Inauguran los molinos de Santa Isabel
Tras meses de luchas, controversia, y hasta arrestos, los molinos de Santa Isabel de la empresa Pattern Energy inauguran el domingo a las 11:00 a.m.
El parque eólico, que ubica en una finca de alto valor agrícola del denominado Corredor Agrícola de la Costa Sur, fue construido a un costo de $250 millones, consta de 44 molinos de 430 pies (desde su base hasta el pico de las aspas) y podría generar 75 MW de energía sin usar otro combustible que no sea la fuerza del viento. El proyecto cuenta con el respaldo de la actual administración de gobierno y en particular del gobernador Luis Fortuño quien durante el verano visitó el Puerto de Ponce para dar la bienvenida a los primeros cargamentos de aspas.
El comienzo formal de las operaciones del proyecto de Pattern Energy en Puerto Rico se da mientras seis manifestantes en contra del mismo aún enfrentan un caso criminal por haber entrado en los terrenos de Pattern Energy en diciembre de 2011 en un intento por detener la construcción de los molinos en un acto de desobediencia civil. Estos son Luis Omar García, secretario de Organización de la FUPI, quien figura entre los arrestados, Edwin Velázquez, portavoz del FRA, la joven Rosemarie Vásquez Cruz, estudiante de posgrado, Raúl Mari Fernández, el líder comunitario, Javier Smith Torres, y el profesor universitario Robinson Rodríguez Pérez.
Durante el último año, múltiples grupos se han opuesto a la instalación de los molinos en los estos terrenos ya que son de alto valor agrícola. Entre ellos, el Frente de Rescate Agrícola (FRA) y profesores y estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, quienes realizaron múltiples protestas y vigilias. El FRA también emplazó al Departamento de Agricultura en varias instancias para que reconsiderase y retirase el endoso al desarrollo eólico, lo que no ocurrió.
La postura de los opositores es que el proyecto está incorrectamente ubicado, y obliga a la ciudadanía a escoger entre la energía renovable y la producción de comida en terrenos de alto valor agrícola.
En éstas fincas se siembra tomate, melón de agua, calabaza, calabacín, berenjena, cebolla, pimiento de cocinar, papaya y mango, siendo Puerto Rico el único país que cosecha esta fruta todo el año, ha explicado el agrónomo Javier González Carmona, quien indica que se trata de un terreno que solo existe en el 3% del planeta. El también representante del Colegio de Agrimensores en el área sur sostiene que el impacto del desarrollo sobre los trabajadores agrícolas y sobre la calidad de vida del pueblo de Santa Isabel será enorme, dada la cercanía de las casas a las fincas y el hecho de que el tipo de agricultura que se practica en el lugar es intensiva.
Entre los efectos nocivos que enumeró están el llamado 'efecto discoteca' o 'flickering effect' que causa el movimiento de las aspas, el ruido, y la contaminación visual que afectarán las condiciones laborales de unos 8,000 trabajadores y 20,000 residentes que verán sus casas devaluadas en un 45%. Según recalcó, esta tecnología que ha resultado buena en terrenos amplios de agricultura extensiva, como lo es el estado de Iowa, no es transferible a un pueblo pequeño.