Cooperativa lechera apuesta al alquiler de planta Indulac (galería y vídeo)
'Nosotros los ganaderos no nos rendimos'. Con estas palabras el ganadero Manuel Enrique 'Ricky' Martínez, propietario de la Vaquería Martínez de Vega Baja, aseguró que la industria de la leche crecerá en Puerto Rico durante el 2016 con la reactivación de la Cooperativa de Productores de Leche.
Con esta movida, los ganaderos buscarán alquilar las facilidades de Indulac para expandir el ofrecimiento de productos lácteos nativos y 'competir de tú a tú' contra la importación innecesaria de los mismos.
'Yo soy ganadero… Con este negocio mandé a estudiar a mis hijos que son profesionales y con él he vivido. Y creo en él. Es la única industria en Puerto Rico que tiene leche para alimentar a todo el país e islas adyacentes. No hay que importar', aseguró Manuel Enrique Martínez (Ricky) con evidente orgullo.
La industria lechera no ha estados exenta de la situación económica por la que atraviesa el país. Según Martínez, ha disminuido dramáticamente la cantidad de vaquerías, y las que aún operan lo hacen con mucha dificultad. Por tal motivo, los ganaderos activaron recientemente la Cooperativa de Productores de Leche, con la intención de diversificar sus productos y crear un frente común para bajar los costos de operación.
Esta cooperativa fue creada en el 2006 con el propósito de comprar las plantas elaboradoras. Al no concretarse la transacción estuvo inoperante desde entonces.
'El acuerdo económico del gobierno con las elaboradoras nos dejó en una situación muy difícil y bastante crítica. Decidimos no quedarnos de brazos cruzados y activamos la cooperativa con la idea de alquilar las facilidades de Indulac. Podemos diversificar para producir mucho de los productos que en estos momentos se importan. Continuando siendo una planta de balance competiremos con los productos importados como la mantequilla, queso, leche deslactosada, quesos y otros', explicó.
Uno de los principales problemas que enfrenta la industria es el costo en la compra de los insumos que necesitan para operar. Esta situación podrá mejorar en la medida en que, a través de la cooperativa, se pueda comprar en grandes cantidades.
Según el ganadero, 'el alimento representa el 45% del costo de producir un litro de leche. Y ese alimento todo se trae de afuera. Nosotros creemos que con la cooperativa, podemos comprar alimento en bloque para abaratar su costo. Eso también se puede hacer con el forraje'.
Martínez instó a la secretaria del Departamento de Agricultura, Myrna Comas, a que se exprese públicamente y apoye las gestiones de los ganaderos.
'La Secretaria de Agricultura ha expresado que las cooperativas son uno de los mecanismos (buenos para los ganaderos). Pero necesitamos que ese apoyo sea público. Que nos apoye y que crea en nosotros', insistió.
En sus 25 años al frente de la Vaquería Martínez, Ricky asegura a NotiCel que ha visto cambios radicales y buenos en una industria que pese a los embates económicos produce una de las mejores leches del mundo.
'Nuestra leche está clasificada grado A. No contiene hormonas y las vacas no se inyectan. Nuestros parámetros están bien fiscalizados. Tenemos un producto excelente', afirmó.
Para lograr esta excelencia, asegura que la raza es medular, tanto para la producción, cantidad y calidad de la leche. La higiene también es bien importante. Admite es un trabajo muy duro, con una rutina que no se detiene ni siquiera en casos de emergencia como los huracanes.
'El día comienza bien temprano. A eso de las 3:00 a.m. llega el ordeñador. A las 7:00 a.m. llegan los trabajadores de campo y a las 3:00 p.m. regresa el ordeñador para la segunda tanda del día. Esto es un trabajo tan sacrificado como un médico', relató Martínez.
La Vaquería Martínez es una empresa familiar que opera desde 1964. Desde hace 25 la opera Ricky tras heredarla de su padre. Es una vaquería pequeña en la que el dueño y su familia residen y participan diariamente de los trabajos. Ellos cinco junto a otros cinco empleados mantienen las operaciones. La finca cuenta con 90 vacas, seleccionadas mediante un proceso de inseminación artificial para lograr los mejores prospectos. Todas son novillas boricuas. Además, opera con un sistema de pastoreo y confinamiento que produce alrededor de 1,300 litros diarios de leche cruda. Tiene uno de los pocos sistemas de ordeño tradicionales que se conoce como orcata individual.
Su hijo, Pablo Martínez, no solo ayuda en la vaquería. También ha iniciado otros proyectos agrícolas como el cultivo de girasoles y la crianza de conejos, y próximamente va a iniciar la crianza de ganado lechero.
El joven de 27 años asegura que la agricultura –aunque lo lleva en la sangre- es el futuro, por lo que aconseja a los jóvenes a explorarla.
'Le digo a esos jóvenes que están buscando empleo y que no consiguen, que miren a la agricultura. Hay mucho trabajo y sí hay oportunidades para todos esos jóvenes de tener éxito en la agricultura; y más en Puerto Rico porque hace falta', aconsejó.