Toyota reconoció que espera una marcada caída en utilidades para este año fiscal debido sobretodo a la interrupción de la producción por los devastadores terremoto y tsunami que afectaron el país el pasado marzo.

El gigante automotriz prevé que, en el primer semestre, los ingresos estarían particularmente afectados, con una caída de un tercio comparado al año anterior.

Sin embargo, Toyota espera alcanzar el 90% de su producción y augura una recuperación en sus ventas, aunque confiesa que los efectos del desastre natural de marzo se sentirán durante mucho tiempo.