Baja en población es culpa de la economía
Las consecuencias económicas a corto y mediano plazo que ha de tener la baja en el número de habitantes en Puerto Rico podrían ser devastadoras para un país que ya sufre de una severa depresión producto de las políticas económicas locales y globales.
En comparación con el año 2000, cuando Puerto Rico tenía una población de 3,812,640, el censo de 2010 revela una reducción neta de 20,727 habitantes, siendo la población en 2010 de 3,791,913. Estas mismas estadísticas del Censo dan cuenta de que el crecimiento de la población fue constante de 2000 a 2005, pero que en 2006 comenzó una tendencia de reducción que no se ha detenido.
Las consecuencias económicas de una baja poblacional se traducen en menor demanda de bienes y servicios, menor consumo y menor inversión, según señalara recientemente el economista Sergio Marxuach del Centro para la Nueva Economía (CNE).
Hoy en día los cambios demográficos en todas partes del mundo, salvo en lugares devastados por la guerra o desastres naturales, se deben principalmente a cambios en las economías locales y nacionales, y a la movilidad de las personas hacia otros lugares en busca de mejores condiciones de vida. Puerto Rico no es la excepción.
Pero el problema que enfrenta Puerto Rico, en términos de su nuevo perfil demográfico y su impacto económico, no es sólo que están naciendo menos puertorriqueños, sino que muchos de los ya nacidos se están yendo de la isla. En 2010 el índice de migración neta (el número de inmigrantes que llegó en relación al número de personas que abandonó el país) en Puerto Rico se estimó en –0.91, según el World Factbook de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA por sus siglas en inglés). Es decir, son más los que se van, que los que llegan.
Entre 2000 y 2010 abandonaron la isla 297, 754 personas.
Para el economista y planificador Eddy Sánchez la situación económica de Puerto Rico, particularmente a raíz de la derogación de la Sección 936 del Código de Rentas Internas federal, es responsable de la 'comparativamente alta tasa de migración'.
'Es cierto que hay muchos factores en juego en los procesos económicos, pero muy pocas cosas pasan de hoy para mañana', aseguró Sánchez refiriéndose a la posibilidad de que el cierre del gobierno en 2006 pudiera tener un impacto negativo en la economía del país de tal magnitud que haya promovido una migración significativa.
'El cierre [del gobierno] no fue un factor negativo porque los empleados cobraron sus salarios completos', señaló Sánchez.
De acuerdo con el economista, con la aprobación de la Ley Pública Núm. 104-188 el 20 de agosto de 1996 –promovida por la administración del entonces gobernador Pedro Rosselló – el Congreso de Estados Unidos derogó la sección 936 y para aminorar su impacto la sustituyó por la sección 30 A en el mismo Código de Rentas Internas federal. La vigencia de la nueva sección sería de 10 años.
'Y entonces, 10 años despues llegamos al 2006 con la caída del sector manufacturero y el de inversiones, porque las empresas 936 no sólo representaban empleos sino además dinero barato para los inversionistas', argumentó Sánchez al recordar que esas empresas mantenían importantes depósitos en los bancos locales y proveían al erario de un significativo ingreso a través del llamado 'Toll Gate Tax'
Con menos empleos en la manufactura, menos dinero disponible para la inversión y la puesta en efecto de políticas fiscales inefectivas, entre otras razones, Sánchez estima que se dieron las condiciones para la 'tormenta [económica] perfecta' que puede ser el principal motivo para el alza en la migración fuera de Puerto Rico.
Para Marxuach, una de las consecuencias del cambio en el perfil demográfico de Puerto Rico puede ser la disminución de la tasa de crecimiento económico del país. No obstante, el crecimiento económico de los últimos dos años ha sido negativo, por lo que más que una disminución en el crecimiento lo que está planteado es una disminución en la recuperación.