Cora pide “una oportunidad” a los que no lo querían de regreso a las Mayores
Asegura que pagó el precio por el error cometido durante el escándalo de robo de señales en Houston y espera llevar a Boston de regreso a la ruta ganadora
Desde que el pasado 6 de noviembre anunciaron que Alex Cora regresaría al frente de los Medias Rojas de Boston, el dirigente boricua sabía que contaría con gente que lo apoyaría y también con personas que no verían con buenos ojos su retorno a las Mayores.
Sin embargo, luego de cumplir una suspensión de un año por su participación en el esquema de robo de señales cuando era coach de los Astros de Houston en el 2017, el cagüeño solo les pide a sus detractores una nueva oportunidad para demostrar la clase de dirigente que es.
Cora no tiene tapujos a la hora de hablar del duro proceso que vivió tras ser vinculado al escándalo de robo de señales el año en que los Astros conquistaron su primera Serie Mundial y aseguró que, a pesar de todo, comprende las razones que esbozan aquellos que piensan que no debió regresar a dirigir en las Grandes Ligas.
“Sé que hay mucha gente que está contenta de que regresé y a la vez sé de gente que no está contenta. Esa es la naturaleza de lo que pasó. Lo único que yo puedo decirle a la gente que no está contenta de que yo haya regresado es: ‘dame una oportunidad’”, manifestó Cora durante una entrevista en el programa El Trabuco Deportes, que se emite los sábados en sus plataformas digitales.
“Mucha gente está molesta. Tienen sus razones y yo los entiendo. Eso es lo que a lo mejor la gente no ve, que yo soy realista y entiendo que hay gente en el juego que no me van a mirar con los mismos ojos, que no me van a saludar o que me van a criticar. Eso es parte de esto”, agregó con resignación.
Cora, quien en el 2018 se convirtió en el primer dirigente boricua en ganar una Serie Mundial en las Grandes Ligas con Boston, salió de las filas de los Medias Rojas en enero del 2019 antes de que se revelara el castigo al que sería sometido y fue sustituido por Ron Roenicke.
Pero, una vez acabó la temporada 2020, los Medias Rojas despidieron a Roenicke y comenzaron a entrevistar posibles candidatos, incluyendo a Cora.
Dos de los altos ejecutivos de la organización, el jefe de operaciones de béisbol, Chaim Bloom, y el gerente general Brian O’Halloran, viajaron a Puerto Rico a finales de octubre para entrevistar a Cora y aclarar todo lo necesario antes de tomar la importante decisión de contratar a un nuevo mentor.
“Nos reunimos en un hangar gigante en el aeropuerto Luis Muñoz Marín, con una mesa, como diez botellas de agua y hablamos por cinco horas...Fue difícil en el sentido de que había que contestar muchas preguntas que son incómodas, pero yo sabía que me iban a hacer”, confesó Cora, quien asegura que fue un proceso difícil en lo personal y también en lo familiar.
“Tengo que aprender de lo que pasó y hay que moverse. Mucha gente dice: las cosas pasan por una razón. Yo no lo veo sí. Vamos a ser honestos. Lo que hicimos fue bastante impactante, le fallamos al juego y tuvimos que pagar el precio”, subrayó.
Una vez nombrado dirigente de Boston, el boricua sabe que el escándalo del robo de señales será un estigma con el que cargará el resto de su carrera.
“Ser dirigente de los Medias Rojas es difícil desde el principio. Imagínate ahora…Yo sé que cuando vaya para Nueva York va a ser difícil; cuando vaya a Houston va a ser difícil; si jugamos contra los Dodgers, va a ser difícil, pero nosotros, como familia, estamos preparados”, añadió.
En la extensa entrevista, Cora conversó sobre las distintas opciones que había en su camino una vez finalizó su suspensión, las aspiraciones reales de Boston esta temporada y los distintos movimientos que necesita hacer la organización, entre otros temas.
Además de Boston, otros equipos como los Medias Blancas de Chicago y los Tigres de Detroit, también mostraron interés en los servicios del boricua.
“Detroit nunca iba a ser opción para mí. No era una situación en la que yo quería ir. Chicago nos intrigó porque es un equipo sumamente poderoso, ‘ready’ para ganar y es una tremenda ciudad. Y, obviamente los Medias Rojas, porque es casa. Gracias a Dios se nos dio con Boston”, destacó Cora quien es consciente de que encontrará a unos Medias Rojas algo distinto a los que llevó al campeonato en el 2018 en una de las temporadas más memorables en la historia de la franquicia.
Sin embargo, lleno de optimismo, Cora espera que la novena bostoniana esté en la pelea en la competitiva División Este de la Liga Americana.
“Ahora no habrá un equipo que gane 100 juegos. En vez de ver a alguien que se va en escapada, todos los equipos se van a mantener en el mismo sitio. Toronto es sólido, Nueva York es sólido, Tampa es sólido y nosotros no somos el peor cuarto equipo de las Grandes Ligas. Somos mucho mejor de lo que demostraron el año pasado”, sentenció.