Mónica Puig casi se quita y te dice por qué
A sus 24 años de edad, Mónica Puig, ha viajado el mundo. Su historia deportiva está escrita con letras doradas y se convirtió en una heroína a nivel nacional. Muchos conocían a esa tenista por representar con el corazón a Puerto Rico a nivel internacional.
Pero todo eso se inmortalizó. Hace ya más de un año, Mónica le abrió los ojos al mundo entero a nivel deportivo y social. El 13 de agosto de 2016 fue el puntillazo dejándole saber a todos, el calibre deportivo que se ha producido en esta tierra con el pasar de los años, así como sus bellezas tropicales.
Así mismo como Mónica, con su medalla colgando en su cuello, acaparó las portadas de los periódicos alrededor del mundo, lo hizo el huracán María y su devastación a lo largo y ancho del archipielago el pasado 20 de septiembre.
Conquistar la presea dorada le evolucionó a Mónica en una embajadora nacional. Sus esfuerzos de obtener fondos a nivel internacional se beneficiaron por su trayectoria en el tenis, una repleta de medallas en Juegos Centroamericanas y del Caribe además de Juegos Panamericanos.
Durante el último evento del año, celebrado recientemente en Luxemburgo, su página de recaudo en YouCaring fue promocionada para que los aficionados hicieran un donativo. La cual asciende $152,020 hasta el momento de esta publicación.
'Yo le doy muchas gracias a mi profesión por darme esta oportunidad y tambien los logros que he tenido me han dado el poder de ayudar a Puerto Rico especialmente ahora que nos necesitan más', reconoció Puig en días reciente a este medio.
Preocupada por familiares y los miles de puertorriqueños que habían abarrotados centros comerciales, restaurantes, barras y hasta plazas públicas cuando concretó su gesta, Mónica acudió al llamado de apoyo tras el huracán que tocó tierra como uno categoría 4.
'Sí, eso (la medalla) me dio una voz más alta especialmente para este momento yo creo. Fue definitivamente el mejor momento de mi vida, un sueño cumplido y siempre va ser el recuerdo más lindo que yo tengo en mi vida'.
Puig compartió el pasado martes con estudiantes del Programa de Producción y Mercadeo de Eventos y atletas de la Universidad del Sagrado Corazón (USC) ofreciendo sus consejos para afrontar adversidades como la que ha sobrellevado en cancha y la que atraviesa Puerto Rico despues del ciclón. Ahí, uno de los estudiantes toco la fibra sentimental de la tenista confesándole que había vivido dos fenómenos: el huracán María y su victoria en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
'(Fue) muy profundo porque uno fue algo muy feliz y otra cosa muy triste. Lloramos de felicidad un día y lloramos de tristeza otro día. Yo llore lágrimas de felicidad cuando gane la medalla y de repente cuando pasó todo esto, no podía esconder las lágrimas de tristeza para mi país. Yo creo que de este momento vamos a salir más fuerte porque tenemos a mucha gente que ama a Puerto Rico', confesó la jugadora al soltar un respiro y una sonrisa ante la pregunta de este medio acerca el comentario.
Sus esfuerzos no solamente quedaron en proveer dinero, sino que, junto a su colega, María Sharapova, visitaron la isla hace par de semanas y entregaron artículos de primera necesidad a ciudadanos de Loíza y medicamentos a pacientes del San Jorge Children's hospital.
Al igual que en el deporte, la fe y perseverancia es un factor importante para sobresalir las pruebas difíciles a diarias que se viven en la sociedad.
'Hay muchas cosas similares. Cuando las cosas se te ponen difíciles, cuando se ven muy negras hay que seguir luchando y nunca dejarte caer porque en estos momentos es muy fácil decir: 'mira, no puedo hacer más'. Lo más difícil es levantarse y seguir creyendo que las cosas van a mejorar. Yo creo que, en este momento, eso es lo que necesitamos, fe y mucha perseverancia'.
Finalmente, Mónica está más que convencida que Puerto Rico se levantará más alto como ella lo hizo en el podio olímpico. 'Yo creo que lo más importante es tener fe que las cosas van a mejorar y vamos a sobrepasar este momento difícil. Se que no es nada fácil tener fe especialmente cuando las cosas no están yendo muy bien, pero hay que creer en Dios y en todo Puerto Rico que nos vamos a levantar', subrayó.