A Juan 'Igor' González le tomó ocho años en Grandes Ligas para conseguir su primer premio de Jugador Más Valioso (MVP). Por el contrario, colgarse una medalla de oro centroamericano le tomó cinco juegos.

Para el jonronero que conectó 434 bambinazos en el circo grande, 'Lo más importante para mí es ayudar a la juventud y que sigan hacia adelante, y logren su sueño y que al final del camino todos seamos mejores seres humanos por un mundo mejor y por nuestra patria Puerto Rico'.

Fue el debut como dirigente de una Selección Nacional de Beisbol que jamás pensó, y muchos posiblemente tampoco lograrían. Más allá de una medalla, aceptó el reto de pilotear una novena sin poseer experiencia en esta posición aunque conozca el deporte por sus 17 años de trayectoria.

'Compromiso, orgullo. Somos una familia. El trabajo duro. No se quitaron nunca. Desde Puerto Rico salieron a ganar la medalla de oro, y gloria a Dios, hoy la conseguimos', puntualizó a este medio minutos despues de celebrar la presea dorada conquistada en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

González -quien perteneció a los Vigilantes de Texas, Indios de Cleveland, Reales de Kansas City y Tigres de Detroit-, 'no estaba buscando esto de dirigir. Yo tengo mucha experiencia en este juego y el conocimiento uno se lo brinda a estos muchachos, y acepte el reto sin ningún titubeo. Lo que tengamos que hacer, hacemos el trabajo. Es mi primera experiencia, falta mucho camino por correr. Solamente Dios sabe hasta dónde uno puede llegar'.

El novel dirigente viene de formar parte del conjunto puertorriqueño que disputó el Clásico Mundial de Beisbol (WBC, por sus siglas en ingles) el año pasado. La combinación entre jóvenes mayoristas, aficionados con historias únicas y veteranos del beisbol organizado le regaló muchas lecciones que seguramente transmitió a la victoriosa novena. Ahora su nombre pasa a los libros de la historia como el responsable de liderar el equipo que conquistó la primera presea de oro de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe.

La última ocasión que el beisbol escaló al podio fue para los Juegos en San Salvador 2002.