Comienza cumbre del G20
CANNES (FRANCIA) - Los líderes del G20 iniciaron hoy en Cannes (Francia) la sexta cumbre de su historia decididos a tomar medidas para reactivar el crecimiento mundial y a hacer frente a la crisis de la UE, sobre la que pende el fantasma de la recesión.
El presidente francés y anfitrión de la cumbre, Nicolas Sarkozy, recibió uno a uno a los mandatarios mundiales a su llegada al Palacio de Festivales de esta ciudad de la riviera francesa, antes de iniciar un almuerzo de trabajo en el que se analizará la situación económica mundial.
El G20 está formado por los países del G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), además de Rusia, con el que forman el G8, más Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía, más la UE.
España participa como invitado permanente, pues ha asistido a todas las cumbres. En esta ocasión se unen otros invitados especiales, como Guinea Ecuatorial y Etiopía.
Como en la primera cumbre de Washington, hace tres años, cuando el G20 se erigió en el principal foro de discusión económica mundial, el mundo se enfrenta a grandes retos, principalmente la ralentización económica en los países desarrollados, lo que agrava los desequilibrios que existe con los emergentes, mucho más pujantes.
Hace unos días, organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dieron a conocer las previsiones económicas pesimistas que se ciernen sobre la economía mundial.
La OCDE advirtió especialmente sobre el estancamiento de la zona del euro y no excluyó la posibilidad de una recesión en caso de un nuevo deterioro de las condiciones financieras.
Para este organismo, la zona del euro crecerá un 1,7 % este año, pero sólo un 0,3 % en 2012, muy por debajo del ritmo del 2 % que la organización calculaba para esos dos ejercicios en mayo. En 2013, con un 1,5 %, no se llegaría siquiera al nivel de 2011.
A mediados de octubre, el FMI alertó, igualmente, que el 'riesgo inmediato era que la economía mundial entrara en una espiral de deterioro debido a las incertidumbres y a la aversión al riesgo, así como al funcionamiento disfuncional de los mercados, la dinámica insostenible de la deuda, la caída en la demanda y el crecimiento del desempleo'.
Son factores a los que quiere hacer frente el G20, aunque la receta de lanzar planes de estimulo masivos que puso en marcha hace tres años ahora no sirve, debido al fuerte déficit que arrastran algunos países.
Se espera que de esta cumbre salga un compromiso de los países emergentes, que crecen con mucha fuerza, para ayudar a las economías más desarrolladas.
Para ello, se les va a pedir que dejen de tomar medidas para frenar la apreciación de sus monedas y que fomenten el consumo interno, en lugar de apoyar su crecimiento en las exportaciones.
Ello permitiría reducir además los desequilibrios comerciales que existen en el mundo y que hace que los países emergentes acumulen fuertes superávit por cuenta corriente, frente al déficit creciente de los desarrollados.
La crisis de confianza que vive Europa será otro de los temas que abordará el G20, aunque se desconoce en qué términos se referirá en el comunicado final que difundirá mañana.
Los países del eurogrupo que forman parte del G20 (Alemania, Francia, Italia y España) mantuvieron hoy una reunión que se extendió hasta casi el inicio de la cumbre, en la que se analizó el ultimátum que se dio ayer al primer ministro griego, Yorgos Papandréu.
Los países del euro exigieron al mandatario heleno que su país se pronuncie lo antes posible si quiere permanecer en el euro, y le anunciaron que congelarán el desembolso del ultimo tramo de ayuda, unos 8.000 millones de euros, hasta que se despejen todas las incertidumbres.
Desde el G20 en Cannes se está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Atenas, donde están creciendo las voces que reclaman la formación de un Gobierno de unidad nacional tras la perdida de la mayoría absoluta de Papandréu.