Se ahoga el deporte local si no incursiona la empresa privada
Mientras que históricamente los municipios de Puerto Rico han tenido un rol protagónico en el manejo de franquicias deportivas, un grupo de expertos concluyó que la empresa privada debe asumir ese papel ante la precaria situación económica en que se encuentran las finanzas públicas y así evitar una desestabilización mayor a las ligas profesionales.
En ese aspecto, se preve que el futuro deportivo de la Isla sea brillante y con mayor participación femenina, sin embargo, el camino en esa dirección está marcado por la desigualdad de genero y los recortes presupuestarios que ponen al deporte en un segundo plano por no percibirlo como una inversión.
'Muchas de estas compañías y en el gobierno lo ven como gasto. Tienen que empezar a verlo como una inversión, porque lo es. ¿Cómo lo es? Ejemplo de Manatí el año pasado, el Centrobasket, creo que en la historia de Manatí, Manatí no se había llenado tanto. Los locales, restaurantes, las barras que se llenaban despues de los juegos, la misma aportación de las personas en la cancha, el hotel que fue donde se quedaron todas las jugadoras, voluntarios que se les paga por esa organización del torneo, es una inversión al país', exclamó Michelle González, integrante del Equipo Nacional de Baloncesto Femenino.
El consenso surgió en un foro a propósito del documental 'Nuyorican Básquet' ideado por la Asociación de Derecho Deportivo y Entretenimiento de la Escuela de Derecho en la Universidad de Puerto Rico. El evento dio paso a discusiones sobre la financiación de las ligas deportivas, la igualdad de genero y la soberanía deportiva.
'Si pudiera sobrevivir el deporte sin ayuda del gobierno, bueno sí, si tuvieramos unas empresas privadas que pudieran dar la mano y asumir toda esa necesidad económica que tiene el deporte', señaló González.
La tambien licenciada estuvo acompañada del director del filme, Ricardo Oliviero Llora, el licenciado y vicepresidente de la Liga de Voleibol Superior Femenina, Jose M. Marxuach, y el exintegrante del Equipo Nacional de Baloncesto Masculino, Mario 'Quijote' Morales.
Morales, por su parte, añadió que 'el Estado debe ayudar al deporte pero aquí llegó a lo ridículo. Llegamos a un extremo y hay que llegar a un 'happy medium'', en alusión a las aportaciones municipales a los equipos, como fue el caso de los Mets de Guaynabo. De acuerdo al baloncelista, el municipio llegó a sufragar alrededor de $800,000 en gastos del equipo y ahora el ayuntamiento está en deficit.
Según Olivero Llora, el gobierno debería apoyar el desarrollo del deporte en la Isla, pero ante las políticas de austeridad, ese planteamiento cobra mayor urgencia.
'Hay un elemento adicional que complejiza todo y es las políticas de austeridad a las que somos sometidos en este país ahora mismo. En ese sentido, somos rehenes de una determinación de nuestro presupuesto general. Ahora mismo, para pagar la deuda ilegitima, añado yo, todo lo que no represente para el neoliberalismo lo que sea rentable, lo que se convierta en terminos de números se van las artes, se va el deporte, esta misma institución, la Universidad de Puerto Rico, y por ahí podemos seguir. No es los que quieran apoyarlo, ahora es que muchos municipios no tienen la capacidad para hacer lo que se hacía antes, algunos municipios han abandonado sus instalaciones deportivas porque no pueden pagar el mantenimiento básico de ellas', expresó el documentalista.
El licenciado Marxuach mencionó que un posible incentivo para la empresa privada sería la creación de creditos contributivos relacionados al deporte, lo cual no existe en la Isla.
Estas nuevas dificultades fiscales se enmarcan en pleno siglo 21, cuna de avances y la masificación en los eventos deportivos. Sin embargo, a Puerto Rico lo continúan aquejando problemas que tuvieron protagonismo en el pasado, como la lucha por la identidad deportiva.
El documental 'Nuyorican Básket' cuenta la historia del Equipo Nacional de Baloncesto Masculino en su ruta hacia los Juegos Panamericanos de 1979. El filme explora el efecto cultural y deportivo que tuvieron los integrantes del onceno, compuesto por jugadores e hijos de puertorriqueños de Nueva York.
El documental subraya la soberanía deportiva con la que cuenta Puerto Rico, pese a ser una colonia de los Estados Unidos, en medio de la Guerra Fría y a menos de un año de que la nación norteamericana decretara un boicot a las Olimpiadas de 1980 en Moscú.
El boicot, al que se unieron decenas de países, fue apoyado por el entonces gobernador de Puerto Rico, Carlos Romero Barceló, lo que obligó a la Selección Nacional de Baloncesto a ausentarse del evento por primera vez desde su debut en Roma en 1960.
'Esa Olimpiada era como darle una bofetada a los americanos y el gobernador en ese entonces era pro-americanos [estadista]. Se metieron mucho para que no fueramos', recordó Morales.
El filme cuenta cómo en ese momento integrantes del gobierno llevaron a cabo una 'reunión secreta' con los jugadores con el fin de amenazarlos para que no participaran del evento. No obstante, de acuerdo a los panelistas, los Panamericanos del 1979 fueron una reafirmación de los límites del Estado referente a la autonomía deportiva.
Esa misma lucha se podría trasladar al presente en relación a los esfuerzos de anexión de la administración de Ricardo Rosselló Nevares, quien acompañó a varios congresistas en la presentación de una nueva acta de admisión.
Marxuach aludió al Sports Amateur Act del 1978, el cual sentó las bases para que en los Estados Unidos solo exista una representación en competiciones internacionales. Esto quiere decir que, de convertirse en estado, Puerto Rico perdería su autonomía deportiva según esa ley federal.
'Eso de que Puerto Rico puede participar en unas Olimpiadas con los Estados Unidos siendo estado, eso no es cierto, por decir poco. Con que Puerto Rico sea un estado, no puede participar ni en unas Olimpiadas, ni en Panamericano. Quedaría por verse un Centroamericano', señaló Marxuach.
Además de levantar dudas sobre los parámetros de la soberanía, el actual estado político de Puerto Rico abre la puerta a múltiples definiciones y clasificaciones de puertorriqueñidad, como es el caso del Equipo Nacional del '79 y su procedencia, así como los oncenos consiguientes a lo largo de la historia del baloncesto profesional.
Los panelistas coincidieron en que pueden llamarse puertorriqueños quienes así lo sientan. En el caso de la liga femenina, González aseguró que el termino 'nuyorican' es utilizado como si fuera un gentilicio de los municipios de la Isla, de la misma manera en que los nacidos en Ponce son ponceños. Es decir, no se emplea el concepto de manera despectiva, sino como una muestra de cariño.
En el 1979, el equipo de Puerto Rico era dirigido por Flor Melendez, asistido por Julio Toro, con Bobby Knight como director tecnico y tuvo en sus filas a los legendarios jugadores Isiah Thomas, Kevin McHale y Ralph Sampson.
La escuadra puertorriqueña la integraron Georgie Torres, Nestor Cora, Raymond Dalmau, Ruben Rodríguez, Charlie Bermúdez, Mario 'Quijote' Morales, Ángel 'Cachorro' Santiago, Michael Vicens, Cesar Fantauzzi, Willie Quiñones, Roberto Valderas y Angelo Cruz.
Sin embargo, los panelistas hicieron un llamado a que los directivos de las ligas profesionales deben estar atentos a no desplazar a los jugadores y las jugadoras locales. A su juicio, todos los interesados en formar parte de los equipos nacionales deben ser presentados con las mismas oportunidades y que de ahí parta la selección de los mejores.