras al Departamento de Hacienda para obligar a los comercios que no tiene presencia en Puerto Rico a que adviertan a sus compradores que tienen que pagar el IVU; pero no los obliga a cobrarlos.

'El gobierno no los puede obligar a cobrar. Estos tendrían que rendir unos informes para notificar periódicamente las ventas enviadas a Puerto Rico. Es como pedirle un listado de todos los boricuas que le compraron por internet. Tiene la capacidad el gobierno de ir tras cada uno de ellos para cobrarle los $5 o $25 por comprar ropa en internet?', cuestionó Borrero.

Sostuvo que los avances tecnológicos y la precaria situación económica han incentivado las compras por internet. Estas, aunque han aumentado exponencialmente en los últimos años, en términos legales el cobro de impuestos es sumamente complicado, sobre todo en las plataformas estrictamente digitales y/o con operaciones principalmente en lugares remotos como la República de China o países donde Estados Unidos no tiene jurisdicción.

Explicó que existe un debate mundial sobre si un comercio estrictamente digital viene obligado a regirse por estatus contributivos de todas y cada las regiones y países a las que envía artículos. En el caso de Puerto Rico se complica aún más por la situación política y falta de soberanía.

'El tema es complicado. Claro, es mucho más fácil si tienes una tienda aquí. Ninguno de los esfuerzos del gobierno va a detener lo que ya la gente se dio cuenta que puede hacer. Comprar más barato en internet', insistió.

Amazon ha comenzado a cobrar impuestos de ventas estatales a los productos vendidos en los Estados Unidos. El problema, según Borrero, es que el consumidor de seguro se moverá a hacer sus compras a otro comercio donde no le cobren el IVU. La complejidad del tema abarca lo ilimitado que es el comercio globalizado en el que una persona puede comprar desde la comodidad de su hogar en comercios en cualquier parte del mundo, lo que hace cuesta arriba que el gobierno acceda a todas las transacciones.

'Si el gobierno de EEUU ha logrado que Amazon cobre, la gente se va a mover a otros sitios como los chinos. Por ejemplo, el portal Wish, Rosewholesale y muchos otros. Qué puede hacer el Departamento de Hacienda con portales como estos establecidos en China para obligarlos a remitir el IVU?', insistió.

Anticipó que la medida podría ser tan contraproducente como cuando en el pasado cuatrienio se intentó legislar para que PayPal pagara un impuesto por transferencias de dinero. La compañía determinó cancelar los servicios electrónicos para Puerto Rico y el gobierno se tuvo que retractar, por la oposición que generó la medida. Indicó que el gobierno debe tomar en cuenta que las compañías pueden cambiar sus políticas de ventas y dejar de hacer envíos a Puerto Rico.

Con esta teoría coincidió Ilia Muriente, CEO de Pronetwork. Sostuvo que los sistemas están disponibles, pero es el negociante quien tiene que hacer la diligencia de cobrarlo y remitírselo al gobierno. También sería necesario tener personal para fiscalizar el listado de miles de transacciones que se hacen semanalmente desde internet.

'El 89% de los compradores en EEUU buscan precio y hacen las compras por internet. Están cerrando muchas compañías físicas porque el consumidor compara y ve que es más barato en línea, donde te puede suscribir y tener envío gratuito. Esto es como un barco al que tú apagas los motores y siguen en movimiento por inercia. No es tan fácil de detener, porque, aunque Amazon levantó las manos el comercio digital no tiene límites. Te adelanto el usuario es inteligente y siempre va a existir el truco', dijo.