Nos merecemos la degradación
Disculpen que sea tan ruda, pero los acontecimiento recientes muestran que a pesar de la advertencia no hemos entendido lo que se nos viene encima. La posibilidad de que las agencias clasificadoras degraden la deuda de Puerto Rico es real y no una estratagema de los políticos para imponer más contribuciones. Si no se aprueban las medidas necesarias para reducir el deficit presupuestario antes del 30 de junio, la degradación va. Y las consecuencias serán de tal magnitud que los últimos años de crisis parecerán un fiesta en comparación con lo que se avecina.
Y mientras, políticos y líderes del sector privado han ofrecido un espectáculo bochornoso. 'No a mí, a mi no, no, no no…'. De esta crisis salimos todos juntos, haciendo sacrificios o no sale nadie. Es hora de que nos demos cuenta. Si no estamos dispuestos a hacer sacrificios, todos, consumidores, empresarios, políticos, entonces nos merecemos la degradación, porque sólo así aprenderemos la lección. Y lo haremos de la forma más dura, como han aprendido otros país como España, Chile, etc. Parece que sólo si llegamos al fondo seremos capaces de aprender a ceder, a llegar a acuerdos, a pensar en el bien de Puerto Rico y no en nuestros propios intereses.
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