Cannabis en Oregón: del crimen a la economía formal (vídeo y galería)
Portland - Si los vecinos de una comunidad en Puerto Rico se enteran de que alguien tiene un sembradío de marihuana en su casa, probablemente no pase mucho tiempo antes de que lo cataloguen como una amenaza pública que debe ser removida de la sociedad con urgencia. En las ciudades del estado de Oregón el paradigma en un momento dado fue similar, pero hoy día se ha disuelto, ya que son muchos los que siembran cannabis medicinal de manera legal.
Andrew Gurevich es uno de ellos. Trabaja como profesor a tiempo completo en el Departamento de Humanidades del Mount Hood Community College en Portland, donde enseña literatura, escritura y religiones del mundo. Estableció una operación pequeña tipo boutique en el sótano de su residencia, a la cual nos abrió sus puertas. Tiene seis plantas en producción, más algunas madres en gestación. 'No tengo nada que esconder de mis colegas, de mis vecinos ni de mi comunidad, todos saben lo que hago, incluyendo la institución para la cual trabajo', declaró.
'Lo pensé mucho, tenia un sinnúmero de preocupaciones de carácter ético y objeciones morales que sobrellevar, así que investigué las características de esta planta y sus efectos en las personas. Una década después me sostengo firme en que tiene muy pocos efectos secundarios negativos en cuanto al uso recreacional, y que tiene un profundo uso medicinal aun sin aprovechar. Lo vi como una oportunidad para cumplir con mis obligaciones financieras sin perjudicar la comunidad', aseguró el profesor.
Hace diez años decidió dedicarle tiempo a la siembra de marihuana para complementar su salario de maestro, el cual no era suficiente para cumplir con sus obligaciones de manutención, ya que era divorciado y tenía que pasar pensión para sus dos hijos. 'Terminé la escuela graduada y me fui a enseñar, pero estaba ganando muy poco dinero, alrededor de mil dólares mensuales, y la pensión eran ochocientos, traté de trabajar en otras cosas pero tampoco pagaban lo suficiente. Poco a poco la pensión se atrasó por doce mil dólares', narró el educador.
Fue entonces que un amigo de ‘Andy', quien era agricultor clandestino de cannabis, le ofreció estadía en su residencia con la opción de utilizar el total de su sueldo para pagar la pensión alimentaria. 'En la primera cosecha que presencié se dieron entre ocho a diez libras, era más de lo que había visto en mi vida, la primera vez que una cubeta repleta de yerba cayó frente a mí para podarla pensé que iría a la cárcel y que perdería a mis hijos … estaba bien nervioso y preocupado, pero francamente la desesperación por cumplir con las finanzas me forzó a hacerlo'.
Varios años después, la ley del programa de marihuana medicinal es aprobada en Oregon, y decidió que se podía dedicar a la siembra legal. 'Ahora puedo hacer esto legalmente, yo sé hacer esto, me puedo mover para desarrollar mi propia operación', explicó Gurevich, quien implementó el método de siembra hidropónico que aprendió de su compañero conocido como ‘cultivo de agua profunda', el cual provoca que la planta crezca más rápido y grande en montajes establecidos en el interior de una estructura.
Según Andrew, la ley estipula que no se puede vender la marihuana, pero sí puedes recibir rembolsos por la inversión. Cada ‘licencia' permite la posesión de hasta libra y media (24 onzas), y lo que sobra de la cosecha se le puede transferir a otro paciente, quien reembolsa un porciento de lo que se invierte en la siembra, tanto la electricidad, como los nutrientes, el agua y hasta el tiempo que se le dedica a las plantas. 'Pude hacer lo suficiente sin violar ninguna ley para saldar la deuda de la pensión mientras trabajaba en lo que amo hacer, en lo que soy bueno de verdad.'
Sin embargo, el catedrático asegura que al presente su verdadera motivación para continuar sembrando ya no es financiera, si no más bien está dirigida a la aportación que puede brindarle a su comunidad por el beneficio medicinal. 'Me gustaría recibir crédito por ser altruista, pero la realidad es que el mercado ha colapsado. Aunque mi interés fuera económico, operaciones pequeñas como la mía ya no dejan dinero, el mercado está inundado de producto. Lo que me mantiene activo es el hacer medicina para las personas que la necesitan y compartir el conocimiento sobre sus beneficios'.
'Como cualquier otra sustancia, necesita ser utilizada con precaución y mantenerla fuera del alcance de los menores, pero medicinalmente hemos visto resultados extraordinarios en niños con epilepsia', dijo Gurevich, quien junto a su esposa produce un aceite concentrado de la planta conocido como 'Rick Simpson Oil', frecuentemente utilizado por pacientes que padecen condiciones que provocan dolor crónico. 'Es cierto que no es bueno quemar algo y llevarlo a tus pulmones, pero hoy día existe tecnología para vaporizar la yerba, además de aceites, cremas, comestibles e infusiones.
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