La jugadora colegial de softbol, Jureyliz Martínez, sintió preocupación al conocer que el huracán Irma tendría un paso muy cercano por Puerto Rico ya que sus padres y hermano residen en la Isla.

No obstante, ese sentimiento tuvo un giro de 360 grados cambiando instantáneamente cuando el evento atmosferico continuó su paso hacia el estado de la Florida, el nuevo hogar de Martínez desde el pasado mes de agosto.

La vegalteña, quien cursa sus estudios en Broward College, ubicado en Fort Lauderdale, experimentó el paso del huracán Irma que llegó hasta Florida en categoría 5 y comenzó a debilitarse en su transcurso.

Una vez las líneas telefónicas comenzaron a caerse, la incertidumbre caló en sus padres hasta que se refugió con familiares.

'Estaban súper nerviosos y ansiosos. Querían tomar un avión y llegarle aquí. Yo estaba nerviosa porque iba a Puerto Rico, pero gracias a Dios se desvió. Despues llegó para aquí y nos mandaron a desalojar. Parecía el fin del mundo. La gasolina se fue en menos de un día, no había agua' fue el relato de Martínez.

La femina tuvo que desalojar su apartamento ante el inminente paso. Al marcharse a casa de unos familiares maternos en Sebring, fue ahí donde el ojo del huracán pasó más cerca. En la casa de sus familiares no hubo perdida alguna. Solamente sufrió inundaciones en los patios traseros y delanteros, pero nada en el interior de la residencia.

La femina tuvo que desalojar su apartamento ante el inminente paso. Al marcharse pues según contó el ojo del huracán pasaría cerca de donde se hospeda. Sin embargo, el ojo pasó más cerca en Sebring.

Aun así, se mantiene preocupada por conocer los daños causados en su hospedaje. 'Las clases empiezan el lunes. Creo que estare regresando el viernes para poder volver hacer compras y recoger el apartamento. Como se fue la luz se dañó todo lo de la nevera', indicó Martínez mediante comunicación escrita.

La joven de 18 años de edad, anticipó que en su apartamento dejó ropa y sus efectos deportivos que espera verificar este viernes, cuando regrese al calor de su hogar. Indicó que colocaron tormenteras en una puerta corrediza de cristal en el apartamento.

'Me traje mis cosas importantes. Me preocupa muchas cosas, que no se rompieran ni nada. Todavía estoy asustada porque no se cómo está el apartamento'.

Para el regreso será un poco más difícil pues tendría que transportarse en tren por la escasez de gasolina, algo que le tomaría unas dos horas. 'Creo que para ir a Broward tendre que montarme en un tren. La ciudad de Sebring quedó destrozada totalmente', precisó, la jugadora que tampoco ha comenzado las actividades deportivas.