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SAN JUAN WEATHER
Economía

UE y EEUU adelantan negociaciones de libre comercio a pesar de escándalo de espionaje

Las negociaciones para un ambicioso acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) comenzarán finalmente el lunes, despues de que Washington garantizase una investigación sobre el programa de espionaje masivo que ha escandalizado a sus socios transatlánticos.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Barroso, confirmó el pasado viernes que la primera ronda de negociaciones no sufriría alteraciones y se desarrollaría como estaba previsto, en Washington, entre el 8 y el 12 de julio con 'nuestros socios estadounidenses'.

Barroso informó, además, de que EE. UU. había aceptado que 'en paralelo' a las conversaciones sobre el Acuerdo Transatlántico de Inversiones y Comercio (TTIP, por su sigla en inglés) se discutiesen asuntos que causan 'seria preocupación' sobre la protección y el respeto de la privacidad de los datos de los europeos.

Este diálogo complementario surge a propuesta del secretario de Justicia de EE. UU., Eric Holder, aunque no se ha precisado a qué nivel se desarrollarán las conversaciones.

La decisión parece haber calmado ligeramente las quejas de varios miembros de la UE que habían pedido un aplazamiento del inicio de las negociaciones tras las revelaciones sobre el espionaje masivo llevado a cabo por los servicios de inteligencia estadounidenses sobre oficinas europeas en Bruselas, Washington y Nueva York.

Francia, uno de los más recelosos del acuerdo comercial y que ha marcado sus condiciones al excluir las ayudas a la industria cultural de las conversaciones, fue uno de los que mostró con más claridad su enfado al desvelarse el espionaje.

El presidente francés, Francois Hollande, afirmó la pasada semana que 'Europa no puede abrir una ronda de negociaciones sin que al mismo tiempo se produzcan discusiones y conversaciones con Estados Unidos sobre las actividades de inteligencia'.

Dada la tensa situación, el propio presidente estadounidense, Barack Obama, en una llamada telefónica a la canciller alemana, Angela Merkel, expresó el miércoles su 'firme apoyo' a las conversaciones sobre el TTIP y reiteró su compromiso de abordar 'en detalle' el denunciado espionaje de Washington a la UE para calmar los ánimos.

De este modo, y finalmente, los dos equipos negociadores, encabezados por Dan Mullaney por el lado estadounidense, e Ignacio Garcia-Bercero por el europeo, se sentarán a definir desde el lunes los ejes básicos del acuerdo entre las dos grandes potencias económicas mundiales.

Las conversaciones, que tendrán lugar en el Centro de Conferencias de la Casa Blanca, se prolongarán durante cinco días y al final está previsto que ambos jefes negociadores ofrezcan una rueda de prensa conjunta.

De acuerdo con fuentes de la Oficina del Representante de Comercio de EE. UU., que coordina el encuentro, se configurarán cerca de una veintena de grupos de trabajo.

Entre las principales áreas de negociación figuran el acceso al mercado agrícola, las telecomunicaciones y el comercio electrónico, el medio ambiente, los servicios financieros, el transporte y las normas de competencia.

Según datos de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que respalda decididamente las conversaciones, la supresión de los aranceles a la importación impulsaría el comercio a ambos lados Atlántico en más de 120.000 millones en los próximos cinco años.

No obstante, uno de los aspectos más importantes de estas conversaciones serán los de carácter regulatorio y protección de inversiones, puesto que las tarifas aduaneras a ambos lados del Atlántico se encuentran ya a niveles muy bajos.

'Es de nuestro interés incluir cláusulas de arreglo de disputas sobre inversiones', indicó John Clancy, portavoz para comercio de la Comisión Europea, al subrayar que la UE es el mayor inversor global.

Aunque no se ha marcado un fecha límite para alcanzar un acuerdo definitivo, los expertos estiman que podrían prolongarse en torno a dos años dada la complejidad de algunas de las áreas.

Los países de la UE registraron un superávit de $115,716 millones al cierre de 2012 en su comercio de bienes con EE. UU., frente a los $99,881 millones de 2011, con Alemania como principal socio comercial europeo de Estados Unidos.

Fachada de la delegación de la Unión Europea en Washington. (EFE/Archivo)
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