Crisis histórica en ASEM
El director de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), Ernesto Torres Arroyo, trató de explicar a la Comisión de Hacienda el déficit que esa agencia enfrenta desde hace años y cómo ha contagiado de consecuencias negativas a otras dependencias y entidades públicas y privadas.
Torres Arroyo sentenció en su ponencia ayer que 'los gastos habían sido mayores a sus ingresos y no se tomaron medidas significativas sobre el control de las erogaciones y obligaciones presupuestarias en la agencia'. Ante esta situación, operaban en déficit, por lo que catalogó 'que enfrenta la peor crisis financiera en la historia'. Su costo operacional es de $233.3 millones para el año fiscal 2010-2011, pero sus ingresos son de unos $134 millones.
Como medida para solucionarlo, la Legislatura autorizó un préstamo por $283 millones a través del Banco Gubernamental de Fomento (BGF). Dicho préstamo será pagado por una partida que proviene del presupuesto general hasta un máximo de 10 años.
Los fondos obtenidos por este préstamo se han utilizado para pagar las deudas que mantiene la ASEM con otras dependencias.
El representante de la minoría Luis Vega Ramos, quién es miembro de la Comisión, sostuvo que la ventaja del préstamo 'es poner los libros en negro, pero no se ha resuelto el problema estructural de deficiencia'. Al mismo tiempo, arremetió que el problema en la ASEM es de hace años y que otros administradores los han denunciado, pero no se actuó.
ASEM: el mayor deudor
Ante la deficiencia en caja que mantiene por años la ASEM, han afectado a otras dependencias gubernamentales y entidades. Una de ellas es la tambaleante Administración de los Sistemas de Retiro de los Empleados del Gobierno y la Judicatura (ASR), a la que desde el 2005 la ASEM le retuvo las aportaciones a sus empleados, pero no remitió las remesas.
De hecho, en una minuta de la Junta de Síndicos de la ASR, en el 2007, el entonces contable de ASEM Ángel Rivera García aceptó que la corporación emitía 'deducciones (aportaciones individuales) de papel que se registraban en los libros, pero no en nómina o efectivo' y 'que el efectivo que reciben lo utilizan para pagar las operaciones, medicamentos y servicios'.
Actualmente, la ASEM todavía le adeuda $7.8 millones de los $61.8 millones que le debía y que fueron pagados con parte del préstamos del BGF, tras varios intentos de la ASR de establecer un acuerdo de pago.
El presidente de la Comisión, Antonio 'Toñito' Silva, expresó preocupación de que 'ASEM retiene aportaciones del empleado y lo consume'.
Pero la ASR no es la única a la que la ASEM le quedó debiendo remesas, esta suerte también la corrió el Departamento de Hacienda al que le mantenía una deuda de $71 millones.
También, con el préstamo del BGF, ASEM desembolsó $41 millones de esta deuda por retenciones a salarios y servicios profesionales no realizados desde el 2002. Por el momento, las retenciones corrientes están al día.
Otro que sufrió las consecuencias de la falta de fondos en la ASEM son los suplidores, a quiénes les adeuda $18.9 por suministros a hospitales, materiales especializados, implantes quirúrgicos, bandejas quirúrgicas especializadas.
Y la Universidad de Puerto Rico también recibió un cantazo por parte de ASEM, que le debe $32.9 desde el 1995 por los servicios de todos los contratos con el Recinto de Ciencias Médicas. Torres Arroyo, indicó que dicha deuda 'esta en negociaciones para conciliar las deudas de ambas organizaciones'. Esto debido a que la Escuela de Medicina le debe a ASEM $12.3 millones.
Del mismo modo, ASEM también afectó a la Unión General de Trabajadores por $2 millones, entre los que está una deuda desde el 2008 por cuotas retenidas, pero no desembolsadas.
Efecto dominó
Una de las razones para la merma de ingresos en la ASEM, es que también tiene entidades que le deben dinero, que suman un total de $124.8 millones, de los que aún le adeudan $75 millones. Su deudores mayores son el Departamento de Salud por $29.4 millones y el Municipio de San Juan por $24.2 millones.
Soluciones para el problema
Entre las alternativas que ASEM expuso están llevando a cabo para paliar sus problemas financieros están la reducción de un 15% de los gastos operacionales, ajustes en los contratos médicos y de servicios profesionales, incremento en el proceso de recobro, reducción en costos administrativos y la eliminación de líneas de crédito.
Sobre las líneas de crédito con el Banco Popular para el pago de las nóminas, de acuerdo al director de Finanzas de ASEM, Marcial Berrios, se pagaban $10 millones mensuales. Esto era como un sobre giro, porque ASEM efectuaba cheques sin fondos y el banco les cobraba $15 por cada uno, más los intereses. Torres Arroyo puntualizó que esta gestión se hizo sin autorización, porque nunca fue presentado para la consideración de la Junta de Síndicos.
Silva manifestó que ponderaría que 'cojan las líneas de crédito para pagar medicamentos, pero no para pagar nóminas'.