La Liga adquiere nuevamente un tono intenso y de contienda
El empate a uno en el derbi madrileño permitió al Barcelona instalarse a dos puntos del Real Madrid en la tabla de posiciones.
MADRID. - La Liga ha pasado de estar al rojo a adquirir un tono rojo intenso, tanto en la pelea por el título, en la que el Barcelona ganó en el Ramón Sánchez Pizjuán al Sevilla (1-4) y aprovechó el empate en el derbi madrileño del sábado, como en la pugna por la salvación, con tan solo dos puntos de distancia entre el Alavés, penúltimo, y Las Palmas, decimoquinto.
El 1-1 del Santiago Bernabéu dejaba al Real Madrid líder con un punto de ventaja sobre el Atlético de Madrid, pero otorgaba al conjunto azulgrana la posibilidad de instalarse a dos de la escuadra de Carlo Ancelotti. No lo desaprovecharon los jugadores de Hansi Flick, que sentenciaron su triunfo al inicio del segundo tiempo con los goles de Fermín López y el brasileño Raphinha.
El Barcelona, que no pierde en liga en el feudo sevillista desde octubre de 2013, confirmó su reacción en LaLiga tras pasar algún que otro apuro en la primera mitad e incluso tuvo que jugar prácticamente media hora en inferioridad por roja directa, tras acudir el colegiado Alejandro José Hernández Hernández al VAR, del propio Fermín por una dura entrada sobre el suizo Djibril Sow.
Atrás habían quedado dos goles seguidos del polaco Robert Lewandowski y el suizo Rubén Vargas en la inmediata respuesta del Sevilla, que, tras cuajar unos 45 minutos más que aceptables, incluso pudo adelantarse con un acrobático remate del belga Dodi Lukebakio que abortó el meta polaco Wojciech Szczesny.
Pero todas las ilusiones del equipo de Xavi García Pimienta de dar la campanada se difuminaron a los pocos segundos de la reanudación con un tanto de cabeza de Fermín tras un gran envío de Pedri González y con un disparo ajustado de Raphinha diez minutos después, porque pese a su superioridad numérica no tuvo capacidad para poner en duda el triunfo del Barcelona, que manejó con solvencia la situación y evitó que le ocurriera lo de Vigo, cuando, tras ser expulsado Marc Casadó, dejó escapar un 0-2 y acabó lamentando un empate a dos. Incluso agrandó su renta al final por medio de Eric García.
La Real Sociedad dio la continuidad a la alegría por la clasificación para las semifinales coperas tras superar a Osasuna con un ajustado triunfo por 2-1 ante el Espanyol que pone fin a una racha de tres derrotas ligueras consecutivas y le reactiva en su objetivo europeo.
Después del triunfo del Rayo Vallecano el viernes ante el Valladolid necesitaba el equipo de Imanol Alguacil zanjar su mala dinámica para no alejarse más. En frente tenía a un renacido Espanyol, que llegaba de ganar al Real Madrid.
El técnico hizo rotaciones importantes. Dejó en el banquillo a fijos como Mikel Oyarzabal, el japonés Take Kubo y Brais Méndez y este último necesitó nada más que cuatro minutos para, con un toque sutil por encima del meta Joan García, rubricar una imprescindible victoria.
El partido se le puso muy de cara al equipo donostiarra con un tanto a los 38 segundos del surinamés Sheraldo Becker, pero se le complicó con un protestado penalti sobre Javi Puado que transformó, a los 51 minutos, el propio capitán del conjunto catalán.
El punto no era un botín nada malo para los hombres de Manolo González, pero la clase de Brais Méndez definió un resultado que relanza a la Real, frena la reacción del Espanyol, que no había perdido partido alguno en 2025, y aprieta la lucha por la salvación.
Con los resultados de esta jornada, Las Palmas, Espanyol y Leganés aparecen igualados a 23 puntos, tan solo uno más que el Valencia, que marca el descenso, y dos más que el Alavés. El Valladolid queda descolgado con 15.
El Valencia, no hace mucho en la lona, ve la luz cada vez más cerca. En un duelo que era considerado casi una final, superó en Mestalla por 2-0 a un rival directo como el Leganés. Su tercer triunfo en los últimos cuatro partidos y la primera vez que enlaza dos en LaLiga tras diez meses.
El conjunto de Carlos Corberán doblegó al conjunto madrileño con goles de sus centrales, con un primer tanto de Cristhian Mosquera a la media hora y otro tanto a los 41 minutos del francés Mouctar Diakhaby, que regresaba a la titularidad desde que se rompió la rodilla en marzo de 2024 y que acabó llorando de emoción.
Y en el otro choque entre dos equipos que luchan por la supervivencia, el Getafe, con un penalti transformado por el uruguayo Mauro Arambarri poco antes del descanso (m.44), dio un paso de gigante y puso plomo en las opciones del cuadro que dirige el argentino 'Chacho' Coudet.
Tres victorias y dos empates en los últimos cinco partidos han concedido al conjunto de José Bordalás un margen más que importante de cinco puntos, lo que le hace respirar mucho más tranquilo, al contrario que a la escuadra alavesista, que no encuentra el camino de la reacción.