Regresando temprano de mi clase el martes por la tarde me tope con cientos de personas en una vigilia en el Boston Common, un parque público en el centro de la ciudad que ha visto miles de protestas y ha sido un punto de encuentro importante desde antes de la Guerra Revolucionaria.

Considerando los eventos del lunes, era de esperarse que la seguridad aumentara: vi más policías caminando por el área de los que veo usualmente, especialmente cerca de la vigilia.

Habían grupos pequeños de personas sentadas en la grama: algunos tenían velas o flores. Sin embargo, la mayor parte de la gente estaba parada, y se movían entre sí a ver las pancartas y a firmar. En el piso habían pancartas con marcadores de colores. También habían velas y flores entre todos los mensajes coloridos que cubrían las pancarta.

Bajo un atardecer hermoso, un grupo de jóvenes se dedicaba a poner velas en vasos, y luego prender las velas. Mientras tanto, otras personas se dedicaban a buscar los vasos preparados y regalarlos. Algunas personas traían sus propias velas, o traían flores. Los niños dibujaban y escribían mensajes en la acera con tizas de colores pasteles. Un coro cantaba continuamente, y las personas se unían en las canciones más conocidas (como 'Imagine' y 'Let It Be' de los Beatles, y 'Amazing Grace'). Muchas caras reflejaban la tristeza que se sentía en el aire, y algunos lloraban o abrazaban a otras personas por largos ratos.

Una muchacha me regaló una vela; no parecía que era del grupo que estaban regalando anteriormente, ya que las velas y los vasos eran diferentes. Mientras caminaba entre las personas, una señora me preguntó dónde conseguí la vela. Decidí regalársela, y sus ojos brillaban mientras ella me agradecía.

A través de la vigilia seguía viendo personas extrañas ayudándose entre sí, especialmente uniendo las velas para volver a prenderlas, ya que el viento subía y bajaba su intensidad. Lo que más me impactó, sin embargo, fue la pancarta que estaba colgada. Ya que la pancarta estaba colgada bajita, el grupo de cientos de personas frente a la pancarta tapaba la segunda parte, y solo podía leer 'paz aquí'. Cuando me acerqué a la acera donde los niños pintaban fue que me percaté del mensaje completo: 'paz aquí… y en todos lados'.

Entre los mensajes escritos en las pancartas habían diferentes llamados a la paz mundial, y al amor y la tolerancia. Hasta cierto punto, esta vigilia no solo estaba honrando a las personas que murieron y a los que salieron heridos por las bombas que ocurrieron en el maratón; la vigilia también hizo un llamado a la paz en el mundo entero.

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